Cuando tengan
dudas, cuando la vida les duela, cuando estén cansados de la lucha, entonces
miren a Cristo crucificado, y estén seguros de que su amor es suficiente para
levantarles.
CONTRUIR UNA CASA
El padre les
pidió a sus hijos que le ayudaran a construir su casa.
A la mitad de la
obra uno le dijo: Padre: tus otros hijos se han apartado de tu voluntad; te han
desobedecido, y no son ya dignos de ti.
Le preguntó el
padre: “¿Han dejado de trabajar en la obra de mi casa?” No respondió el hijo-.
Pero ninguno trabaja en la misma manera que trabajo yo, ni hacen las cosas como
yo las hago.
-Hay muchos
modos de ayudar a construir mi casa –expresó el padre-. Haz con amor tu parte y
no pierdas el tiempo en discutir con los demás. Aunque cada quien trabaje en
diferente modo lo importante es que trabaje en mi obra. Terminada la casa todos
nos encontraremos en ella, y entonces ya no habrá ninguna diferencia.
El hijo entendió
lo que el padre le decía, y supo que aunque haya distintos operarios y
diferentes modos de trabajar, la casa es una sola.
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