El SALARIO es la remuneración monetaria
o en especie que reciben los trabajadores por prestar sus servicios personales
en una empresa una empresa. Precio del trabajo.
El
salario puede fijarse de forma bilateral,
por acuerdo entre
las dos partes contratantes
empresario y
trabajador, o ser objeto de negociación
colectiva, entre los sindicatos
y las organizaciones empresariales.
En el
salario del trabajador hay que incluir tanto las retribuciones directas, en dinero o
en especie, como las indirectas: casa, escuela gratuita para sus hijos, manutención,
casa de vacaciones gratuita o por un alquiler
inferior al del mercado,
etcétera, siempre que se obtengan por razón del trabajo o
servicio prestado. A la suma de
todos estos conceptos hay que añadirle el importe de las cargas
sociales a cargo de la empresa para
determinar el coste
del trabajo para
la misma. Un buen sistema salarial debe reunir las
siguientes condiciones de orden psicológico:
1) el sistema debe ser fácil de comprender y el salario fácil de calcular por el obrero;
2) el sistema debe ser conocido con anterioridad a la ejecución del trabajo;
3) el salario debe pagarse lo antes posible después de efectuar el trabajo, y
4) el salario debe ser más elevado cuanto mayor sea el esfuerzo y la productividad del trabajador. Remuneración que recibe un individuo a cambio del trabajo que aporta al proceso productivo.
1) el sistema debe ser fácil de comprender y el salario fácil de calcular por el obrero;
2) el sistema debe ser conocido con anterioridad a la ejecución del trabajo;
3) el salario debe pagarse lo antes posible después de efectuar el trabajo, y
4) el salario debe ser más elevado cuanto mayor sea el esfuerzo y la productividad del trabajador. Remuneración que recibe un individuo a cambio del trabajo que aporta al proceso productivo.
1 Durante
mucho tiempo,
el problema de la naturaleza del salario preocupó a los economistas
clásicos. Si se reconoce que el valor de las mercancías
está determinado por la cantidad de trabajo que
se les incorpora, el salario o valor del trabajo deberá
determinarse por una cantidad de trabajo.
Pero ¿cómo el valor del
trabajo puede
ser determinado por sí mismo? Para salir de este círculo vicioso, Marx
reemplazó la noción de trabajo por
la de fuerza de trabajo.
El salario no es el valor o precio del trabajo,
sino el precio que
se paga al obrero a cambio de
su fuerza, puesta a disposición del
propietario del capital y
utilizada por éste dentro de los límites
de la jornada laboral.
2 Esto
conduce directamente al problema general del valor. El valor de la fuerza de
trabajo será
determinado por la cantidad de trabajo necesaria
para su producción,
es decir, para el valor de
las mercancías
necesarias para la subsistencia del obrero
y la reproducción de su fuerza. Contrariamente a las apariencias y a la opinión
común, el salario no será la remuneración del trabajo.
No habrá relación entre
el salario y el valor de
las mercancías
producidas por el trabajador. La verdadera relación será
la existente entre el salario y las mercancías
consumidas por el obrero.
Según Marx, de esta relación se
deduce una oposición radical de los intereses: el capitalista intentará
limitar el salario al mínimo vital
por un máximo
de trabajo.
Para la concepción marxista, este es el fundamento económico de la lucha de
clases.
3 No
obstante, Marx reconoció que el valor del salario no
es absoluto. El precio de
la fuerza de trabajo varía
según las necesidades,
que dependen, en sí mismas, del tipo de civilización,
del nivel de desarrollo,
etcétera. De este modo, introduce la noción de salario histórico. Por otro lado, el salario está
condicionado por las fluctuaciones del mercado.
Una rama en desarrollo puede
aumentar los salarios durante cierto período a
fin de obtener mano de obra en
detrimento de sus competidoras. La rareza en el mercado de
trabajo también puede ejercer presión
sobre los salarios. Por último, la acción
concertada de los trabajadores (la huelga)
puede provocar un aumento de los salarios al desempeñar un papel análogo al de
la rareza. Pero la naturaleza del salario permanece invariable en el marco de una estructura
económica no cambiada.
4 Los economistas
modernos no marxistas insisten acerca de cierta cantidad de
características que serían comunes a las sociedades
industriales capitalistas
o socialistas. Una serie de
realizaciones —seguridad social, asignaciones familiares, pensiones, subsidios
de paro— constituye un verdadero salario invisible, denominado también salario
social. Por otro lado, en muchas empresas
las primas
al rendimiento,
a la productividad,
a la antigüedad, etcétera, se suman al salario pagado al obrero.
Esto lleva al planteamiento de una sociedad que
no se basa en el esquema del salario equivalente al precio de
la fuerza de trabajo,
ya que una proporción más
o menos considerable de las necesidades
está cubierta por otros medios.
5 Acerca
del origen del salario
social y las diversas primas, han surgido numerosas
controversias. Los marxistas alegan que no pueden tener otra fuente que el valor creado por la fuerza
de trabajo.
En todo caso, se trataría de una redistribución que
superara los límites
que anteriormente eran
asignados al precio de
dicha fuerza.
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