El Taj Mahal es un complejo de edificios construido entre 1631 y 1654
en la ciudad de Agra, estado de Uttar Pradesh, India,
a orillas del río Yamuna, por el
emperador musulmán Shah Jahan de la dinastía mogola. El imponente conjunto se erigió en
honor de su esposa favorita, Arjumand Bano Begum más conocida como Mumtaz Mahl que murió en el parto de su
decimocuarta hija. Se estima que su construcción necesitó el esfuerzo de unos
20.000 obreros
El Taj Mahal es considerado el más bello
ejemplo de arquitectura mogola,
estilo que combina elementos de las arquitecturas islámica, persa, india e
incluso turca. El
monumento ha logrado especial notoriedad por el carácter romántico de su
inspiración. Aunque el mausoleo cubierto por
la cúpula de mármol blanco es la parte más conocida, el Taj Mahal es un
conjunto de edificios integrados.
Actualmente es un importante destino
turístico de la India. En 1983, fue reconocido por
la Unesco como Patrimonio de
la Humanidad. El Taj Mahal fue nombrado una de Las
Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno.
El emperador Sha Jahan fue un político mecenas, con recursos prácticamente ilimitados. Bajo su tutela se construyeron los palacios y jardines de Shalimar en Lahore, también en honor de su esposa Mumtaz Mahal quien le dio a su esposo 14 hijos, pero falleció en el último parto y el emperador desconsolado, inició enseguida la construcción del Taj como ofrenda póstuma. Todos los detalles del edificio muestran su naturaleza romántica y el conjunto hace alarde de una estética esplendida. Tras una visita realizada en 1663, el explorador francés Francois Bernier realizó el siguiente retrato del Taj Mahal y de los motivos del emperador para construirlo
A poco de terminar la obra en 1656,
Sha Jahan cayó enfermo y su hijo Sha Shuja se declaró a sí mismo emperador en Bengala, mientras Murad, con el apoyo de su
hermano Aurangzeb, hacía lo mismo en Guyarat. Cuando Sha Jahan, muy enfermo ya,
se rindió a los ataques de sus hijos, Aurangzeb le permitió seguir con vida en
arresto domiciliario que cumplió en el cercano fuerte de Agra. La leyenda
cuenta que pasó el resto de sus días mirando por la ventana al Taj Mahal y,
después de su muerte en 1666, Aurangzeb lo sepultó en el mausoleo al lado de su
esposa, generando la única ruptura de la perfecta simetría del conjunto. Se
dice también que después de terminar dicha obra arquitectónica el emperador
hizo que a los obreros se le cortara las manos para que jamás se viera otra
obra igual.
A finales del siglo XIX varios sectores
del Taj Mahal estaban muy deteriorados por falta de mantenimiento. Durante la
época de la rebelión hindú en 1857 fue dañado por soldados británicos, cipayos y oficiales del gobierno, quienes arrancaban
piedras semipreciosas y lapislázuli de sus
muros.
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