TLACUACHES o Tlacuatzin es un género de marsupiales didelfimorfos de
la familia Didelphidae con
una sola especie, Tlacuatzin canescens. El nombre vulgar de esta especie es tlacuachín
Esta especie es endémica de México,
distribuyéndose sus poblaciones desde el sur de Sonora hasta Oaxaca, e
incluso las islas Marías en
la costa del océano Pacífico.
También hay registros aislados de
ejemplares de esta especie en el centro de la península del Yucatán.
Aunque se
puede encontrar en numerosos y variados hábitats, prefiere los bosques mixtos
en los que es apreciable el cambio estacional hasta una altura de 2.100 msnm.
Existe gran variabilidad en la
apariencia individual de los ejemplares de marmosa canosa, especialmente entre
las poblaciones que pueblan el Yucatán y las que se distribuyen por la costa occidental. Sin embargo, no hay evidencias
aparentes de dimorfismo sexual.
Son animales de pequeña envergadura,
Son los marsupiales más pequeños que
podemos hallar en tierras
mexicanas, lo que unido a que su color grisáceo es claramente
distinguible del rojizo de Marmosa
mexicana hace
que esta especie sea fácilmente identificable.
Los ojos están enmarcados por sendos círculos de pelo negro y las orejas son redondas, anchas y desnudas. La cola tiene capacidad prensil y está
cubierta parcialmente de pelo. Suele llegar a medir aproximadamente lo mismo
que el cuerpo
Son animales solitarios y promiscuos
que una vez que terminan la cópula abandonan el área de forma
independiente. Durante el coito suelen suspenderse boca abajo el uno
al otro haciendo uso de sus colas prensiles. El macho además, suele sujetar el cuello de la hembra con su boca.
Pueden parir durante todo el año, aunque la mayor
parte de las hembras con crías han sido vistas entre julio y septiembre.
Las hembras carecen de marsupio y las crías, normalmente entre 8 y 14
por camada se protegen con el pelo de la región ventral de la madre. Una vez que alcanzan
aproximadamente 20 gramos, finalizan la lactancia y se independizan.
Los tlacuatzinos suelen construir nidos en el interior de troncos huecos,
grietas en las rocas, matorrales, o cactus, que son
tapizados con hojas secas. No obstante, existen evidencias
de que no descartan aprovechar los que abandonan las aves.
De hábitos nocturnos y solitarios,
estos pequeños marsupiales se muestran tremendamente agresivos en sus
encuentros con otros congéneres.
Aunque se desenvuelven perfectamente
entre las ramas de árboles y arbustos, los ejemplares de esta especie de
marmosa son de los que muestran mayor afinidad por el suelo.
La comunicación sonora en esta especie adquiere mayor
relevancia durante las relaciones sexuales, pues
los machos emiten pequeños y característicos gritos para atraer a las hembras
en celo que, a su vez emplearán el mismo
sistema para avisar al macho de su disponibilidad, comenzando entonces un
intercambio de sonidos chillones
que precede al apareamiento.
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