Vikingo, del inglés
viking, y este del nórdico
antiguo víkingr es el principal nombres dados a
miembros de los pueblos nórdicos originarios de Escandinavia,
famosos por sus incursiones y pillajes en Europa. Dependiendo del contexto y de
la interpretación del autor, puede usarse el nombre para referirse a los
incursores de esta procedencia o a sus países de origen. La metonimia
ha llevado a que el nombre se siga usando aún hoy en día de forma coloquial
para referirse erróneamente a los países escandinavos.
Si bien existen referencias vagas a pueblos germanos del
Báltico y Escandinavia en las fuentes latinas, sus ataques y su aparición en la escena
política europea cobran relevancia con el saqueo del monasterio
de Lindisfarne
793 en el norte de Gran Bretaña,
al que pronto siguieron ataques a otros monasterios. Los anales y crónicas
de los dos siglos siguientes están repletos de relatos aterradores. Su actuar
violento aterrorizó a las antiguas comunidades que, aunque acostumbradas a la guerra, no
tenían forma de prever cuándo habría una incursión y sufrían una carencia de
poderes fuertes en los comienzos de la Edad Media.
Estos ataques sumados a los de los húngaros
y ávaros,
a la presión de pueblos eslavos en Europa Oriental y a la de
los árabes
en el Sur fueron tanto causa como consecuencia de un período de inestabilidad
que favoreció la descentralización política del feudalismo.
Durante los siglos siguientes, los vikingos y sus
descendientes tuvieron gran influencia en la historia europea. En las Islas Británicas gobernaron durante muchos años
hasta ser finalmente derrotados por los normandos,
descendientes de vikingos que habían recibido tierras en Normandía
Francia.
En Italia
fundaron el reino normando de Sicilia e incluso llegaron a influir con sus incursiones en el
Califato de Córdoba y en el Imperio
bizantino. A través de los ríos del norte intervinieron repetidas
veces en el mar Báltico y en Rusia, cuyos primeros
estados la Rus de Kiev aparecen vinculados a aventureros
vikingos.
El origen de la palabra es discutido. En textos rúnicos
se usa la forma fara í víking
como "Ir de expedición", aunque en textos posteriores como las sagas
islandesas implica saqueos o piratería y ya excluye expediciones
comerciales. El nombre víkingr
alude entre los escaldos
a los marineros y guerreros que participan en expediciones de ultramar. También se usa
como nombre de persona en algunas runas suecas. Hay pocas señales de que el
término tuviera connotaciones negativas antes de que terminara la era vikinga.
Existen más teorías sobre su origen, algunas bastante
improbables. Algunos eruditos han sugerido que la palabra proviene del sajón
wic, un campamento militar.
Otros sostienen que procede de la frase vik
in, que significa ‘bahía adentro’, refiriéndose así a sus desembarcos; o
puede derivar de la palabra vik
en nórdico antiguo, que significa bahía pequeña, cala o entrada. Otros opinan que
procede de vig una batalla, aunque
es improbable por motivos fonológicos, o de vijka, que significa mover o desviarse, haciendo de un vikingo
‘el que da un rodeo o se desvía’.
Algunas teorías han vinculado la palabra vikingo como
variante de la región geográfica de Viken,
bajo el significado "Una persona de Viken". Según el argumento, un vikingo simplemente describe a una
persona que procede de Viken, y que solo fue durante los últimos siglos que la
palabra identifica a los escandinavos de la Edad Media
en general.
Pertenecían étnicamente a la familia de los pueblos
germanos y su lengua y cultura eran germánicas derivadas de
religiones animistas, como las de todos los pueblos escandinavos.
Los primeros monjes cristianos germanos asociaron a este pueblo con el nieto de
Noé e hijo mayor de Jafet llamado Gómer
y su pueblo, los cimerios. Esta comunidad lingüística y cultural de toda el
área escandinava ha de tenerse en cuenta a la hora de profundizar en el
conocimiento del espíritu que llevaban estos pueblos.
Estos pueblos, al igual que los griegos,
habitaban una geografía muy segmentada que junto al clima y los animales
carnívoros hacía muy difícil la comunicación por tierra, lo que les obligó a
navegar. El mar se convertiría en su principal medio de comunicación.
Los contactos entre los países nórdicos y el resto de Europa venían
de hace tiempo. Los hérulos, por ejemplo, fueron unos claros predecesores de los
futuros vikingos, ya que también procedían de Escandinavia y efectuaron algunas
expediciones de saqueo a lo largo de la costa atlántica de Europa a bordo de
embarcaciones. Los hallazgos arqueológicos muestran que el comercio y la
influencia datan de varios milenios a.C. No obstante, los países escandinavos
constituían un remoto rincón de poca importancia política y económica para el
resto de Europa.
Según cuentan las sagas
islandesas, los vikingos de Islandia
llegaron por primera vez a Groenlandia en el año 982. En aquel momento, la
colonia consistía en dos asentamientos, con una población total de entre 3.000
y 5.000 habitantes, y al menos 400 granjas que pueden datar de esa época han
sido identificadas en el sitio por los arqueólogos.
En el año 981, Erik el Rojo,
que había sido desterrado de Islandia, emprendió un viaje de exploración hacia una tierra
mencionada por marinos y poetas. En su drakkar de 32 metros de largo recorrió
hacia el oeste unos 320 kilómetros hasta encontrar la costa este de Groenlandia,
a la que no pudo acercarse debido a la banquisa.
Las corrientes lo arrastraron hacia el cabo Farewell, al sur de la isla. Cuatro
años más tarde, Erik el Rojo con 400 personas fundó dos colonias en la costa
oeste que llegaron a tener 5000 y 1400 colonos respectivamente.
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