El BAMBÚ es una
planta de la familia de las gramíneas. Algunos son herbáceos y otros leñosos, y
desarrollan varios culmos cañas o tallos al año, con alturas que van de uno a
60 m de altura y un diámetro de hasta 30 cm cerca de la base. Casi todos son
erectos, aunque algunas especies tienen tallos flexionados en las puntas. Unos
crecen en forma aglutinada, formando espesuras impenetrables y otros en forma
lineal. En el planeta existen 1,200 especies y 90 géneros de bambú,
distribuidas en los cinco continentes, se asocian principalmente en áreas tropicales
y subtropicales, solamente en Europa no existen especies nativas. Los
diferentes tipos de bambú se agrupan en cuatro géneros principales: Arundinaria, Bambusa, Phyllostachy y Sasa.
En América se tienen identificadas 345 especies, distribuidas
desde el sur de Estados Unidos, pasando por México, a lo largo y ancho de
Centroamérica, en las Islas del Caribe y en América del Sur hasta el sur de
Chile.
El bambú es una de las plantas más sorprendentes de la naturaleza, se
conoce como “la planta mil usos” pues a partir de él se pueden obtener
alimento, ropa, material para construcción, celulosa para papel y medicinas.
Igual que otras plantas, protege el suelo y captura bióxido de carbono.
Hasta hace pocos años se consideraba a Asia como la cuna de la utilización
del bambú, pero investigaciones arqueológicas recientes demuestran que en
Argentina, Ecuador y Colombia ya se usaba desde el Plioceno temprano y ha sido
utilizado ampliamente durante el desarrollo humano. Sin embargo, principalmente
en China es donde ha alcanzado gran importancia, pues ahí se ha podido combinar
la producción artesanal con los procesos industriales, que incluyen la
producción de alimentos, laminados, aglomerados, refrescos, papel, carbón y
mobiliario, entre otros productos. En el mundo se han registrado cerca de 1,048
usos diferentes para el bambú.
Debido a su resistencia físico-mecánica, la Guadua, conocida
científicamente Guadua angustifolia,
se ha convertido en uno de los bambúes más importantes del mundo, y sigue
siendo el más importante de América. Es nativa de Colombia, Venezuela y
Ecuador y dentro de todos los bambúes nativos existentes en Colombia es el más
importante. Este bambú colombiano es un excelente recurso sostenible y
autorrenovable de rápido crecimiento, versátil, liviano, flexible, resistente y
de fácil manejo.
En el campo se ha utilizado cultural y tradicionalmente en la
construcción de todo tipo de vivienda rural; en la ciudad en edificaciones
urbanas marginales y tradicionales, especialmente del sistema de bahareque,
llegando hoy en día a las majestuosas obras tecnificadas realizadas en diversos
países. Las pruebas físico mecánicas muestran a la especie con altos grados de
resistencia, compresión, tracción y flexión, que la hace ideal para ser usada
en construcciones de cualquier tamaño, ya que se presentan altamente seguras y
con características sismo resistentes. Las propiedades estructurales
sobresalientes que posee, le permiten ser comparada con la resistencia de una
fibra de acero, mostrando la fibra de Guadua resistencia igual o superior.
En América, cuando se habla de bambú, inmediatamente se piensa y
relaciona esta planta con el más conocido a nivel mundial: El bambú dorado, Bambusa vulgaris var vitatta.
Su capacidad de adaptación a un amplio rango de suelos, climas y regiones lo
han hecho ser conocido en todo el mundo y de ahí que siempre se relacione con
él, pero es interesante saber que este tipo de bambú es sólo una de las 1040
especies que existen en el mundo.
En México el bambú se utiliza en la construcción de viviendas rurales,
en la elaboración de artesanías, muebles y accesorios de hogar, también con
fines medicinales y ornamentales. Su uso tradicionalmente se ha restringido a
la zona o región donde crece y está disponible naturalmente. Además, existen
universidades, centros de investigación, personas y entidades que desean conocer aún más de
este material.
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