El Principado
de ANDORRA es un pequeño país
soberano del suroeste
de Europa,
constituido en Estado independiente, de derecho,
democrático y social, cuya forma de gobierno es el coprincipado
parlamentario. Su
territorio está organizado en siete parroquias con una población total de 76 098
habitantes. Su capital es Andorra la
Vieja.
Tiene una extensión de 468 km² y está situado en los Pirineos,
entre España y Francia,
con una altitud media de 1996 metros sobre el nivel del mar.
Limita: por el sur con España,
con las comarcas catalanas de Cerdaña, Alto Urgel y Pallars
Sobirá; y por el norte con Francia,
limitando con el departamento de Ariège,
en la región de Mediodía-Pirineos.
Su sistema político tiene como jefes de
Estado a los copríncipes de Andorra: el obispo de Urgel, actualmente Joan Enric Vives I Sicília; y el presidente de la República Francesa,
en la actualidad François Hollande. El actual jefe de
Gobierno es Antoni Martí Petit. El idioma oficial es el catalán.
No tiene fuerzas
armadas propias y su defensa es responsabilidad de España y
Francia. En caso de emergencias o
desastres naturales, como por ejemplo las inundaciones que ocurrieron en el año 1982, se convoca al somatén,
formado por los cabezas de familia con nacionalidad andorrana.
Durante mucho tiempo pobre y aislado,
consiguió una notable prosperidad desde la Segunda Guerra Mundial a través del turismo y, especialmente, por su condición de paraíso
fiscal, condición que perdió para España desde el 10 de febrero de 2010.
El origen de la palabra Andorra es desconocido, aunque
se han formulado diversas teorías al respecto.
Una teoría sugiere que Andorra podría derivar
del árabe al-Darra, cuyo significado es
‘bosque’. Cuando los sarracenos invadieron la Península Ibérica, los valles de los Pirineos
estaban formados por grandes extensiones de bosques, y
otros pueblos, de regiones también dominadas por los musulmanes,
recibieron esta denominación.
Otras teorías sugieren que deriva
del término navarro andurrial,
que significa ‘tierra cubierta de arbustos’.
Por otro lado, la etimología
popular afirma que Carlomagno había nombrado la región en referencia al
valle bíblico canaanita de Endor o Andor, donde los
madianitas habían sido derrotados.
Durante el periodo del mesolítico,
pequeños grupos de humanos se asentaron en grutas próximas al Gran Valira,
como en la Balma de la Margineda, y
otros puntos del territorio como Pal, La Massana y Ordino, donde
el 5 de junio de 2001 se encontró un sarcófago fabricado con losas de pizarra y que contenía
restos humanos, brazaletes y recipientes de cerámica con alimentos.
Debido a la fertilidad de las tierras,
estos grupos las cultivaron y se establecieron definitivamente, recibiendo de
los pueblos que pasaron por su territorio, la cultura del bronceal
beneficiarse de los metales que habían en Arinsal.
La primera
referencia escrita sobre los andosinos, se encuentra en la
descripción que hizo el historiador griego Polibio sobre
el paso de Aníbal por
los Pirineos. Durante el siglo V, el Imperio romano sucumbe
a los visigodos, que ocupan la Galia meridional y parte de Hispania.
Trescientos años después, los musulmanes conquistan ese territorio, traspasando
la frontera con el Reino franco.
En el año 732, Carlos Martel los derrota en la batalla de Tours, frenando su expansión
hacia el Norte, aunque continúan asentados en los Pirineos. Posteriormente Carlomagno crea la Marca
Hispánica y su sucesor Luis el
Piadoso integra, en el
año 817, Andorra en el Imperio carolingio.
En la Edad Media los valles de Andorra pertenecían al Condado de
Urgel desde 839, al
ser cedidos por Carlos el
Calvo de la Francia
Occidental, actual Francia a Sunifredo I,
en el año 839. Con la expansión de
este condado hacia el sur, donde había terrenos más fértiles,
las zonas montañosas dejaron de tener interés para el conde y, en el año 1133, Ermengol VI cede todos los bienes y derechos
adquiridos sobre los valles de Andorra al obispo de Urgel. En el 1095, el obispado a
cambio de protección militar, cedió sus derechos políticos, militares y
judiciales a la familia Caboet, aunque conservó la soberanía sobre Andorra,
transformando el dominio territorial en un señorío episcopal. En 1185, Arnalda de Caboet
contrajo matrimonio con Arnaldo I de Castellbó. El matrimonio de Roger Bernardo II de Foix y Ermesinda de Castellbó, en 1208, supuso el dominio
feudal de Andorra por parte de los condes de
Foix, quienes irían aumentando su poder en Bearne, Reino de
Navarra y, siglos más
tarde, el Reino de Francia.
Como consecuencia de los conflictos
entre Roger Bernardo III de Foix y Pedro de Urtx, el 8 de
septiembre de 1278 se firma el primer pariaje en Lérida,
que fija los límites del poder de cada señor, representa la fundación del
Principado de Andorra y define las obligaciones de los andorranos en materia de diezmos y asuntos militares, por lo que se
formó un "condominio feudal", aunque esto no le preocupa a la Corona
de Aragón, ya que el condado de
Foix era vasallo suyo
y Andorra estaba dentro de las fronteras de la corona. Diez años después, como
consecuencia de la construcción de una iglesia fortificada
en san Vicente de Enclar por parte del conde de Foix, desde donde podía vigilar
las actividades del obispo de Urgel, se firmó el segundo pariaje en 1288. Este segundo tratado
otorga, entre otros aspectos, el derecho a nombrar por ambas partes unos notarios que ostenten su representación en el
Principado. En 1396 Martín el Humano, se anexionó los valles de Andorra, ya que
estaba aumentando el poder de Francia y el del C. Foix, pero se los devolvió
a la casa de Foix 4 años más tarde.
En 1419 se creó el Consejo de la Tierra, formado
por dos o tres representantes de las 6 parroquias, con el objetivo de defender
los intereses locales. De nuevo volvió a anexionárselos Fernando el Católico en 1512, en su lucha contra
los Albret de Navarra y contra los condes de Foix; pero los
reintegró un año más tarde a Germana de
Foix, que había de ser su segunda esposa. Carlos V ratificó
esta donación y renunció a todos sus derechos del Principado de Andorra,
excepto al de nombrar obispo, que ha sido retenido hasta la actualidad, que fue
agregado a la corona francesa por Enrique III de Navarra y IV de Francia ese mismo año, y su hijo en 1620 Luis XIII, lo declara unido a Francia hasta
la Revolución,
en el que Francia renunció a sus derechos temporalmente y el obispo de Urgel la
gobernó para si mismo, hasta que Napoleón volvió a aceptar la soberanía hasta 1814,
cuando fue liberada por Inglaterra y sus aliados y se formalizó un condominio entre Urgel y Francia, en el que se
reconocía su independencia, y por eso los jefes de
Estado serán el obispo de la
Seo de Urgel y el Rey de Francia, en la actualidad, el Presidente de la República Francesa.
En la sociedad andorrana anterior
al siglo XVII sólo
existían dos grupos sociales en el Principado: los focs que eran familias o
casas andorranas existentes desde hacía siglos y que tenían recursos económicos suficientes para pagar
los impuestos del Consell General o Parlamento, y
los casalers, grupo
formado por las casas más pobres. En la vida política únicamente podían
participar los miembros pertenecientes al primer grupo cuyo número era de 179
casas frente a las 600 de los casalers.
En el año 1866 se inició,
por Guillem d'Areny Plandolit y Antón Maestre, un proceso
democratizador con la Nova Reforma, que
concedió una participación más activa al pueblo andorrano en el gobierno del
país. Las principales modificaciones fueron:
Derecho de voto para
todos los cabeza de familia.
Incompatibilidad entre el cargo
de Consejero General y el de Cònsol o
Consejero del Común y duración de los cargos por cuatro años.
Renovación de los consejeros
-generales o del Común- cada cuatro años.
Limitación del número de
consejeros del Común en cada parroquia.
Creación del cargo de Comisionado
del Pueblo, con la finalidad de fiscalizar o controlar a la Administración y
las cuentas públicas.
Desde el 18 de agosto hasta
el 9 de octubre de 1933, un destacamento de gendarmes franceses ocupó Andorra debido a los altercados
producidos para conseguir el sufragio universal y a la lucha, más o menos encubierta, entre el Consejo
General, Consell General y los
copríncipes. Paralelamente, los obreros de FHASA que construían la carretera desde Andorra la Vieja
hasta el Pas de la Casa, y provenientes
de España afiliados
a la CNT y FAI, iniciaron una huelga para reivindicar mejoras en sus
condiciones de trabajo.
El único periodo histórico durante el
cual Andorra no dependió de ningún otro estado, salvo un periodo de anexión
directa a Francia por Napoleón entre
1812 y 1814, fueron unos días en 1934, en los cuales el
Barón de Orange, un ciudadano ruso llamado Boris de Skossyreff, se autoproclamó y coronó rey
de Andorra y, en apenas nueve días, proclamó una constitución,
un boletín oficial y varios decretos,
además de declararle la guerra al Copríncipe episcopal, el Obispo de
Urgel. Ante el reinado de Boris I, el 8 de julio Francia comunicó oficialmente que no
intervendría en Andorra. El Obispo de Urgel no tardó en actuar por la fuerza el
día 21 de ese mismo mes, pidiendo ayuda a cuatro guardias
civiles y un sargento españoles con base en el cuartel de la Seo de Urgel, que acompañaron al
supuesto monarca hasta la frontera hispano-andorrana. Los habitantes del
Principado no hicieron nada por impedirlo, viéndole marchar hacia Seo de Urgel detenido y esposado. A la mañana
siguiente fue trasladado a Barcelona y puesto a disposición del juez Bellón. Reaparecería durante febrero
de 1938, en Aix-en-Provence,
reivindicando el trono andorrano, aunque fue detenido por las autoridades
francesas y juzgado el 21 de marzo de 1938.
En 1936, con motivo de la Guerra Civil Española, se repitió la
presencia de gendarmes franceses, comandados nuevamente por el coronel René Baulard hasta 1940, año en que Francia
se rinde al ejército
alemán. La Guerra Civil Española y la consiguiente victoria del bando franquista, además
del estallido de la II Guerra Mundial y la invasión de Francia por parte de los
alemanes de Hitler,
dejó al país en una difícil tesitura, amparada por el Gobierno de
Vichy dirigido por el Mariscal
Petain, tuvo que simpatizar forzosamente con los regímenes nazi y de Francisco
Franco para mantener
su neutralidad,
aprovechando esta situación para organizar cadenas de evasión destinadas a
pasar judíos perseguidos por la Gestapo,
así como oficiales y soldados aliados hacia España. Finalmente, en 1944, debido a las
incursiones de maquis desde Andorra hacia España, el general de
Gaulle envió a un
contingente de gendarmes para evitar la invasión franquista de Andorra. A su vez, el Copríncipe
episcopal también envió un destacamento de guardias civiles, permaneciendo,
tanto franceses como españoles, hasta 1945.
El 14 de enero de 1982 entró en funciones el primer gobierno
andorrano, presidido por Òscar Ribas Reig. La última fecha histórica es
el 14 de marzo de 1993, cuando se aprobó en referéndum la segunda Constitución escrita de su historia, que
desarticuló las últimas reminiscencias feudales del Principado al declarar al
pueblo andorrano como único soberano del
Estado.
La
superficie de Andorra, englobada en la península ibérica, es de 468 km², siendo un país montañoso, con 65 picos de más de 2.500 m de
altitud. La montaña más alta es el pico de Comapedrosa que,
con una altitud de 2.942 msnm, está situado en la cordillera de los Pirineos,
enclavado entre la frontera de España y Francia. Es una región de escarpados
picos montañosos y estrechos valles por donde fluyen numerosos cursos de agua que se unen
para formar los tres ríos principales: el río Valira del Norte, el río Valira de
Oriente y el río Gran Valira. Hay grandes extensiones boscosas de pinos y abedules debido al clima mediterráneo de alta montaña del que
goza el país. En 2004, el valle de
Madriu-Perafita-Claror fue
declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
El idioma
oficial de Andorra es
el catalán,
es el único estado que lo tiene como único idioma oficial. Aunque la realidad lingüística es el
resultado de la gran transformación demográfica que ha vivido el país desde la
segunda mitad del siglo XX:
en 1940 las personas extranjeras residentes en
el país representaban sólo el 17%; en 1989 representaban el 75,7% —máximo
histórico— y en 2007 son alrededor del 65%. También
suele oírse el francés,
obviamente por la situación fronteriza del Principado. Recientemente ha habido
un incremento significativo de la población de habla portuguesa.
De acuerdo con el Servicio de
Política Lingüística del
gobierno andorrano, el catalán es la lengua
materna del 49,4% de
la población de nacionalidad andorrana, pero sólo el 29,9% de la población
total lo utiliza. Por el
contrario, el español es la lengua materna más extendida entre la población del
Principado. A pesar del crecimiento de la población de nacionalidades andorrana
y portuguesa, el 43,4% declaró que el español es su lengua materna. El estudio muestra que en los últimos
años se ha producido un deterioro de la posición de la lengua catalana en favor
del español.
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