El MATRIARCADO refiere a un tipo de sociedad
en la cual las mujeres, especialmente las madres tienen un rol central de liderazgo político, autoridad moral , control de la propiedad y de la
custodia de sus hijos. Confundida a veces con los términos ginarquía, ginocracia, ginecocracia, o sociedad ginocéntrica.
No se tiene evidencia de sociedades en
las que existiendo una distribución desigual del poder entre hombres y mujeres,
las mujeres tuvieran preeminencia sobre los varones; al contrario de lo que
sucede en el patriarcado,
donde los hombres son los que poseen preeminencia respecto de las mujeres. Las
sociedades realmente existentes donde las mujeres tienen un lugar distinto al
patriarcal son llamadas matrilineales, matrilocales o matrifocales.
La existencia del matriarcado ha sido
mencionada por los teóricos del evolucionismo del siglo XIX.
Aunque existe un número importante de
sociedades matrilineales documentadas, no siempre se utiliza
correctamente el término "matriarcado". Muchos autores usan
erróneamente el término "matriarcado" para referirse a sociedades
matrilineales o matrilocales, como dice Marvin Harris. Harris y Young ponen ejemplos de sociedades no
patriarcales en la Tierra del Fuego y en las selvas tropicales del
noroeste amazónico
y el centro de Brasil. Sin embargo, en modo alguno se han encontrado ejemplos
claros de sociedades en las que exista o haya existido un matriarcado, es decir
un estado de dominación femenina, la contraparte del patriarcado.
En algunas de estas sociedades existen
mitos que afirman un pasado matriarcal y que posteriormente las mujeres
perdieron el poder y fueron los hombres quienes comenzaron su reinado e
impusieron su autoridad, formando las sociedades patriarcales. Un mito clásico
en este sentido sería el que recogió Gusinde,
entre los selknam de la isla Grande de Tierra del Fuego,
y los yaganes del archipiélago al sur de ésta.
Dichos grupos tienen mitos similares que hablan de un pasado mítico en el que
mandaban las mujeres, que engañaban arteramente a los hombres haciéndoles creer
que ciertos seres sobrenaturales avalaban aquel orden social. Cierto día, los
hombres descubrieron el engaño y mataron a todas las mujeres adultas, volteando
el sistema en su propio beneficio y fundando una sociedad dominada por los
hombres, con los mismos rituales, entre los selknam ahora legitimando la dominación
masculina y haciendo creer a las mujeres y niños que los participantes en aquel
ritual hombres disfrazados eran seres sobrenaturales. Se trata de un clásico
mito y rito de inversión de roles que trata de legitimar el orden social de
dominación masculina.
No obstante, como dice Marvin Harris,
el hecho de que hasta la actualidad todas las sociedades humanas en el pasado
conocido hayan sido sexistas no es razón para adjudicar tal hecho a la
naturaleza humana, o para pensar que necesariamente así serán las sociedades
futuras
Es muy importante distinguir el
matriarcado del matrilinaje,
que es una cuestión diferente. En algunas sociedades el prestigio social y la
adscripción de bienes y posesiones se recibe por vía materna, más que por vía
paterna. Eso en general implica que en algunas sociedades son las mujeres
quienes heredan las tierras familiares y no los hombres. Aunque en muchas
sociedades matrilineales las mujeres tienen un poder decisorio sobre asuntos
familiares razonablemente importantes. La posición social viene de la madre más
que del padre y las familias
extensas y las alianzas tribales se establezcan sobre líneas sanguíneas
femeninas. Aun así, en algunos pocos casos, los hombres tienen más autoridad
formal que las mujeres, siendo quien la ostenta el hermano de la cabeza de
familia más que el marido de la cabeza de familia. De hecho, algunas pocas
sociedades matrilineales son avunculocales, lo cual
significa que los hijos de la cabeza de familia están sometidos a la autoridad
del tío materno, más que del padre.
El matriarcado es una acepción
diferente a la de matrilocalidad, usado por algunos
antropólogos para describir sociedades en donde la autoridad maternal se basa
en relaciones domésticas, debiéndole al esposo unirse a la familia de la
esposa, en lugar de que la esposa se mude a la villa o tribu del esposo, así,
ella es mantenida por su familia extendida, y el esposo tiende a estar
socialmente aislado. Otros pasos coadyuvantes son la matrifocalidad y la poliandria,
generalmente fraternal.
Así, el matriarcado es una combinación
de estos factores: matrilinealidad y matrilocalidad.
Pero lo más importante es el hecho de que la mujer está a cargo de la
distribución de los bienes para el clan y, especialmente, de las fuentes de
nutrición, campo y comida. Esta característica hace que todos los miembros del
clan dependan más de la matrilinealidad y matrilocalidad, y esto le otorga a la
mujer una fuerte posición en las sociedades que hoy son consideradas matriarcales.
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