El Padrino es una novela de
género criminal
escrita por el escritor
italoestadounidense Mario Puzo
que originalmente publicó una de las mayores editoriales del país conocida como G. P. Putnam's Sons en 1969. Detalla la historia ficticia
de una familia de la mafia
siciliana
asentada en Nueva York
y que está encabezada por Don Vito Corleone, El gran jefe, la cual se convirtió en sinónima de la mafia italiana. La trama
transcurre entre los años 1945 y 1955,
y también proporciona el trasfondo de Vito desde su niñez, hasta su madurez.
El libro introdujo términos italianos tales como consigliere, caporegime, Cosa Nostra,
pezzonovante, y omerta a la audiencia de habla inglesa.
Formó las bases de una película homónima que se rodó en 1972. En 1974 y 1990 se rodaron dos secuelas,
con nuevas contribuciones de Puzo. Tanto la primera como la segunda película
están ampliamente consideradas como unas de las mejores filmaciones cinematográficas de todos
los tiempos.
La historia comienza con Americo Bonasera, que se lamenta
por la desgracia que le ha ocurrido a su hija:
un par de jóvenes la golpearon y le destrozaron su bello rostro. Bonasera le
dice a su mujer que solo don Vito Corleone,
jefe de la Familia Corleone les podrá hacer justicia. Don Vito recibe a muchos
invitados en su casa, ya que es la boda de su hija Connie Corleone, para la que
han organizado una majestuosa fiesta el último sábado del mes de agosto de 1945,
fiesta que incluyó la presencia del famoso cantante Johnny
Fontane. Los hijos de don Vito, Sonny,
Fredo
y Michael también están presentes en la
celebración familiar, así como los hombres de confianza del Don, los capos Sal Tessio
y Peter
Clemenza y el consigliere
Tom Hagen.
El Don recibe a unos cuantos invitados en su despacho, ya que ningún siciliano
puede negar una petición en la boda de su hija. El Don escucha la súplica de
Bonasera e incluso una petición de su ahijado Johnny, quien le pide convencer a
un productor de cine para que le dé un papel en su nueva producción en
Hollywood. En esa misma reunión, el Don accede a reunirse con Virgil
Sollozzo, un hombre que tiene un negocio que proponerles a los
Corleone.
El Don asigna a Tom Hagen
la tarea de hablar con Jack Woltz, el productor peleado con Johnny. Él se
niega, argumentando un lío de faldas y por lo tanto, los hombres de Don Vito
asesinan un caballo de Woltz y le ponen la cabeza entre sus sábanas. Woltz, muy
asustado por la acción, acepta a Johnny como actor, cosa que vuelve a encumbrar
a Johnny.
Don Vito se encuentra con Sollozzo, quien le propone
traficar con drogas.
Su plan es distribuirlas con la familia Tattaglia y necesita que los Corleone
lo protejan a cambio de un 30% de ganancias,
pero el Don se niega rotundamente argumentando que perdería sus privilegios con
políticos y jueces si accede a ese negocio. Sollozzo, molesto por eso, piensa
que Don Corleone representará un problema y trata de asesinarlo sin éxito. El
intento de asesinato desata la ira de Sonny, el hijo más violento del Don, y
provoca una guerra entre mafias, que comienza cuando Pete Clemenza ejecuta al
traidor que vendió al Don a Sollozzo para que tratara de matarlo. Michael
Corleone propone asesinar a Sollozzo para que no intente nada más y al capitán
de Policía que lo protege y él mismo ejecuta el plan a la perfección. Como la
policía lo busca por todos lados, Michael se refugia en Sicilia.
Mientras tanto, Sonny asesina a Bruno Tattaglia como
venganza por el atentado a su padre, lo que provoca que las demás familias
traten de acabar con Sonny. En una trampa que le tiende su propio cuñado Carlo
Rizzi, Sonny sale desprevenido de la finca Corleone, furioso al enterarse de
que Carlo ha golpeado a su hermana Connie. Carlo avisa a las familias, quienes
lo interceptan en la carretera y lo asesinan. Don Corleone convoca una reunión
de familias, La Cosa Nostra de Nueva York donde aclara su
postura sobre el negocio de las drogas y le pide a todos que eviten la guerra,
ya que las venganzas no revivirían a Bruno o a Sonny y sólo perjudicarían a
todos. Además, pide seguridad para que Michael regrese.
Una vez que Michael regresa, el Don le confiesa que en
realidad los Tattaglia no eran responsables. Emilio
Barzini, Don de los Barzini era quien estaba detrás de todo y le
advierte de que si alguien le propone una reunión con Barzini será una trampa y
quien se la proponga será el traidor. Don Vito Corleone muere a causa de un
paro cardiaco y, en el funeral, Sal Tessio le propone a Michael la reunión con
Barzini, así que Michael manda a asesinar a Tessio por ser el traidor. Tessio
le pide a su ejecutor que le diga a Michael que «no fue personal, sólo
negocios». Más tarde Michael ordena el asesinato de todos los Don de Nueva York
de forma simultánea, cabezas de las llamadas Cinco Familias, lo que lo convierte en el
hombre más poderoso de la mafia de Estados Unidos.
Sin embargo, decide retirarse de la vida como mafioso, al
menos parcialmente, y dedicarse a la industria del juego en el estado de Nevada,
llevándose con él a Tom Hagen y permitiendo a Pete Clemenza que
formara su propia familia.
El libro cuenta diferentes historias paralelas a la
principal. Johnny Fontane tiene algunos problemas con su voz, ya no puede
cantar como antes. Además está en deuda con los Corleone, para compensar la
deuda con su padrino se decide ayudar a su amigo Nino Valenti, con ayuda de los
Corleone Johnny produce algunas películas exitosas que los colocan a ambos como
grandes estrellas de cine, hasta la muerte de Nino.
Frederico Corleone estuvo presente en el atentado contra
su padre en el que él salió ileso y su padre gravemente herido. Quedó con un
trauma al ver a su padre a punto de morir, por lo que se fue a vivir a Las Vegas,
donde se convirtió en un hombre extravertido y seductor.
También el autor dedica un capítulo completo a la vida
del joven Vito Andolini. Su
padre fue asesinado por un mafioso siciliano que también quería matarlo a él
para que no tomara venganza. Pero la madre de Vito lo envió a Estados Unidos,
país donde comenzó a trabajar de forma humilde por lo que conoció a Genco
Abbandando quien sería su mejor amigo. Aprendió a conducir un camión tomando en
cuenta la época, no cualquiera aprendía a conducir y trabajó como repartidor, y
conoció a los jóvenes Sal Tessio y Pete Clemenza.
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