El arpa
es un instrumento de cuerda pulsada compuesto
por un marco resonante y una serie variable de cuerdas tensadas entre la
sección inferior y la superior. Las cuerdas pueden ser pulsadas con los dedos o
con una púa o plectro.
Además del arpa clásica, usada actualmente en las orquestas,
existen otros tipos, como el arpa celta y el arpa paraguaya.
El arpa es el instrumento musical nacional de Irlanda,
Paraguay
y Perú.
Si bien existen instrumentos muy antiguos semejantes al
arpa, debe tenerse en cuenta que la clasificación de Hornbostel y Sachs
distingue entre los cordófonos tipo arpa con un mástil que cierra el arco y los
tipo arco que no disponen de
ese mástil. Así pues, varias de las primitivas arpas que se describen en la
historia del instrumento son literalmente, arcos musicales.
Han existido distintas formas, en diferentes partes del
mundo, al igual que en distintas épocas. Pertenece al grupo de los cordófonos.
Se conocía ya en la antigua Asiria, en Israel y Egipto, de donde pasó a Grecia. Se usaron el término griego ki‧thá‧ra para traducir la palabra kin‧nóhr más o menos la
mitad de las cuarenta y dos veces que aparece en el texto hebreo. La ki‧thá‧ra era un instrumento parecido a la lira, pero con una tabla de resonancia más
llana.
Fue un instrumento muy en boda durante la Edad Media,
siendo abandonado durante el Renacimiento. Se recuperó en el
siglo XVIII, cuando se le agregaron los pedales
El arpa medieval era diatónica, y el arpa moderna, por el contrario,
nació con los primeros intentos de cromatismo que la evolución de la música
occidental exigía. Los primeros intentos surgieron de los talleres de luthiers
irlandeses en el siglo XVI, que proveyeron al arpa de una doble
fila de cuerdas. En el siglo XVII se incorpora una tercera fila, la 1ª
la 3ª fila eran diatónicas 29 cuerdas cada fila mientras que la 2ª fila,
con 20 cuerdas, estaba reservada para los semitonos.
A mediados del XVII unos constructores tiroleses
inventaron el arpa de ganchos, con los cuales era posible estirar la cuerda y
subirla un semitono. En esta época fueron muchos los mecanismos incorporados
para subir el tono, pero todos accionados manualmente, por lo que debía hacerse
antes de empezar la interpretación.
A finales del siglo XVII, luthier
bávaro fabricó la primera arpa con pedales que situados a ambos lados del
soporte del instrumento, estaban unidos a los ganchos fijos de la consola
mediante un sistema de transmisión. Eran siete los pedales, correspondientes a
los siete grados de la escala musical y para cuyo instrumento Mozart escribió
su Concierto para flauta y arpa
en 1778.
A raíz del descubrimiento se inspiraron numerosas ideas a cual más
estrafalarias para ampliar las posibilidades del arpa como fue la colocación de
doble número de pedales y sordinas, pero el mayor éxito lo obtuvo S. Erard en 1811. Erard presentó el
modelo llamado de «Doble acción» que, con ligeras modificaciones posteriores,
es la que se usa normalmente en la actualidad.
Los pedales se hallan unidos a unos listones de acero que se introducen en
la columna, estos terminan en un mecanismo situado en la consola que, a su vez,
está formada por varias capas de sicomoro y serbal. Dicho mecanismo, muy
elaborado, lleva dos sistemas de horquillas, discos provistos de tornillos
ajustables entre los cuales pasa la cuerda. Cuando un pedal llamado de doble
acción se suelta posición de reposo en la muesca superior, la cuerda pasa libre
entre los tornillos bemol; enganchado en la muesca intermedia, el pedal imprime
a los discos una revolución parcial que produce el 1ª semitono becuadro;
enganchado en la muesca inferior, el pedal provoca la continuación del
movimiento, lo cual da lugar al 2ª semitono sostenido. Cada uno de los siete
pedales actúa sobre todas las octavas de una misma escala, pudiendo ser accionado
dos veces, subiendo sucesivamente un semitono en todas las notas de la misma
tonalidad.
Ahora el número de cuerdas se eleva a 47 y son de clases
diferentes. Hay 26 en el registro medio que son de tripa de carnero,
10 u 11 en el registro agudo que son de nylon, en tanto que las
12 restantes son de alpaca o cobre entorchadas en acero
para el registro grave. La extensión es de 6 octavas y media desde do alterable mediante afinación
manual a sol#: después del órgano y el piano, el arpa es el
instrumento con la extensión más amplia.
El arpa moderna de orquesta incluye más de 1988 piezas y
la presión que ejercen las cuerdas sobre el instrumento es alrededor de
dos toneladas y media. Su construcción supone un costo elevado por lo que
son pocos los luthiers que se aventuran a fabricarla. En este proceso se
incluye la utilización de contrachapados de haya, arce o palisandro
que son maderas que se curvan fácilmente al vapor para la caja de sonido que,
a su vez, está reforzada en su interior por una moldura triangular a veces
metálica.
Tanto las sencillas arpas medievales, pasando por las
elegantes celtas y las muy estructuradas arpas de orquesta, invitan a su
constructor a armarse de imaginación e ingenio para solventar las posibles
dificultades que puedan cruzársele en el maravilloso sueño que es la
construcción de un arpa. Los mecanismos opcionales como los sistemas de
semitonos, clavijas y puentes se encuentran en el mercado a disposición del
comprador.
Este viaje litúrgico de la historia y arquitectura del
arpa hace diminuto honor a la importancia que se merece pero puede ayudar a
quien hasta ahora desconocía muchos datos de este bello instrumento. Puede que
su industrialización mengüe su calidad, pero hace más fácil que la gente pueda
adquirirla por un precio cómodo y asequible sobre todo en las arpas celtas.
Una variante de las arpas es la cromática que posee el doble de cuerdas que una convencional que
son 47 para la de orquesta y el arpa mágica o colombina que posee 17 cuerdas.
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