Las PAPERAS, son una enfermedad contagiosa que puede ser aguda o crónica, localizada
fundamentalmente en una o ambas glándulas parótidas, que son glándulas
salivales mayores ubicadas detrás de las ramas ascendentes de la mandíbula.
Es causada por un virus de los Paramyxoviridae,
causando una enfermedad clásicamente de niños y adolescentes, aunque puede
también causar infecciones en adultos sensibles. Por lo general, la enfermedad produce
inmunidad de por vida, por lo que puede ser prevenida por la administración de
una vacuna, la vacuna triple vírica, SPR.
La parotiditis puede afectar
diferentes glándulas del cuerpo, el sistema nervioso central y los testículos.
Las complicaciones más frecuentes son la meningitis y la inflamación
testicular que puede
llevar a la infertilidad.
El tratamiento consiste en el alivio de los síntomas.
En la obra Epidemias,
de Hipócrates, escrita aproximadamente entre los
años 475 y 466 a. C. ,
se describe una epidemia de parotiditis ocurrida en la isla de Tasos.
Es una enfermedad viral poli glandular,
común en la infancia, pero no exenta de presentarse en la edad adulta, en cuyo
caso se caracteriza por producir inflamación de las glándulas parótidas principalmente,
aunque afecta otras glándulas del cuerpo. Antes de la introducción de la
vacunación universal, la parotiditis era una enfermedad que una vez fue
endémica en todo el mundo, afectaba a la mayoría de los niños entre 2 y 15 años
de vida, con aproximadamente un 90% de adultos jóvenes con una serología
positiva. Desde la introducción
de la vacuna,
la incidencia disminuyó bruscamente con solo ocasionales brotes de la
enfermedad en Latinoamérica. Actualmente su incidencia aumenta a finales del invierno y durante la primavera en climas
templados, en particular entre instituciones de acogida colectiva de
niños, como las guarderías. Con un periodo de incubación de 14-21 días, siendo
más contagiosa unos 4 días antes de la inflamación visible de las parótidas. Se
transmite por contacto con gotitas de saliva en
el aire procedentes de un individuo infectado y, en menor medida, la infección
puede propagarse a través de la orina.
La vacunación ha eliminado
prácticamente las formas de la infancia y, paradójicamente, ha aumentado el
número de casos en adultos jóvenes que a menudo reciben la vacunación de manera
incompleta sin la dosis de recuerdo, pero a veces por administración
incorrecta.
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