El ORNITORRINCO
es una especie
de mamífero semiacuático endémico del este de Australia y de la isla de Tasmania.
Es una de las cinco especies –junto con las cuatro de equidna–
que perviven en la actualidad del orden de
los monotremas,
grupo que reúne a los únicos mamíferos actuales que ponen huevos en
lugar de dar a luz crías vivas.
Es el único representante vivo de la familia Ornithorhynchidae y del género Ornithorhynchus.
La inusual apariencia de este mamífero
–ponedor de
huevos, venenoso, con hocico en forma de pico de pato,
cola de castor
y patas de nutria–
desconcertó a los naturalistas europeos cuando se lo encontraron por primera
vez, llegando incluso a ser considerado por algunos como una elaborada
falsificación. Es uno de los pocos mamíferos venenosos existentes; los machos
tienen un espolón en las patas posteriores que libera un veneno capaz de
producir un dolor intenso a los humanos. Sus características únicas lo
convierten en un importante sujeto de estudio en el campo de la biología evolutiva, así como en un símbolo
reconocible e icónico de Australia;
ha aparecido como mascota en acontecimientos nacionales y aparece al dorso de
la moneda australiana de 20 céntimos. El ornitorrinco es el emblema
animal del estado de Nueva Gales del Sur.
Hasta principios del siglo XX se lo cazaba por su piel, pero
actualmente está protegido en todo su ámbito de distribución. No se considera que se encuentre bajo amenaza inmediata, a
pesar de que los programas de reproducción en cautividad han tenido un éxito bastante
limitado, y de que es una especie vulnerable a los efectos de la contaminación.
Cuando el ornitorrinco fue descubierto
por primera vez por los europeos en 1798, el capitán John
Hunter, segundo gobernador de Nueva Gales del Sur, envió un bosquejo y la
piel de un ejemplar a Gran Bretaña. A la vista de tan extraño animal, los
científicos británicos creyeron encontrarse ante una broma pesada.4 George Shaw,
que en 1799 hizo la primera descripción del
ornitorrinco en la revista Naturalist's Miscellany, afirmó que
era imposible no haber mostrado dudas sobre su autenticidad y Robert Knox creyó que podría haber sido creado por
algún taxidermista asiático. Se creía que alguien había cosido el
pico de un pato al cuerpo de un animal parecido a un castor. Shaw incluso
utilizó unas tijeras para comprobar si había suturas en la piel disecada.
Su nombre común en inglés, Platypus,
es un término latinizado derivado de las palabras griegas πλατύς (platys, plano, ancho) y πους (pous, pie), «pie plano». Shaw
se lo asignó como un nombre de género linneano cuando lo describió por primera vez
(siendo el nombre de la especie Platypus anatinus), pero pronto se
descubrió que ese nombre de género ya pertenecía a unos escarabajos de la madera (género Platypus). En 1800 fue descrito de manera independiente
como Ornithorhynchus paradoxus por Johann Blumenbach, a partir de un ejemplar
que le entregó Sir Joseph Banks, y, siguiendo las reglas de prioridad de nomenclatura,
posteriormente se le reconoció oficialmente como Ornithorhynchus
anatinus.
El nombre científico se forma con Ornithorhynchus,
que deriva de la palabra griega ornithorhynkhos (ὄρνις, -ιθος, pájaro, y ῥύγχος,
pico); y anatinus, que en latín significa «semejante a un pato». El
nombre común en español proviene
también del griego ornithorhynkhos.
Por lo general es de un color marrón
intenso en la espalda y los lados de la cabeza, cuerpo y parte superior de las
patas; la región ventral es de un color rubio o gris sedoso. El cuerpo y la ancha cola plana están
cubiertos con un pelaje espeso que retiene una capa de aire aislante que
mantiene al animal caliente. La
cola es similar a la del castor,
pero a diferencia de éste, que la emplea para propulsarse, el ornitorrinco solo
la utiliza para maniobrar en el agua; asimismo utiliza la cola como almacén de
reservas de grasa, una adaptación que también presentan animales como el diablo de Tasmania Sarcophilus harrisii. Tiene
patas palmeadas y un gran hocico ancho y plano, cubierto de una piel suave y de
aspecto similar a goma húmeda; estos rasgos son más parecidos a los encontrados
en un pato que a los encontrados en cualquier mamífero conocido. La membrana que posee entre
los dedos de las patas delanteras es mayor que la de las posteriores y
sobrepasa el extremo de los dedos para conseguir mayor superficie de empuje, ya
que es con las extremidades anteriores con las que se desplaza durante el
buceo. Cuando se desplaza por tierra pliega dicha membrana hacia atrás, dejando
expuestas sus fuertes uñas.
A diferencia del pico de
las aves, en el que las partes
superior e inferior se separan para revelar la boca, su hocico es un órgano
sensorial con la boca en la parte inferior. Los orificios
nasales están situados
en la superficie dorsal del hocico, mientras que los ojos y las orejas se
encuentran en un surco situado justo detrás del hocico; este surco se cierra
cuando el animal nada. Tiene
aproximadamente la mitad de receptores olfativos que la mayoría de los mamíferos, sin
embargo cuenta con la habilidad de oler bajo el agua, adaptación valiosa
durante su búsqueda subacuática de alimento. Los investigadores piensan que
esta habilidad puede haberse ganado cuando el linaje de los ornitorrincos experimentó una
expansión en los genes que codifican para cierto receptor de
olor llamado receptor vomeronasal. Se ha escuchado a ornitorrincos emitir
un gruñido grave cuando se los molesta, y en ejemplares en cautividad se han
registrado varios tipos de vocalizaciones
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