Un hidroala, Hydrofoil en inglés, es un tipo de barco cuyo casco
sobresale del agua cuando la velocidad es lo bastante elevada, gracias a la
acción de un plano de sustentación o ala que funciona según el mismo principio
que las alas de un avión pero en medio liquido 800 veces mas denso que el aire.
Esta técnica permite a los barcos aumentar su velocidad disminuyendo la
fricción entre el casco y el agua y evitando la resistencia por formación de
olas.
El funcionamiento del hidroala se basa en obtener una
fuerza que eleve el casco de la nave gracias a la sustentación generada por
medio de un ala sumergida en el agua.
A baja velocidad, el hidroala se comporta, como un barco
convencional. A medida que la velocidad aumenta, la presión del agua bajo el
ala, unida a la disminución de la presión que se forma sobre la misma genera
una fuerza de sustentación opuesta al peso de la nave y una vez alcanzada
cierta velocidad es suficiente para elevar completamente el casco sobre el
agua. La única parte del barco que permanece sumergida, por supuesto,
descontando las alas, son las hélices y el timón de dirección. Con el casco elevado sobre
el agua, la única resistencia al avance es la que ofrecen las alas que lo
mantienen elevado, que es mucho menor a la que ofrecería el casco sumergido
navegando a la misma velocidad.
En 1906, un artículo en el número de marzo de la revista Scientific American escrito por el
pionero de los hidroalas William E. Meacham
explicaba los principos básicos de estos barcos. Alexander Graham Bell consideró entonces
que la invención del hidroplano
era un logro muy significativo. Tras leer el artículo de Meacham, Bell comenzó
a esbozar los conceptos de lo que actualmente se conoce como un hidroala. Junto
a Casey Baldwin, en el verano de 1908 comenzó sus ensayos.
Bladwin estudió los trabajos del inventor italiano Enrico
Forlanini y empezó a probar modelos basados en sus diseños, lo que
le permitió junto a Bell el desarrollar el hidroala. Durante la gira mundial de
Bell entre 1910
y 1911,
él y Baldwin se encontraron con Forlanini en Italia.
Navegaron por el Lago Maggiore
en el hidroala de Forlanini y Baldwin describiría la experiencia como algo tan
suave como volar. De regreso a Baddeck, en Nueva Escocia,
se ensayaron varios prototipos hasta culminar en el HD-4. Usando motores Renault
se alcanzó una velocidad máxima de 87 Km/h, con una rápida aceleración,
superando las olas sin dificultad, lográndose una buena gobernabilidad y
mostrando una buena estabilidad. El informe de Bell a la Marina de los Estados
Unidos le permitió obtener dos motores de 260 KW 350 CV. El 9 de
septiembre de 1919 el HD-4 estableció un record mundial de velocidad sobre
el agua alcanzando los 114 Km/h, record que permaneció vigente durante diez
años.
Entre 1873 y 1914,
el diseñador naval británico John I Thornycroft trabajó en una
serie de modelos dotados de un casco escalonado y una única ala inclinada. En 1909 su compañía construyó
un barco de 22 pies de largo, el Miranda
III, propulsado por un motor de 60 CV. El modelo siguiente, el Miranda IV llegó a alcanzar los 35 nudos.
En Alemania, el barón von Schertel trabajó en el campo de los hidroalas en los
años previos y durante la Segunda Guerra Mundial. Tras la misma, el
equipo técnico de Schertel fue capturado por los soviéticos. Schertel se
trasladó a Suiza,
donde fundó la compañía Supramar AG. En 1952 Supramar botó el
primer hidroala comercial, el PT10, en el Lago Maggiore, entre Suiza e Italia. El PT10
es del tipo surface-piercing, y
era capaz de transportar 32 pasajeros a una velocidad de 35 nudos. En 1968, el empresario
Hussain Najadi adquirió Supramar AG y expandió su mercado hasta Japón,
Hong Kong,
Singapur,
Reino Unido,
Noruega
y los Estados Unidos. La compañía estadounidense General
Dynamics se convirtió en licenciataria de Supramar y El Pentágono
premió su primer proyecto de investigación y desarrollo en el campo de super cavitación.
la Hitachi Shipbuilding de Osaka Japón, fue otra
licenciataria de Supramar, así como muchas navieras y astilleros de países de
la OCDE.
Entre 1952 y 1971,
Supramar diseñó varios modelos de hidroala: PT20, PT50, PT75, PT100 y PT150.
Salvo el PT150, todos eran del tipo surface-piercing. Se construyeron más de
200 unidades de los modelos de Supramar, la mayoría de ellos por Rodríguez en
Italia.
A finales de la década de 1960 la Marina Canadiense
construyó y probó un hidroala de alta velocidad destinado a la lucha
antisubmarina, el HMCS Bras d'Or FHE 400, pero el proyecto fue abandonado
debido a un cambio en las prioridades estratégicas del mando militar. El Bras
d'Or era del tipo surface-piercing
y durante las pruebas mostró un buen comportamiento, alcanzando una velocidad
máxima de 63 nudos.
La Unión Soviética experimentó extensivamente con
hidroalas, construyendo modelos para la navegación fluvial y ferries con
diseños estilizados, especialmente durante las décadas de 1970 y 1980. Ejemplos de estos
hidroalas son los barcos de la clase Raketa y la sucesora la Meteor, de mayor
tamaño o el más pequeño de la clase Voskhod, diseñados en la Oficina de
Estudios Especiales OKB-Alexeiev,
situada en Nizhny Nóvgorod y liderada por el ingeniero Rotislav
Alexeiev, creador del ekranoplano.
En este tipo de barcos, la máxima eficiencia se consigue
cuando la elevación sobre el agua es pequeña, por lo que su aplicación en el
transporte de pasajeros está limitada a aguas relativamente tranquilas,
resultando muy empleado como medio de transporte público en ríos y lagos.
En España fue empleado como medio de travesía rápida del Estrecho de Gibraltar, uniendo
regularmente los puertos de Algeciras y Tánger.
Sin embargo, las especiales características climáticas de la zona en invierno
son frecuentes los fuertes temporales de viento que incluso llegan a impedir la
navegación de los grandes ferries de pasajeros limitaban excesivamente el uso
de hidroalas. Esto, junto a la aparición de veloces catamaranes
con mayor operatividad y pasaje y capaces de transportar también vehículos
motivó el que las navieras que operaban en la zona suspendieran su servicio.
En Italia, las flotas más numerosas se encuentran en Campania
para el enlace con la isla del golfo y en Sicilia
donde realizan el enlace marítimo de las islas Eolie, Egadi y Ustica.
El hidroala es un difícil enemigo en combate puesto que
supera en velocidad a sus rivales y supone un difícil objetivo para los
torpedos y misiles. Esta característica ha sido aprovechada con fines
militares, empleándose los hidroalas como lanchas de patrulla costera o bien
como destructor.
La Marina Militar Estadounidense operó hidroalas de
combate de la clase Pegasus,
entre 1977
y 1993.
Estos hidroalas eran rápidos y estaban tan bien armados que eran capaces de
enfrentarse y hundir prácticamente a cualquier barco enemigo de superficie, a
excepción de los más grandes. También desempeñaron labores en la lucha contra
el narcotráfico,
convirtiéndose en una auténtica pesadilla para los traficantes por su velocidad
y su armamento.
La Marina Militar Italiana dispuso de hidroalas de la
clase Sparviero en 1973. Posteriormente,
entre 1977
y 1984
ha utilizado 6 hidroalas de la clase Nibbio,
dotados de un cañón de 76 mm, 2 misiles y capaces de alcanzar una velocidad
superior a los 50 nudos. Sin embargo, las malas condiciones marineras de este
tipo de barcos en situaciones de mala mar la altura de las olas no puede
superar la distancia entre la quilla y las alas y el cambio en los objetivos
estratégicos de la marina motivaron que a partir de 1990 sustituyera los
hidroalas por otros barcos más convencionales.
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