Hacia el 1.600.000 a.C. Homo
Habilis se había extinguido.
En primer
lugar había evolucionado hacia una nueva especie, Homo Erectus, cuyos individuos presentaban más o menos la misma
corpulencia y peso que los modernos seres humanos. Si algunos especímenes de Homo habilis subsistieron tras la
consolidación de la nueva especie, su supervivencia fue breve.
Entre 1.000.000 y 300 000 a. J.C., Homo
erectus era el único homínido existente. Y fue el primero que, en
algunos casos, llegó a medir 1,80 m de estatura y se aproximó a los 70 Kg. de
peso. Su cerebro era asimismo voluminoso; en ocasiones alcanzaba un peso
equivalente a las tres cuartas partes del nuestro.
Homo erectus fabricó útiles de
piedra mucho mejores que los conocidos hasta el momento. Como cazadores, sus
individuos eran capaces de cobrar los animales más grandes que podían hallar.
Fueron los primeros homínidos que lograron cazar mamuts con éxito. Homo erectus llevó a cabo dos avances
particularmente trascendentales.
Durante tres millones y medio de años, todos los homínidos se habían visto confinados al sudeste de África.
Durante tres millones y medio de años, todos los homínidos se habían visto confinados al sudeste de África.
Homo erectus fue el primero en expandir significativamente su
área de poblamiento: hacia 500 000 a. J.C., había ocupado el resto de África, Europa y Asia,
llegando incluso a Insulindia.
En efecto, los
primeros descubrimientos de restos de Homo erectus se
hicieron en la isla Indonesia de Java, donde la antropóloga holandesa Marie E. Dubois 1858-1940
halló en 1894 una bóveda craneana, un fémur y dos dientes. Por entonces no se
conocía ningún homínido con un cerebro tan pequeño, y Dubois le dio el nombre de Pitecántropos erectus de los términos
griegos que significan «Mono-hombre
erecto»
Hallazgos
semejantes efectuó en las proximidades de Pekín,
a partir de 1927, el antropólogo canadiense Davidson Black 1884-1934, el cual llamó a su homínido Sinanthropus pekinensis en
griego, «Hombre chino de Pekín».
Acabó
reconociéndose que ambos hallazgos, junto con otros, correspondían a la misma
especie y podían clasificarse como del género Homo.
Se mantuvo el término erectus, introducido por Dubois, aunque los homínidos llevaban caminando en
posición erecta al menos dos millones y medio de años antes de que hubiera
evolucionado Horno erectus.
Lo cual, por supuesto, se ignoraba en tiempos de Dubois.
Por la época en que se produjo la evolución de Homo erectus, la Tierra se hallaba en un período glacial. Cuando los glaciares alcanzaron su máxima
extensión, restaron tanta agua al mar que el nivel de este último descendió
unos 90 m, dejando al descubierto el fondo de los mares poco profundos. Lo cual
permitió a Homo
erectus emigrar del continente asiático a Insulindia.
El tiempo
frío impulsó la adopción de nuevas costumbres.
El Homo erectus se desplazaba formando
bandas, como sin duda hicieron los primeros homínidos, pero ahora se
resguardaba del viento construyendo abrigos de piedras amontonadas, o colgando
pieles de un palo en torno al cual se reunía la horda. Éstas fueron las
habitaciones más rudimentarias. Donde existían cuevas, Homo erectus halló refugio en ellas.
Las primeras huellas de Homo erectus
en Asia hallazgos de Black cerca de Pekín se encontraron en una cueva cegada.
Esta cueva próxima a Pekín
contenía restos de hogueras, lo cual significa que había sido «Descubierto»
el fuego hace unos 500 000 años.
Esta es
una característica que diferencia a los seres humanos de los demás organismos.
Toda sociedad humana existente, incluida la más primitiva, ha descubierto y
usado el fuego. Ninguna otra criatura, aparte los seres humanos, utiliza el
fuego ni siquiera en su forma más primitiva.
He escrito descubierto entre comillas porque el fuego no se descubrió en el
sentido usual que se da a ese concepto. El rayo podía provocar un incendio cada
vez que la atmósfera de la Tierra
acumulara suficiente oxígeno para alimentarlo, y la superficie poseyera una
cubierta vegetal susceptible de arder, condiciones que nos hacen retroceder a
unos cuatrocientos millones de años. De ese fuego, como en nuestros días,
huiría todo animal capaz de hacerlo.
Descubrir
el fuego equivale a domesticarlo. En algún momento, Homo erectus aprendió a localizar algún objeto ardiendo en los
límites de un incendio natural, a mantener viva la llama alimentándola con
prudentes cantidades de combustible cuando mostraba señales de extinción, y a
hacer buen uso del fuego.
Ignoramos cómo sucedió. Personalmente, creo que todo empezó cuando los niños
quedaron fascinados por las llamas. A causa de su curiosidad hiperactiva y de
la falta de experiencias amargas acerca de lo que sucede cuando uno se quema,
pudieron sentirse más inclinados que los adultos a jugar con el fuego. Cabe la
posibilidad de que el adulto más próximo apartara al niño de la hoguera y la
apagara con los pies. Por otra parte, debió de llegar el tiempo en que un
adulto más audaz que la mayoría considerara la ventaja de continuar el juego
con una finalidad más útil.
El empleo
del fuego cambió por completo la vida humana. Ante todo, procuró luz en medio
de la oscuridad y calor en todo momento. Esto hizo posible extender la
actividad a la noche y al invierno, lo que revestiría especial importancia en
un período glacial, de manera que Homo
erectus pudo alcanzar regiones
más frías.
Desde luego que con el fuego, por sí solo, uno se ve condenado durante el
tiempo frío a no apartarse del hogar, pero una sociedad de cazadores podía
fácilmente aprender a desollar un animal, limpiar la piel y envolverse en ella.
En este sentido, la piel animal reemplazarla el pelo que los seres humanos
habían perdido.
El fuego también era útil como protección contra otros animales, incluidos los
más fieros. Una hoguera en el interior de una cueva o dentro de un círculo de
piedras mantendría alejados a los predadores. Podían gruñir y merodear por las
inmediaciones, pero si no se mostraban lo bastante inteligentes como para
mantenerse alejados del fuego, les bastaba con una sola experiencia de lo que
significaba su proximidad.
Por lo
demás, ahora Homo erectus podía
acarrear ramas encendidas para levantar la caza, provocar estampidas y conducirla
hacia las trampas o los despeñaderos.
El fuego también hizo posible cocinar el alimento, lo cual es más importante de lo que pueda parecer. La carne es más tierna y sabrosa si se asa.
El fuego también hizo posible cocinar el alimento, lo cual es más importante de lo que pueda parecer. La carne es más tierna y sabrosa si se asa.
Más todavía: el fuego extermina los parásitos y bacterias, con lo que
hace más segura la ingestión de la carne. El fuego vuelve asimismo muy
comestibles los vegetales, de otro modo inútiles para la alimentación. Pruebe a
comer arroz fresco en su tallo, o cualquier cereal crudo, y comprenderá lo que
puede hacer una breve exposición al calor de una hoguera.
Por
último, el fuego hizo posibles varias transformaciones químicas de la materia
inanimada, como la fundición de metales. En una palabra, el fuego da comienzo a
la primera época de relativa «Alta
tecnología» de la humanidad.
Al comienzo, claro está, el fuego sólo podía obtenerse una vez iniciado por
medios naturales. Cuando se disponía de él, era preciso mantenerlo ardiendo
continuamente, y si alguna vez se extinguía, había que reanudar cuanto antes la
búsqueda de otra hoguera. Si no había una tribu cercana de la que pudiera
conseguir el fuego suponiendo que mantuvieran lazos de amistad como para que
eso fuese posible, aunque resulta verosímil por razones de reciprocidad, sería
preciso aguardar de nuevo el fuego provocado por medios naturales, y esperar a
que las condiciones fueran favorables para hacerse con él sin peligro.
Pero llegó el tiempo en que se desarrollaron técnicas para iniciar un
fuego donde antes no lo hubo. Esto debió de lograrse por fricción: haciendo
girar un palo en la depresión de otro, previamente rellena de fragmentos de madera,
hojas u hongos, muy secos, yesca. El calor generado por la fricción podía
encender la yesca. No sabemos qué métodos fueron los primeros en desarrollarse,
pero la técnica de prender fuego representa un gigantesco paso adelante.
Que étapa de la historia sería.
ResponderEliminarPaleolítico. Hoy EDAD Antigua .