lunes, 31 de octubre de 2016

EL PALACIO DE BUCKINGHAM



El PALACIO DE BUCKINGHAM es la residencia oficial del monarca británico en Londres. También se utiliza para ceremonias oficiales, visitas de Estado y visitas turísticas. Es famoso por albergar la Royal Collection, extraordinario conjunto de obras artísticas fruto del coleccionismo real. El palacio es un punto de reunión de los británicos en tiempos de crisis y de festividad. «El Palacio de Buckingham» o, simplemente, «El Palacio», también es la metonimia utilizada para designar la fuente de comunicados de prensa provenientes de la familia real británica.
El palacio, originalmente conocido como Buckingham House, era en un principio un petit hotel construido para el primer duque de Buckingham en 1703 y adquirido por el rey Jorge III en 1762 para convertirlo en residencia privada. En los siguientes 75 años sufrió una serie de ampliaciones dirigidas por los arquitectos John Nash y Edward Blore (1850), creándose tres alas formando un patio central abierto. Con la llegada al trono de la reina Victoria de Inglaterra, el Palacio de Buckingham pasó a ser la residencia oficial de la monarquía. Durante los siglos XIX y XX se hicieron algunas reformas en el palacio, como la que se llevó a cabo en 1913(a cargo de Aston Webb) y que dio al palacio su fachada principal actual, incluido el balcón desde donde saluda la familia real.
El interior georgiano original se componía de brillantes escayolas con incrustaciones de lapislázuli azul y rosa. Eduardo VII redecoró el palacio añadiendo una decoración Belle Époque en tonos crema y dorados. Algunos salones de recepción están decorados en estilo chino con muebles provenientes del pabellón real de Brighton y de Carlton house. Los jardines del palacio constituyen los jardines privados más grandes de Londres. Fueron creados originalmente por Capability Brown, pero rediseñados por William Townsend Aiton y John Nash. El lago artificial fue creado en 1828 y recibe agua del lago Serpentine, el lago que se encuentra en el Hyde Park.
La primera edificación construida en el lugar donde ahora se encuentra el palacio fue la casa Goring, construida en 1633 por lord Goring. Sin embargo, la casa que constituye el núcleo original del palacio fue construida por el duque de Buckingham en 1703. Esta casa fue diseñada por el arquitecto William Winde, construyendo un gran bloque central de tres pisos y dos edificios anexos más pequeños.
La casa fue vendida por su hijo al rey Jorge III en 1762. Se pensó utilizar el edificio como residencia privada para la familia real, particularmente para la reina Carlota. Mientras tanto, el Palacio de St. James se seguiría usando como residencia oficial y ceremonial del rey. De hecho, los embajadores actuales se acreditan ante la «corte de St. James», aunque sea en Buckingham donde presenten sus credenciales a la reina.
La reina Carlota murió en 1818 y dos años más tarde lo haría su marido Jorge III. El heredero, Jorge IV decidió ampliar Buckingham para dedicarlo junto con St. James a los actos de estado, pero en 1826 decidió convertir Buckingham en un palacio real. Encargó a John Nash la construcción de su proyecto. El nuevo edificio se construyó en piedra utilizando un estilo neoclásico francés. Se crearon dos alas más dejando un patio interior abierto. Esta es la estructura que se mantiene hasta la actualidad, salvo la fachada este que cierra el patio, que es de más reciente creación. En ese lugar se encontraba un impresionante arco de triunfo inspirado en el Arco de Constantino de Roma, cuyo coste fue de 34.450 Libras esterlinas. Jorge IV quería coronarlo con una estatua ecuestre suya. Sin embargo el monarca murió antes y el Parlamento decidió instalar la estatua en Trafalgar Square.
Se quería también que los interiores del palacio fueran de una belleza incomparable. Jorge IV había encargado el diseño interior a Charles Long, quien basaba sus obras en la escayola y las incrustaciones de lapislázuli. La muerte de Jorge IV en 1830 produjo que no se completara la decoración de los interiores hasta el reinado de Guillermo IV, un hombre de gustos sencillos.
En los años previos a la muerte de Jorge IV, el coste del aún no finalizado palacio estaba causando quejas en el parlamento y en la prensa. Guillermo IV eligió a Edward Blore como jefe de obra, que llevó a cabo un modelo similar al proyectado por Nash pero a un precio menor. El costo total de la remodelación del palacio ascendió a 719 mil libras.
Aunque los reyes celebraran actos y recepciones en los salones de Estado del palacio, nunca residieron en él, ya que preferían Clarence House. Es remarcable el gesto del rey cuando se quemó el Palacio de Westminster ofreciendo Buckingham al pueblo, para usarlo como sede del parlamento. Esta oferta fue rechazada y se reconstruyó Westminster.
La mayoría de los salones de recepción fueron amueblados en esa época y aún se mantienen en la actualidad. Utilizan el estilo chino con muebles del pabellón real de Brighton y de Carlton house.
Con la llegada de la reina Victoria al trono en 1837, el Palacio de Buckingham pasó a convertirse en residencia real. Mientras que los salones de estado se caracterizaban por la infinidad de colores, las necesidades del nuevo palacio pasaban por ser menos lujosas. Se sabe que las chimeneas expulsaban tanto humo que tuvieron que dejar de encenderlas, dándole al palacio una gélida magnificencia. La ventilación era tan mala que el interior desprendía mal olor, y cuando se decidió instalar lámparas de gas, hubo una seria preocupación sobre los posibles escapes de gas en las plantas inferiores. También se criticaba la dejadez de los trabajadores y la suciedad que reinaba en palacio. Cuando la reina contrajo matrimonio con el príncipe Alberto de Sajonia-Coburgo-Gotha, éste pasó a ocuparse de los asuntos internos del palacio y de los empleados. Se solucionaron todos los problemas y los constructores pudieron finalmente abandonarlo en 1840.
La gran ala este del palacio (actualmente la fachada principal del mismo) fue construido después del matrimonio de la reina Victoria. En 1847, la pareja encontró el palacio demasiado pequeño para la vida de la corte y su creciente familia. Así que se decidió cerrar el patio para convertirlo en un patio interior. En esta ala se encuentra el balcón desde el que la familia real saluda a sus súbditos.
Desde antes de la muerte del príncipe Alberto, se conocía la pasión de la reina Victoria por la música y el baile y los grandes músicos de la época eran llevados a palacio para interpretar sus obras. Mendelssohn actuó en tres ocasiones, Strauss y su orquesta actuaron en el palacio cuando se estrenó la obra del compositor, «polka de Alicia», en honor a la princesa Alicia. Durante esa época el palacio de Buckingham era el escenario de imponentes bailes, de ceremonias reales rutinarias, de investiduras y de presentaciones.
La reina Victoria decidió trasladar el Arco de mármol (Marble Arch), la antigua entrada al palacio, a su localización actual, cerca Speakers' Corner, en el Hyde Park. Tras la muerte de su marido, la reina Victoria abandonó Buckingham y se trasladó a los castillos de Windsor. La actividad de la corte siguió llevándose a cabo en el Castillo de Windsor, y Buckingham quedó relegado a la sombra de la reina Isabel II


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