Una ARRACADA es un tipo de pendiente para las orejas que a diferencia de los aretes cuenta
con un adorno colgante.
Antiguamente en las bodas el hombre entregaba a la mujer, además
de la sortija un adorno para las orejas. Estos
presentes se denominaban arras, de donde habría
derivado el nombre de arracadas. La forma más común era la media luna.
Llevaron arracadas en forma circular
muchos pueblos antiguos como los egipcios, asirios, fenicios, etruscos,
celtas e iberos, siendo un notable ejemplo ibero la arracada de la Condomina. De estos últimos
son buena prueba algunas estatuas como la famosa de la Dama de Elche y acaso tuvieron el mismo destino
muchas de las placas discoidales de bronce repujado halladas en las tumbas
celtibéricas.
De labor fenicia con reminiscencias
asirias son las magníficas arracadas de oro halladas en el Tesoro de
Aliseda. Los árabes en España usaron también grandes pendientes con
múltiples colgantes a cuya imitación los llevaron las damas de varias regiones,
aun en la Edad Moderna.
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