viernes, 30 de septiembre de 2016

SONÁMBULO



Un individuo SONÁMBULO puede salir de la cama, caminar, orinar o incluso salir de su casa.
Es difícil despertarlos aunque, en contra de lo que se cree comúnmente, no resulta peligroso. Los sonámbulos tienen los ojos abiertos, pero no ven como cuando están despiertos y suelen creer que están en otras habitaciones de la casa o en sitios completamente diferentes. Los sonámbulos tienden a volver a la cama por iniciativa propia y a la mañana siguiente no recuerdan haberse levantado por la noche. El sonambulismo se produce durante las fases 3 o 4 del sueño, es decir, la etapa denominada sueño lento o sueño de ondas lentas.
Es más frecuente en niños y adolescentes. Por lo general, los episodios son aislados, aunque pueden tener un carácter recidivante en el 1 al 6 por ciento de los pacientes. Su causa es desconocida y no existe ningún tratamiento eficaz. A la persona que presenta estos síntomas se le denomina sonámbulo o sonámbula.
Se cree, erróneamente, que el sonambulismo es la conversión, en el estado de vigilia, de los movimientos físicos que efectúa el individuo en las escenas que está realizando durante su ensoñación. Pero la realidad es que el sonambulismo se presenta durante las horas de la noche en las que aún no se ha presentado la etapa o fase de movimientos oculares rápidos, que es aquella en la que sí suelen presentarse las imágenes oníricas.
Un mito que se maneja en el sonambulismo es que si se despiertan a mitad de su tarea en el sonambulismo la persona puede morir, esto es falso y es exactamente igual a que la persona despierte en su cama. Los sonámbulos realizan sus actividades con los ojos abiertos de manera que pueden explorar sus alrededores, y no con sus ojos cerrados y sus brazos extendidos, como se los muestra a menudo en parodias de dibujos animados o películas. Las víctimas de esta afección pueden tener los ojos hacia arriba debido a la adaptación natural del cuerpo a no recibir luz en el acto del dormir y si son interrogados, en algunos casos pueden responder incoherencias.

Los sonámbulos corren más riesgo de dañarse a sí mismos que a otros. Cuando los sonámbulos son un peligro para ellos mismos o para otros por ejemplo, cuando suben o bajan escaleras o tratan de usar una herramienta potencialmente peligrosa como una estufa o cuchillo, es aconsejable alejarlos del peligro y llevarlos nuevamente a la cama. Se han documentado casos de personas que han muerto o han sido heridas como resultado del sonambulismo.

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