El KIWI es una de las aves más
famosas de Nueva Zelanda. El kiwi forma parte del conjunto de aves no
voladoras pequeñas, aproximadamente del tamaño de una gallina y gracias a su
peculiar forma y características morfológicas, se ha convertido en un ave bien
conocida por sus rarezas.
Antes de la
llegada de los humanos alrededor del año 1300, en Nueva Zelanda los únicos
mamíferos que había eran murciélagos, y los nichos ecológicos que en otras
partes del mundo eran animales tan diversas como caballos, lobos y ratones
fueron utilizados por pájaros (y en menor proporción por ciertas especies de Reptiles). La denominación kiwi es maorí, idioma del pueblo homónimo
de linaje malayo polinesio que colonizó Nueva Zelanda antes de la llegada de
los europeos.
Las hembras miden aproximadamente 40
cm y pesan cerca de 2,8 kg, mientras que los machos pesan cerca de 2,2 kg.
Tienen una vida media de 10 a 15 años.
Su plumaje es rojo y marrón que le
ayuda a camuflarse entre la vegetación.
Los kiwis en general son criaturas
tímidas y nocturnas con un sentido del olfato muy desarrollado debido a la
existencia de verdaderos bigotes en torno al pico que son órganos olfativos muy
efectivos. También se caracterizan por ser las únicas aves que tienen
las fosas nasales en la punta de su largo pico.
Al estar adaptado a la vida terrestre no tiene quilla en el
esternón para anclar los músculos de las alas, y sus alas son tan pequeñas que
son invisibles bajo su plumaje que carece de rémiges y timoneras (estos son dos
tipos de plumas de las alas).
Sus plumas tampoco llegan a ser
verdaderas plumas, y tienen un aspecto de suaves cerdas características del
kiwi.
El kiwi cuenta con huesos con médula,
ya que no necesitan que sean ahuecados para ser más ligeros como ocurre en las
aves que vuelan.
Sus
poblaciones están actualmente aisladas y fragmentadas. Estas aves sin embargo
son comunes a nivel local en Northland, y es escaso en la Península de
Coromandel, Bahía de Plenty, Gisborne al norte de Ruahine Range, y Parque
Nacional de Tongariro y monte Taranaki. Hay poblaciones estables en la isla
Gran Barrera (1000 aves) y en Kawau y Pounui. Hay híbridos en la isla Kapiti.
El kiwi
prefiere las zonas subtropicales y bosques templados de vegetación densa,
aunque se le puede encontrar en zonas de matorral, zonas repobladas con árboles, plantaciones de pinos y pastizales.
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