SATURNO es el sexto planeta del sistema solar, el segundo en tamaño y masa después
de Júpiter y
el único con un sistema de anillos visible
desde nuestro planeta. Su nombre proviene del dios romano Saturno. Forma parte de los denominados planetas exteriores o
gaseosos. El aspecto más característico de Saturno son sus brillantes anillos.
Antes de la invención del telescopio, Saturno era el más lejano de los planetas conocidos y, a
simple vista, no parecía luminoso ni interesante. El primero en observar los
anillos fue Galileo en 1610, pero
la baja inclinación de los anillos y la baja resolución de su telescopio le
hicieron pensar en un principio que se trataba de grandes lunas. Christiaan Huygens, con mejores medios de observación, pudo en 1659 observar
con claridad los anillos. James Clerk Maxwell, en 1859, demostró matemáticamente que los anillos no
podían ser un único objeto sólido sino que debían ser la agrupación de millones
de partículas de menor tamaño. Las partículas que componen los anillos de
Saturno giran a una velocidad de 48 000 km/h, 15 veces más rápido que una bala.
Debido
a su posición orbital más lejana que Júpiter, los antiguos romanos le otorgaron
el nombre del padre de Júpiter al planeta Saturno. En la mitología
romana, Saturno era el equivalente
del antiguo titán griego Crono,
hijo de Urano y Gea,
que gobernaba el mundo de los dioses y los hombres devorando a sus hijos en
cuanto nacían para que no lo destronaran. Zeus,
uno de ellos, consiguió esquivar este destino y finalmente derrocó a su padre
para convertirse en el dios supremo.
Los griegos y
romanos, herederos de los sumerios en sus conocimientos del cielo, habían
establecido en siete el número de astros que se movían en el firmamento: el Sol,
la Luna,
y los planetas Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, las estrellas «errantes» que, a distintas
velocidades, orbitaba en torno a la Tierra,
centro del universo. De los cinco planetas, Saturno es el de movimiento
más lento, emplea unos treinta años (29,457 años) en completar su órbita, casi
el triple que Júpiter (11,862 años) y respecto a Mercurio, Venus y Marte la
diferencia es mucho mayor. Saturno destacaba por su lentitud y si Júpiter era Zeus,
Saturno tenía que ser Crono, el padre anciano, que paso a paso deambula entre
las estrellas.
Saturno
es un planeta visiblemente achatado en los polos con un ecuador que sobresale
formando un esferoide ovalado. Los diámetros ecuatorial y polar son de
120 536 y 108 728 km, respectivamente. Este efecto es producido
por la rápida rotación del planeta, su naturaleza fluida y su relativamente
baja gravedad. Los otros planetas gigantes son también ovalados pero no en tan gran
medida. Saturno posee una densidad específica de 690 kg/m³, siendo el
único planeta del sistema solar con
una densidad inferior a la del agua (1000 kg/m³). El planeta está formado
por un 95 % de hidrógeno y
un 5 % de helio.
El volumen del planeta es suficiente como para contener 740 veces la Tierra,
pero su masa es solo 95 veces la terrestre, a causa de la ya mencionada
densidad media.
El periodo de
rotación de Saturno es incierto dado que no posee superficie y su atmósfera
gira con un periodo distinto en cada latitud. Desde la época de los voyager se consideraba que el periodo de
rotación de Saturno, basándose en la periodicidad de señales de radio emitidas
por él, era de 10 h 39 min 22,4 s (810,8°/día). Las misiones
espaciales Ulysses y Cassini han
mostrado que este periodo de emisión en radio varía en el tiempo, siendo en la
actualidad de 10 h 45 m 45 s (± 36 s). La causa de este cambio
en el periodo de rotación de radio podría estar relacionada con la actividad crio
volcánica en forma de géiseres del
satélite Encélado, que libera
material en órbita de Saturno capaz de interaccionar con el campo magnético
externo del planeta, utilizado para medir la rotación del núcleo interno donde
se genera. En general se considera que el periodo de rotación interno del
planeta puede ser conocido tan solo de forma aproximada.
Comparado con
el planeta Tierra, el tamaño de Saturno es nueve veces mayor, y su órbita está
nueve veces más lejos del Sol. Esto significa que si observamos desde el Sol a la Tierra
y a Saturno cuando están en el mismo punto, en un nodo de intersección de sus
órbitas, la Tierra tiene el mismo tamaño aparente que Saturno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario