Un CUENTO
es una narración breve creada por uno o varios autores,
basada en hechos reales o imaginarios, inspirada o no en anteriores escritos o
leyendas, cuya trama es
protagonizada por un grupo reducido de personajes y con un argumento
relativamente sencillo y, por lo tanto, fácil de entender.
El cuento es compartido tanto por vía
oral como escrita; aunque en un principio, lo más común era por tradición oral.
Además, puede dar cuenta de hechos reales o fantásticos pero siempre partiendo
de la base de ser un acto de ficción, o mezcla de ficción con hechos reales y personajes
reales. Suele contener pocos personajes que participan en una sola acción
central, y hay quienes opinan que un final impactante es requisito
indispensable de este género. Su objetivo es despertar una reacción emocional
impactante en el lector.
Aunque puede ser escrito en verso, total o
parcialmente, de forma general se da en prosa. Se realiza mediante la
intervención de un narrador, y con preponderancia de la narración sobre el
monólogo, el diálogo, o la descripción.
El cuento, dice Julio
Cortázar, como en el boxeo, gana por knock
out, mientras que la novela gana por puntos. El cuento recrea
situaciones. La novela recrea mundos y personajes su psicología y sus caracteres.
En resumen, un cuento es una obra de
ficción que se desarrolla con ciertos seres y acontecimientos. Además, un
narrador es quien presenta a los personajes, los puntos de vista, los
conflictos, y el desenlace.
Clásicamente, un cuento se caracteriza
por su corta extensión pues por cierto debe ser más corto que una novela, y
además, suele tener una estructura cerrada donde desarrolla una historia, y
allí solamente podrá reconocerse un clímax.
En la novela, y aun en lo que se llama novela corta, la trama desarrolla
conflictos secundarios, lo que generalmente no acontece con el cuento, ya que
éste sobre todo debe ser conciso.
Los límites entre un cuento y una novela corta son un tanto difusos. Una novela corta
es una narración en prosa de menor extensión que una novela y menor desarrollo de los personajes y
la trama, aunque sin la economía de recursos narrativos propia del cuento.
El cuento popular: Es una narración tradicional breve
de hechos imaginarios que se presenta en múltiples versiones, que coinciden en
la estructura pero difieren en los detalles, donde los autores son desconocidos
en la mayoría de los casos aunque puede que se conozca quien lo recopiló. Tiene
3 subtipos: los cuentos de hadas, los cuentos de animales, y
los cuentos de costumbres. El mito y la leyenda son
también narraciones tradicionales, pero suelen considerarse géneros autónomos,
un factor clave para diferenciarlos del cuento popular es que no se presentan
como ficciones.
El cuento literario: Es el cuento concebido y
transmitido mediante la escritura. El autor en este caso suele ser conocido. El
texto, fijado por escrito, se presenta generalmente en una sola versión, sin el
juego de variantes características del cuento popular de tradición
fundamentalmente oral. Se conserva un corpus importante de cuentos del Antiguo
Egipto, que constituyen la primera muestra conocida del género. Una
de las primeras manifestaciones de este tipo en lengua castellana es la obra El conde
Lucanor, que reúne 51 cuentos de diferentes orígenes, escrito
por el infante don Juan Manuel en el siglo xiv.
El cuento se compone de tres
partes:
Introducción, inicio o
planteamiento: Es la
parte inicial de la historia, donde se presentan todos los personajes y
sus propósitos, pero principalmente, donde se presenta la normalidad de la
historia. Lo que se presenta en la introducción es lo que se quiebra o altera
en el nudo. La introducción sienta las bases para que el nudo tenga sentido.
Desarrollo, nudo o medio: Es la parte donde se presenta
el conflicto o el problema de la historia; allí toman forma y se suceden los
hechos más importantes. El nudo surge a partir de un quiebre o alteración de lo
planteado en la introducción.
Desenlace, final o
conclusión: Es la
parte donde se suele dar el clímax y
la solución al problema, y donde finaliza la narración. Incluso en los textos
con final abierto, hay un desenlace.
El cuento presenta varias características que
lo diferencian de otros géneros narrativos:
Ficción: aunque puede inspirarse en
hechos reales, un cuento debe, para funcionar como tal, recortarse de la
realidad.
Argumental: el cuento tiene una
estructura de hechos entrelazados acción–consecuencias en un formato de
introducción–nudo–desenlace consultar el artículo Estructura argumental.
Única línea argumental: a diferencia de lo que
sucede en la novela, en el cuento todos los acontecimientos se encadenan en una
sola sucesión de hechos.
Estructura centrípeta: todos los elementos que se
mencionan en la narración del cuento están relacionados y funcionan como
indicios del argumento.
Protagonista: aunque puede haber otros
personajes, la historia habla de uno en particular, a quien le ocurren los
hechos principales.
Unidad de efecto: comparte esta
característica con la poesía. Está escrito para ser leído de principio a fin, y
si uno corta la lectura, es muy probable que se pierda el efecto narrativo.
La
estructura de la novela permite, en cambio, leerla por partes, y por otra
parte, la extensión de la misma tampoco deja otra opción.
Prosa: el formato de los cuentos
modernos, a partir de la aparición de la escritura, suele ser la prosa.
Brevedad: para cumplir con las
características recién señaladas, el cuento debe ser breve.
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