El CHURRO es una masa a base de harina de trigo
cocinada en aceite. Con origen en la península ibérica, los churros son una
comida de las denominadas «frutas de sartén» muy difundida en países como Argentina, España,
Guatemala, México, Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Perú, Bolivia, República
dominicana, Honduras, Costa rica, El Salvador, Venezuela, Cuba, Portugal, Panamá
y Brasil.
En las
algunas provincias del sur de España, especialmente en Granada, los
churros también se denominan jeringo en
alusión, según indica la Real Academia de la Lengua, al instrumento en forma de jeringa utilizado en
su elaboración. La forma
puede ser recta, en forma de palos o en lazos. Pueden tener relleno o estar
rebozados de azúcar, chocolate, crema pastelera o dulce de leche. Tienen su
origen en la repostería española. La realización y venta se realiza en
locales especializados denominados churrerías o fábricas de churros.
Cada churro
consiste en una masa compuesta
por harina, agua, azúcar y sal, que se introduce en un aparato parecido a una manga repostera, por donde sale mediante extrusión convertido
en tiras cilíndricas de un dedo de grosor, aproximadamente, y con sección
trasversal en forma de estrella estrías, que se fríen en aceite y una vez hechos, a veces, se rebozan en azúcar. En la
actualidad en los casos en los que se emplea aceite de oliva se
suele mezclar con girasol o soja, debido a su coste elevado. El aceite de soja no
se emplea solo debido a la gran cantidad de humos que produce, sin embargo el
aceite de girasol se utiliza con mayor frecuencia en las churrerías sin mezclar debido a su coste inferior.
El primer paso en la elaboración de la
masa consiste en el cernido con un cedazo de la harina.
La masa se hace como la de los buñuelos,
echando de golpe la harina en el agua con la sal, el azúcar y a veces un poco
de aceite ya hirviendo y removiendo hasta que esté hecha a esta operación se le
denomina golpe de agua. La proporción más habitual suele ser de dos
litros de agua por cada kilo de harina con una cucharada de sal. Dentro del barreño la masa se remueve mediante el palo de
amasar y para ello se realizan movimientos circulares. Esta masa se suele
emplear en el mismo día que se elaboró.
La masa así elaborada se introduce en
la churrera (máquina de extrusionar que se denomina por las palancas
"estrella", como se hacía antiguamente en la churrera
de hombro. Con el aceite ya caliente se suele verter los hilos, cortados
a mano, que salen por la churrera. Es en este instante cuando el churrero
decide hacer los churros en línea o en forma de lazo. Durante la fritura la
forma de estrella es porque la masa crece mucho con el calor y el aceite sella
la superficie exterior. Si no tuviera esta forma, estallaría al entrar en
contacto con el aceite caliente. La fritura de la masa de una treintena de
churros dura aproximadamente unos dos o tres minutos y se suele sacar con un pincho que ensarta los churros. A veces se
emplea una espumadera sobre todo si los churros son rectos.
Aunque en algunos lugares se sigue colgando los churros en juncos, en la actualidad
se sirven en papel.
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