El BEMOL (♭), en el ámbito de la notación musical, es un signo
conocido como alteración que afecta a la altura
de una nota
reduciendo ésta en un semitono. Aparece representado en las partituras
a través de este símbolo.
El término «bemol», al igual
que el «becuadro»,
proviene de la tradición de la música
antigua de emplear la letra «b» para denominar la nota Si. Esta nota era en el canto
gregoriano la única que podía alterarse, es decir, la única cuya
entonación era variable ya que podía entonarse "baja" o
"alta". Dicha diferencia era reflejada en las partituras en notación
primitiva del canto llano.
Para representar la entonación
"baja" se escribía la letra «b» con el vientre redondeado «b molle», del que deriva «bemol», lo
que dio lugar posteriormente al símbolo del bemol y al nombre alemán 'B' para
la nota Si (♭).
Para representar la entonación
"alta" se escribía la letra «b» con el vientre cuadrado «b durum», de ahí la denominación
«becuadro», lo que evolucionó al símbolo del becuadro y del sostenido.
En cuanto al significado del
adjetivo «molle» hay dos
hipótesis, cada una de las cuales probablemente tiene su parte de verdad:
La diferente grafía de la «b»
en las partituras antiguas que hemos visto, con forma redondeada «b molle» cuando se trataba de un Si bemol y con forma cuadrada «b durum» en caso contrario.
El término «molle» se asoció con un sonido más
grave, o con aquel sonido que, si se realiza por un instrumento de cuerda,
requiere que la propia cuerda esté menos tensa, más suave o molle.
Muchos idiomas han mantenido
esta etimología
en el término para designar esta alteración musical. Así, por ejemplo se
denomina «Bemol» en español,
gallego,
euskera,
portugués y polaco;
«bémol» en francés,
«bemolle» en italiano,
«bemoll» en catalán.
La excepción es la lengua inglesa que lo denomina «flat» que quiere decir "plano,
llano"
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