Una MONTAÑA RUSA es una atracción de feria consistente en un sistema de rieles, que forman una o
varias pistas o vías que suben y bajan en circuitos
diseñados específicamente. Por esos rieles se deslizan carros o coches, en los
cuales viajan los pasajeros convenientemente sujetos. Los vagones ascienden las
cuestas impulsados por un motor, y luego descienden por efecto de la gravedad
provocando una aceleración con el objetivo de divertir y asustar a los
pasajeros.
En el descenso
puede haber una o varias inversiones. Entre ellas,
la más conocida es el rizo, que deja los
viajeros cabeza abajo por un corto espacio de tiempo. La mayoría de montañas
rusas tienen coches o carros para dos, cuatro, seis, ocho o incluso veinte
pasajeros cada uno. El conjunto de todos los coches o carros unidos es un tren. La pista puede no
definir un circuito cerrado, en ese caso se habla de montaña rusa tipo shuttle, aunque
algunos turistas no la consideren como una montaña rusa.
La montaña rusa debe su nombre a las diversiones
desarrolladas durante el invierno en Rusia, donde existían
grandes toboganes de madera que se descendían con trineos deslizables sobre la
nieve. Irónicamente, los rusos le llaman Amyerikánskiye Gorki (en ruso:
Американские горки) o "montaña americana". Fueron también conocidas
en Francia,
donde agregaron los carros de tren a vías en desuso, y finalmente llegaron a Estados
Unidos donde se les
llaman Roller coaster y
son una popular atracción diseñada para ferias, parques de atracciones y parques temáticos.
Los
primeros prototipos de montañas rusas eran trenes por gravedad con muchos
cambios de rasante en la década de 1880. La Marcus Adna Thompson patentó la primera montaña rusa el 20 de enero de 1885. Estas montañas rusas
primitivas fueron usadas por las compañías ferroviarias para ofrecer diversión
los fines de semana, cuando había menos pasajeros. Alrededor de 1912 la primera montaña rusa de fricción
inferior fue diseñada por John Miller, también llamado
el Thomas Edison de las montañas rusas. Luego, las
montañas rusas se extendieron por todo Estados
Unidos y el resto del
mundo. Posiblemente la montaña rusa histórica más conocida, Cyclone, fue
abierta en Coney Island en Brooklyn, New York en 1927. Como Cyclone, todas
las primeras estaban hechas de madera. Muchas montañas rusas de madera antiguas
están funcionando actualmente, en parques como Kennywood cerca de Pittsburgh, Pennsylvania y Big Dipper, en Blackpool Pleasure Beach, Inglaterra, UK.
La Gran
Depresión marcó el
final de la primera edad de oro de las montañas rusas y los parques. Los
parques de atracciones, en general, cayeron en una crisis de la que no se
recuperaron hasta 1972, cuando construyeron
Racer, en Kings Island,
en Mason, Ohio cerca de Cincinnati.
Diseñada por John Allen, el éxito instantáneo de Racer sucedió una segunda edad
de oro que dura hasta nuestros días.
En 1959, el parque temático
recientemente abierto Disneyland introdujo una de las más grandes
innovaciones de este mundo: el acero tubular. Matterhorn Bobsleds fue la
primera coaster en usar una vía con raíles de acero con forma tubular. De forma
diferente a los raíles de madera tradicionales, estas pistas se pueden doblar
en cualquier dirección, lo que permite incorporar rizos, tirabuzones, y otros
muchos elementos en sus diseños. La mayoría de montañas rusas modernas están
construidas con acero, pero no por ello se ha abandonado la construcción en
madera, de hecho, los buenos parques suelen tener al menos una montaña rusa de
madera.
En Europa, fue
importantísima la empresa del ingeniero alemán Antón
Schwarzkopf, quien a partir de la década de
1960 construyó nuevos
modelos de montañas rusas y aportó numerosas innovaciones.
Algunas de las
mayores innovaciones de las montañas rusas actuales son debidas a cambios en el
diseño de los coches, vagones. En algunos, que sólo constan del arnés algo como
si fuera invertido, pero sin serlo, no tienen suelo, con las piernas de los
viajeros colgando en el aire y permitiendo una visión libre del suelo a muchos
metros y la vía a gran velocidad, lo que da mayores emociones. En otros, se
viaja de pie. En otras se viaja sentado en dirección contraria al avance, de revés
también llamado backwards, con lo que los aventureros no conocen en que
dirección se moverá el tren en la próxima curva. Otra innovación más allá son
las montañas rusas voladoras, en las que los paseantes van tumbados bocabajo la
mayor parte del trayecto y sólo están sujetos por un arnés, lo que da una
sensación de ir volando.
En 1992 se inauguró la primera montaña rusa
invertida, Batman The
Ride, en el parque de atracciones Six Flags Great América,
en Gurnee, Illinois. Este
tipo de montaña rusa es actualmente muy popular, casi todos los parques tienen
una.
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