El CHAPULÍN COLORADO Nombre
completo: Chapulín Colorado Lane
es un superhéroe Latinoamericano,
principal protagonista de la serie de su mismo nombre. Este superhéroe es poco
común, no cuenta con todas las cualidades de otros grandes superhéroes como Superman y Batman,
sin embargo lograba superar sus defectos y sobreponerse a sus problemas, y en
esto subyace la grandeza del ser humano.
El Chapulín con frecuencia y por
equivocación atrapaba a las personas inocentes y dejaba ir a los criminales,
causando situaciones graciosas. Sin embargo, al final, todo se aclaraba
(típicamente por otros o por algún accidente debido a sus errores) y los malos
finalmente eran llevados a la cárcel, obteniendo el Chapulín todo el crédito de
su captura, aunque no todos los episodios tenían un final agradable por factores
de la trama.
La presentación clásica de los años
1970 lo anunciaba como:"Más ágil
que una tortuga, más fuerte que un ratón, más noble que una lechuga, su escudo
es un corazón. Es el Chapulín Colorado."
Desde la perspectiva de Roberto Gómez
Bolaños, el Chapulín era una antítesis de los grandes comics de Súper héroes
como Batman o Superman
El Chapulín
Colorado posee grandes superpoderes, teletransportarse (para aparecer cuando
alguien lo necesite o también lo llegó a usar para combates cuerpo a cuerpo),
respirar en el espacio sin necesidad de cascos u otras cosas, viajar en el
tiempo (cuando lo necesitaban en el pasado o futuro), a veces hace
"volar" , salta grandes distancias (de ahí el nombre
"Chapulín") y utilizaba varios instrumentos que le permiten realizar
todas sus hazañas, tales como:
Chipote chillón: Es un utensilio parecido a
un martillo, de color rojo, con el mango amarillo, que aparecía silbándole y
que volaba, el cual dependiendo del estado de animo del chapulín era más fuerte
o débil. Siempre está a la mano en el momento justo que lo necesita.
Chicharra paralizadora: Es una corneta que le
permite paralizar a algunas personas. Al sonar la chicharra una vez, los
objetos se paralizan, y vuelven a su estado normal sonándola dos veces. El
Chapulín solo fue afectado una vez, cuando se paralizó a sí mismo por
accidente.
Pastillas de chiquitolina: Son unas pastillas que le
ayudan a reducirse de tamaño a una estatura aproximada de 20 cm. Al estar así,
permite entrar a lugares insospechados y hasta pelear cara a cara con un ratón.
El efecto de las pastillas de chiquitolina solo dura unos cuantos minutos.
Antenitas de vinil: Están colocadas en su
cabeza, estas vibraban cuando un enemigo estaba cerca, actuando como el sentido
arácnido del Hombre Araña; además de poder hacerlo más ágil,
tal como se vio en el episodio del pistolero veloz, y servir como radio de dos
bandas. El hecho de detectar al enemigo era siempre inútil ya que para
emboscarlo siempre se ponía en el lugar incorrecto de la puerta y/o era
sorprendido por el portazo. Otra característica que presentan, es que detectan
cualquier idioma del universo y como se vio en el episodio "Todos caben en
un cuartito sabiéndolos acomodar" también pueden detectar cualquier llamada
de auxilio. Y a veces le sirven para el llamado de ayuda de alguien.
Su
indumentaria es un uniforme rojo desde su cabeza hasta los pies, chaqueta roja
al estilo frac, en la cabeza lleva dos "Antenitas de Vinil", lleva un
pantalón corto de color amarillo y tiene un escudo en el pecho en forma de
corazón con sus iniciales "CH". Lleva zapatillas amarillas con
cordones rojos.
Usualmente, el Chapulín Colorado
esperaba a que alguien fuera víctima de actos como robos, asaltos, secuestros u
otros crímenes. La víctima siempre preguntaba "¡Oh! Y ahora ¿quién podrá defenderme/ayudarme?" Entonces,
el Chapulín aparecía de la nada diciendo "¡Yooo!", a lo que la víctima exclamaba entusiasmadamente
"¡El Chapulín Colorado!",
y éste siempre respondía entonces "¡No
contaban con mi astucia!"... y normalmente se estrellaba contra
algún obstáculo o cometía alguna de sus típicas torpezas. Aunque en los
primeros episodios decía: "¡El
mismo!" tal como se aprecia en los capítulos de "Los
Supergenios de la Mesa Cuadrada".
Asimismo, cuando se atemorizaba,
rezaba la siguiente oración: "Árbol
de la esperanza, mantente firme, que no lloren tus ojos al despedirme".
Otras de sus frases más famosas
incluyen:
"¡Síganme los buenos!" (Lo cual era seguido por él para
estrellarse contra una pared, puerta, u otro obstáculo).
"Lo sospeché desde un principio" (Lo cual diría luego de que
alguien le hiciese notar una mejor forma de hacer en forma de retrospectiva).
"Todos mis movimientos están fríamente calculados" (Lo dice
generalmente luego de caerse al suelo, como una forma de justificar su
torpeza),
"Se aprovechan de mi nobleza" (Lo cual solía decir después
de que alguien lo llamara "torpe" o lo regañara por la misma razón),
"Lo hice intencionalmente para..." seguido de una razón, por
ejemplo: "Lo hice intencionalmente para asegurarme de que la puerta estaba
cerrada" luego de golpearse con la misma;
"Es exactamente lo que iba yo a decir" (Cuando se le hace
alguna sugerencia)
"Yo opino..." (Típica frase que siempre dejaba a medias
porque siempre era interrumpido, normalmente con “¡Tú: te callas!” o "¡No
opines, Chapulín!"), y
"Que no panda el cúnico" cuando realmente quiere decir
"Que no cunda el pánico",
causada por una aparente dislexia verbal.
También, al tratar de dar
consejos, solía mezclar dos dichos populares, luego solía reflexionar en voz
alta sobre lo que acababa de decir, confundiéndose aún más. Por ejemplo:
"Cría cuervos y te sacarán los ojos" y "Dime con quién andas y te diré quien eres" se
convierten en "Cría cuervos y te
diré quién eres...no... dime con quién andas y te arrancaré los ojos...no...
los cuervos andan con sus novias, y los ex novios se ponen celosos y les sacan
los ojos a los novios, pero no importa porque el amor es ciego... bueno, la
idea es esa."
De forma parecida, "Agárrenlo que se escapa" pasa a
ser "Escápenlo que se agarra",
frases que hasta ahora se siguen utilizando haciendo referencia a la manera
correcta de decir esas frases.
Otra expresión que suele utilizar
es "¡Chanfle!".
Por ejemplo, "Extracto de
energía volátil" a lo que el Chapulín pregunta "Extracto de energía vo-¿Qué?" "¡...-latil!"
"¡Chanfle!" Y si luego
se decía otra frase que no entendía, respondía con un "¡Re chanfle!",
y si seguía otra palabra o frase complicada, la que el cuestionaba nuevamente,
al responderle remataba con un "¡Recontra chanfle!".
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