El KARATE-DO es
un arte marcial tradicional
de las islas Ryūkyū pertenecientes
hoy día al Japón, actualmente conocidas como la prefectura de
Okinawa.
Tiene su origen en las artes marciales
nativas de las islas Ryukyu, (hoy día Okinawa). Llamadas tuidi, tode o te (literalmente, ‘mano’, tii en okinawense) y en el tegumi (lucha nativa) así como en algunos
estilos de las artes marciales chinas y está influenciado en menor medida por
otras disciplinas provenientes del sureste asiático y en la actualidad, por
conceptos procedentes del Budo japonés. Los estilos de karate surgieron de la
necesidad de los guerreros nobles de la isla (los pechin)
de proteger al último rey de Okinawa, Sho Tai, y a sí mismos de los guerreros
japoneses con armadura (los samurái),
invasores pertenecientes al clan Satsuma, en el siglo XVII. Poco a poco, el
karate fue desarrollado en el reino de Ryukyu, y posteriormente se expandió: se
enseñó sistemáticamente en Japón después de la era Taisho en el siglo XX, como
consecuencia de los intercambios culturales entre los japoneses y los
habitantes de las islas Ryukyu. Incorporándose así a la cultura de las artes
marciales del Japón moderno.
El karate-do de hoy día se caracteriza
fundamentalmente por el empleo de golpes de puño, patadas y el giro de la
cadera, que recibe varios nombres, según la dirección del giro. No restringe su
repertorio solo a estos, ya que incluye varios golpes a mano abierta, algunos
derribos, y luxaciones articulares, y unos pocos lanzamientos; además de golpes
a puntos vulnerables, y a puntos nerviosos, en su currículo. En el karate-do se unifican la fuerza, la rapidez, la
respiración, el equilibrio, la tensión y la relajación al aplicar un correcto
giro de cadera y una conexión o sinergia muy precisa de músculos y
articulaciones, trasladando un gran parte del peso corporal y del centro de
gravedad al impacto. Generalmente, y a diferencia de otras disciplinas, se
busca derrotar al adversario mediante un impacto contundente (o unos pocos),
preciso y definitivo, buscando ser lo más eficaz posible. A ese concepto se le
llama "Ikken hikatsu" o "un golpe, una muerte", de forma
semejante a la estocada o al corte de una katana o sable japonés. A este arte marcial
se le puede referir como karate o kárate, y a
la persona que lo practica se la llama karateka o karateca.
Las sucesivas prohibiciones al porte
de armas en la historia de la isla de Okinawa y la importancia dada a las artes
marciales sin armas se debe a que la isla, mucho antes de ser anexada al
Shogunato de Japón, ya era un puerto libre y reino independiente donde
atracaban numerosas embarcaciones provenientes de varias partes de Asia (China,
Corea, Tailandia, Indonesia, Filipinas). La isla de Okinawa fue asimismo el
primer lugar donde llegó la nave del comodoro Perry de los EE.UU. en el siglo XIX antes de
llegar a la ciudad puerto Yokohama, en el Japón, para obligar a los japoneses a
abrir sus rutas comerciales; pues desde 1639 hasta 1853 tanto japoneses como
okinawenses habían vivido aislados del mundo exterior por decreto del shōgun (líder militar) Tokugawa
Iemitsu, hasta la época moderna (siglo XX), en que el último de los
Tokugawa, Tokugawa Yoshinobu, cedió el poder total y
definitivamente al emperador Meiji entre 1868 y 1902.
En la isla de Okinawa se vivía una
situación naval y comercial de gran intercambio entre varios reinos, similar a
la de las islas Filipinas,
aunque con varias prohibiciones al porte de armas que se iniciaron en 1409 por
el entonces rey Sho Shin, que favorecieron la unificación de los pequeños
feudos en que se encontraba dividida la isla, evitando así futuras divisiones y
conflictos entre los visitantes y los nativos. Estas medidas fueron luego
enfatizadas de nuevo ya en 1609 por los guerreros samurái japoneses invasores pertenecientes al
clan Satsuma, quienes confiscaron las armas restantes. Durante este periodo la
vida fue aún más austera y restrictiva, obligando tanto a los nobles (Pechin)
como al pueblo a desarrollar aún más los métodos de combate tanto con
implementos agrícolas (kobudō), como a mano vacía (karate) respectivamente.
El uniforme de
práctica empleado en el kárate es el keikogi o karategi, (gi= traje) compuesto por una chaqueta, pantalones y un
cinturón. El karategi se
deriva del judogi, dada la influencia de Jigorō Kanō fundador
del arte marcial y deporte olímpico del judo; a principios del siglo XX en las artes marciales japonesas modernas o Gendai Budō. Actualmente existen dos tipos de karate-gi para competición: el de kumite o combate, que es más ligero, y el de katas o formas, que es más grueso y pesado.
La existencia de cinturones varía de
unos estilos a otros, pero por lo general suelen ser reconocidos: los llamados kyus o cinturones de
nivel inferior y los danes o cinturones superiores.
Tomado el modelo del judo, se establecieron los
grados kyus o cinturones
de nivel inferior. Los kyus comienzan con el blanco para los principiantes. Con el
aprendizaje progresivo de las técnicas se va subiendo de nivel y va cambiando
el color del cinturón. Al blanco le siguen (por orden de menor a mayor) el
amarillo, el naranja, el verde, el azul, el marrón (tres niveles) y, por último,
el negro, aunque con puntos intermedios entre una mezcla del anterior con el
posterior (blanco-amarillo, amarillo-naranja, etc). No obstante, los cinturones
de colores también pueden variar según las escuelas, ya que en algunas escuelas
existe también el cinturón morado, alteran el orden de los colores, o quitan
alguno de los colores antes nombrados.
Estos cinturones intermedios se dan a
los alumnos que tienen poca edad (aproximadamente hasta los 13-14 años) porque
aprenden más lentamente y el hecho de poder examinarse de estos cinturones
evita su aburrimiento al tener que esperar para pasar de un cinturón a otro.
Los cinturones intermedios son los siguientes: blanco-amarillo,
amarillo-naranja, naranja-verde, verde-azul y azul-marrón. Después de este último
se pasa al marrón y después directamente al negro. Una vez se es cinturón
negro, se sigue aumentando progresivamente en grados (llamados danes).
Los danes o cinturones de nivel
superior se representan con el color negro, aunque para grados altos también
puede llevarse un cinturón a franjas rojas y blancas, y los 7º dan también
pueden llevar un cinturón rojo, según el estilo practicado. La numeración es
ascendente, de primer a décimo dan. La Federación Mundial de Karate(WKF)
establece como requisito el tener una edad mínima de dieciséis años para estar
en posesión de primer dan. A su vez, reconoce hasta el 10º dan, que sólo podrán
ostentarlo aquellas personas mayores de setenta años.
Al margen de la Federación, las
distintas escuelas y estilos suelen seguir sus propios sistemas sin atender en
muchos casos lo establecido por este organismo. Esta numeración varía según la
escuela, siendo lo habitual en la actualidad siete grados, pero manteniéndose
en algunas escuelas tradicionales un sistema de cinco danes. Tradicionalmente
era solamente hasta el 5.º dan; esto por varias razones: una es la que se
asocia a la progresión con los cinco círculos del legendario guerrero samurái Miyamoto Musashi; algunas escuelas aún
mantienen hasta el 5º dan, generalmente las más tradicionales o que tienen una
relación directa con el maestro fundador del karate Shotokan Gichin
Funakoshi, tales como por ejemplo: Shotokai y Shotokan of América (o
SKA), ya que según la escala del maestro Funakoshi el grado más alto era el 5º
dan; de hecho, en la época en la que Funakoshi aprendió el arte del tuidi, to-de o te, aún no existían los grados dan.
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