La BITÁCORA es el libro en el que los
marinos, en sus respectivas guardias, registraban los datos de lo acontecido.
Etimológicamente procede del
latín habitaculum-de
habito habeo; indoeuropeo ghabh,
dar, recibir. Antiguamente se decía bitácula bitácora
Antiguamente, cuando los buques
carecían de puente de mando cubierto, era costumbre guardar este cuaderno en el
interior de la bitácora para preservarlo de las inclemencias. Es un libro
en el que nos relata la vida o la experiencia de alguna persona en especial.
También sirve en el desarrollo de
un viaje para escribir en ella.
Las bitácoras han evolucionado y
existen varias clasificaciones así como variados recursos para elaborarlas.
Así, encontramos las bitácoras electrónicas o de red, también conocidas como
weblogs, las bitácoras visuales, las auditivas y las tradicionales “impresas” que
pueden incluir descripciones escritas, dibujos y signos.
En las bitácoras de red
encontramos algunas particularidades. Por ejemplo, cualquiera puede ser editor
e informar y opinar acerca de cualquier tema, sin estar mediatizado más que por
el tiempo que se necesita para elaborar y publicar la noticia en Internet.
Esto supone mayores oportunidades
de colaboración aunque también requiere un conocimiento importante de manejo de
tecnología.
Como conclusión podemos decir que
los diarios de campo o bitácoras de investigación pueden ser vistos como un
crisol de los diferentes ingredientes de un proyecto de investigación, lo que
incluye, experiencias previas, observaciones, lecturas, ideas y recursos para
capturar la vinculación de los distintos elementos entre sí.
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