El TOLOLOCHE es un tipo de contrabajo usado en la música tradicional de México.
Por lo general posee cuatro cuerdas, se toca sin arco y se puntea con los dedos
o técnica del "pizzicato".
El tololoche antiguo fue un invento
del músico yucateco Juan Tolvaños, el cual fabricó un guitarrón-violoncello de
cuatro cuerdas con mástil dividido en siete trastes, que solamente se punteaba.
A este instrumento lo llamaron "tolo loch", del maya: tolo, toro y
loch abrazado, que posteriormente quedaría en tololoche. En la actualidad a
cualquier contrabajo usado en músicas regionales también se le llama tololoche.
Generalmente el tololoche está
construido de madera de pino para el brazo y caobilla en la caja, a diferencia del
contrabajo. El instrumento tiene 4 cuerdas, cuya afinación es de "La"
sonido más grave, "Re", "Sol", "Do" sonido más
agudo.
En el norte de México se utiliza para
acompañar a los músicos Fara Fara, en música norteña; las cuales
se tocan con acordeón, tarola,
tololoche, saxofón,
y bajo sexto.
Es también utilizado por los músicos que tocan en bares y cantinas de ciudades del norte del país. En el
Noreste de México, específicamente en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, es
común referirse a las agrupaciones que tocan este tipo de música como Fara
Fara. Por ejemplo, se dice "vamos por unos taca taca ", esto cuando
se quiere amenizar alguna fiesta o reunión social.
También recibe el nombre de chicoteado porque es el sonido que produce al
vibrar la cuerda, como si un látigo hiciera un sonido. Muchas veces se alterna
la nota chicoteada con dos golpes con la palma de la mano para producir un
golpe de percusión, mientras que otros, prefieren golpear la caja como si fuera
un cajón peruano,
creando un tipo de música donde a veces no hay batería alguna
que acompañe la música.
La diferencia del contrabajo y el tololoche es prácticamente que este último es
más percusivo, su sonido no existe con arco, utiliza en realidad 4 cuerdas para
tener más espacio entre los dedos y así poder jalar la cuerda. Su peso es
ligero debido al material, sus maderas varían y son corrientes por el uso en el
área de trabajo (cantina) lleva un alma debajo del puente en la cuerda de sol
la cual vibra y envía todo el sonido a través de la barra armónica las maderas
fuertes están en el diapasón y el puente de arriba la madera del diapasón en
los estados del noroeste del país son mezquite y quinilla. Para el puente de
arriba es palo fierro, para el resto del tololoche se usa el pino.
El tololoche se decora con adornos por
la orilla de los lados con cedro y pino alternando colores, así tapa el error
de construcción y protege en caso de un accidente.
En relación ala varilla que tiene
debajo esta es fija, hecha con madera de palo de escoba, esta fija y al final
contiene un tapón material de plástico de las muletas para inválidos.
Las cuerdas antes se hacían de intestino de gato. Después se usaron las
entorchadas cuerdas de metal con nylon.
El instrumento se hace y trabaja sin
maquinaria eléctrica, sólo gubias, formones, martillo, pegamento, berbiquíes
y serrucho.
El tololoche ya está en vías de extinción,
sustituido por los instrumentos eléctricos que ofrecen muchas y muy diversas
opciones, aunque varios grupos e incluso compositores,
lo han vuelto a usar. También su uso es constante en rondallas y grupos
acústicos pequeños, por su gran movilidad. Los intérpretes de narcocorridos
son los que le han dado uso en los últimos años.
Su fabricación a diferencia de otros
instrumentos de cuerda merece un reconocimiento especial pues no existen
medidas estándares y su toque es totalmente sentido manual para saber el grosor
del brazo y la altura de las cuerdas, simplemente es a gusto del fabricante, y
no contiene esas medidas estándares exactas como la guitarra, sin embargo el
grosor del brazo es especialmente diseñado para soportar las altas tensiones de
las afinación. Su construcción depende totalmente de la experiencia manual,
cualquier intervención con máquina lo hace independiente de la tradición, por
lo tanto los lauderos de este instrumento desconocen cualquier proceso
industrial, criticando su fría intervención.
Actualmente en las regiones como
Sonora existen pocos lauderos dedicados a la fabricación del instrumento.
Herméticos, generalmente guardan los secretos y recetas de las fabricaciones,
sin embargo existen alternativas que ayudan a la formación de nuevos lauderos.
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