CARTAGO fue una importante ciudad de la Antigüedad, fundada por los fenicios procedentes
de Tiro en un enclave costero del norte de África,
a 17 km de la actual ciudad de Túnez.
Existen numerosas fechas expuestas por
los historiadores clásicos sobre la fecha fundacional de Cartago. La leyenda
clásica cuenta que fue
la princesa Dido quien la fundó en el año 814 a. C. Si bien el consenso actual es afirmar
que la ciudad fue fundada entre los años 825 y 820 a. C. con el nombre de Qart
Hadašt ciudad nueva.
Tras la decadencia de Tiro, Cartago
desarrolló un gran Estado,
de carácter republicano con ciertas características monárquicas o de tiranía,
que evolucionó a un sistema plenamente republicano. Los territorios controlados por
Cartago la convirtieron en la capital de una próspera república, viéndose
enriquecida por los recursos provenientes de todo el Mediterráneo occidental.
Cartago fue durante mucho tiempo una ciudad más próspera y rica que Roma.
Durante su apogeo llegó a tener 400 000 habitantes, edificios de
hasta siete pisos de altura, un sistema de alcantarillado unificado y docenas
de baños públicos.
La República cartaginesa se enfrentó a la República romana por la hegemonía en el Mediterráneo
occidental, siendo derrotada totalmente en el 146 a. C.,
lo que supuso la desaparición del Estado cartaginés y la destrucción de la
ciudad de Cartago.
En el 29 a. C. Octavio fundó en el mismo lugar una colonia
romana Colonia Iulia Concordia
Carthago, que se convirtió en la capital de la provincia romana de África, una de las
zonas productoras de cereales más importantes del imperio. Su puerto fue vital
para la exportación de trigo africano hacia Roma. La ciudad llegó a ser la
segunda en importancia del Imperio con 400 000 habitantes. En el año 425, los vándalos conquistaron Cartago durante el
reinado del rey Genserico y la convirtieron en la capital de su
nuevo reino. La ciudad fue reconquistada por el general bizantino Belisario en el año 534, permaneciendo bajo
influencia bizantina hasta el705.
Cartago estaba situada en una
península comprendida entre el golfo y el lago de Túnez. La ciudad estaba
protegida por una triple muralla, cada sección contaba con 25 m de altura
y unos 10 m de ancho, situada en el istmo, a unos 4 km del mar. La
propia muralla tenía cuarteles con capacidad para albergar a
20 000 infantes. El diseño urbanístico y la arquitectura eran una
mezcla de modelos con antecedentes sirio-palestinos de tipo predominantemente
orgánico y de modelos de lógica hipodámica, en parte creada por su propia
práctica de la construcción y, en parte, sobre todo en su última fase, por
influencia griega y helenística.
La zona alta se desplegaba partiendo
de la colina de Byrsa, donde se hallaba la
inexpugnable fortaleza del mismo nombre y el templo de Eshmún. En las laderas de la
colina se encontraban las grandes residencias de la aristocracia cartaginesa.
Se descubrieron restos de casas recubiertas por las cenizas del incendio de su
destrucción, en el año 146 a. C. poseían características muy similares
a las helenísticas, siendo un recinto con calles concéntricas. En el barrio
Magón se observa una operación a gran escala de una remodelación urbanística
del siglo III a. C., con el aprovechamiento del espacio que ocupaba
la antigua puerta de la muralla, del siglo V, para construir viviendas de lujo.
El barrio de Salambó era el centro político y económico de la ciudad, estaba
unido al puerto comercial por tres avenidas descendentes, y en él se hallaba el foro principal
y el ágora,
donde se practicaba un intenso comercio. Probablemente, el Senado de Cartago se reunía para tomar decisiones en
algún edificio de este barrio. Cerca del foro se alzaba el templo de Tofet, donde se han
descubierto miles de estelas y de urnas que contenían esqueletos de niños
calcinados, así como una capilla del siglo VIII a. C. Otros templos
importantes eran aquellos dedicados a Melqart,
a Shadrapa, Sakon o Sid. Era la parte de la
ciudad más próxima al mar, donde se encontraban el puerto comercial y el
militar. Estaba dotada con almacenes suficientes para albergar las mercancías
comerciales y por casas de la clase baja. Dentro del área defendida por las
murallas, al noroeste de la ciudad, se hallaba el amplio suburbio de Megara, ocupado
por casas rurales, campos de cultivo y jardines.
La ciudad de Cartago poseía dos grandes puertos, el comercial y el
militar, que le permitieron dominar militar y comercialmente el Mediterráneo occidental.
El acceso a los puertos desde el mar venía facilitado por una entrada de unos
21 m de ancho, que en caso de necesidad era cerrada con una cadena de
hierro. Los dos puertos estaban unidos por un estrecho canal navegable. Fueron
construidos artificialmente, en lo que fue una gran obra de ingeniería,
admirados y envidiados, y siendo los más famosos de la Antigüedad.
El puerto civil era de forma
rectangular. Allí fondeaban las naves comerciales, que en su mayoría importaban garum, trigo, púrpura,
marfil, oro, estaño y esclavos de las factorías, de las colonias y de
las explotaciones agrícolas creadas en numerosos enclaves costeros a lo largo
del Mediterráneo. Las exportaciones a otras ciudades, colonias o pueblos
costeros nativos de las costas del Mediterráneo occidental fueron mercancías
manufacturadas, vidrios, cerámicas,
objetos de bronce o hierro, y tejidos de púrpura.
El puerto militar era de forma redonda
y albergaba en su interior una isla artificial también circular. La isla era la
sede del almirantazgo,
y su acceso era restringido.
El puerto militar según las fuentes
clásicas podían albergar 220 barcos de
guerra, y sobre los hangares se levantaron almacenes para los aparejos. Delante
de cada rada se elevaban dos columnas
jónicas, que dotaban a la circunferencia del puerto y de la isla el aspecto de pórtico.
Los restos arqueológicos descubiertos han permitido extrapolar la capacidad de
acogida del sitio: 30 diques en la isla del almirantazgo y de 135 a
140 diques en todo el perímetro.
En total, de 160 a 170 diques, podían albergar tantos barcos de guerra
como han sido identificados.
Por debajo de los diques de la dársena
se situaban los espacios de almacenaje. Se ha supuesto que en cada dique podían
tener cabida dos filas de barcos. En medio del islote circular, había un espacio
a cielo abierto, a cuyo lado se levantaba una torre. Los diques podían tener
sobre todo la función de astillero
naval.
La ciudad de Cartago desarrolló un
gran Estado bajo su poder. En sus inicios, el territorio cartaginés comprendía
sólo la ciudad y una pequeña área de unos 50 km². En el siglo VI a. C. los cartaginenses fueron ocupando un
territorio entre 30 000 y 50 000 km², que constituyó la base del
Estado Cartaginés. Partiendo de esta área, que se suele denominar
metropolitana, se expandieron para crear entre los siglos V y III a. C.
un imperio mercantil marítimo, aprovechando las factorías y ciudades existentes
fundadas por los fenicios, o estableciendo otras nuevas, en Hispania, Sicilia, Cerdeña, Ibiza y en el norte de África, consolidando
además su poder sobre Numidia y Mauritania. En su apogeo fue la primera
potencia económica y militar en el Mediterráneo occidental. La República
Cartaginesa se enfrentó a la República Romana por la hegemonía, siendo derrotada en
el 146 a. C.,
lo que comportó la desaparición del estado cartaginés y la destrucción de la
ciudad de Cartago.
Si bien el territorio controlado por
Cartago fue amplio, con numerosos vasallos y asociados, la zona propiamente
colonizada por Cartago nunca llegó a ser muy extensa. El estado se dividía
entre ciudades aliadas o socias como Utica,
los territorios autónomos y el imperio propiamente dicho de Cartago que, según
ellos mismos, contaba con unas 300 ciudades en la época de la Primera Guerra Púnica. La zona más rica y
poblada era la llamada zona metropolitana; ésta a su vez se dividía en
7 circunscripciones llamadas pagi. Más allá del territorio cercano
a Cartago se encontraba la Gran Sirte, un rico territorio costero en Libia-Túnez.
Inicialmente
fue gobernado por una oligarquía de ricas familias, en
forma de monarquía en los siglos VI-IV a. C. coincidiendo con la
caída de Tiro ante Babilonia en el año 580 a. C. Posiblemente por cierto
vacío de poder, se consolidó un sistema de gobierno centrado en dos personas
llamados sufetes. Caracterizado por la instauración de grandes familias
encumbradas en el poder por mucho tiempo, debido a las cualidades de sus
individuos y a sus grandes riquezas. El poder de los sufetes -denominados reyes
por algunos escritores griegos y latinos- no era absoluto, solían ejercer de
jueces y árbitros ya que existían otras instituciones como el Senado con el que
debían compartir sus decisiones. Según algunos el Senado fue creado durante el siglo
V a. C. Su función era asesorar a los sufetes en cuestiones de
política y economía. Su organización nos es desconocida. Según Heeren, era muy numeroso
y se dividía durante la etapa monárquica en la Asamblea simkletos, y el Consejo
privado la Gerusia, compuesto de los notables de la Asamblea. Según Theodor
Mommsen, el gobierno había pertenecido primeramente al Consejo de
los Ancianos o Senado, compuesto, como la Gerusía de Esparta, de dos reyes que
el pueblo designaba en la asamblea y de veinticuatro gerusiastas probablemente
nombrados por los propios reyes y con carácter anual. Se conoce la existencia
de reyes que dirigieron a las tropas en las guerras de Sicilia durante los
siglos VI y V a. C. pertenecientes a la dinastía de los Magónidas. En el 480 a. C., tras la muerte de Amílcar
I,
derrotado por los griegos en la Batalla de Hímera, las grandes
familias perdieron gran parte de su poder en manos del Senado, creándose el
Consejo de los Cien por un movimiento social que dio lugar a un mayor control
de los sufetes.
La
república cartaginense era gobernada por varios órganos públicos pero
reservados a la aristocracia, el más básico era
la asamblea de ciudadanos constituida por varios cientos de individuos
pertenecientes a las familias más acaudaladas e influyentes de la Cartago. La
asamblea nombraba libremente a la mayor parte de los cargos de la ciudad, como
el Consejo de Ancianos o Senado de los Cien grupo de cien aristócratas formado
de modo vitalicio, conocido desde el siglo IV a. C. Estaban
encargados de funciones judiciales y de la supervisión de los funcionarios.
Finalmente, la Asamblea de Ciudadanos se encargaba de la
elección de los sufetes, de los sumos
sacerdotes y de los generales. Los sufetes y los sumos sacerdotes eran miembros
natos del Senado cartaginense, llegando así a la cifra de 104 miembros. El
senado también dirigía todos los procesos de la Asamblea, o las Pentarquías, grupos de cinco
individuos que se ocupaban de los departamentos estatales y cubrían vacantes en
el Senado. El Senado era el órgano más poderoso, compuesto en su totalidad por
la más influyente aristocracia. Los sufetes eran dos magistrados elegidos
anualmente entre las familias aristocráticas. Sus cometidos eran esencialmente
civiles, la convocatoria del Consejo y de la Asamblea y funciones judiciales
superiores.
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