La pauta musical o pentagrama tal como lo conocemos hoy
se originó a partir de la notación musical del canto gregoriano en la Edad
Media. Hasta ese momento se utilizaba una serie de signos en conjunción con el
texto para representar la altura. Sin embargo, cuando los cantos propiamente
dichos fueron escritos se comenzaron a emplear líneas para representar la
altura, junto con los signos indicadores de altura por encima del texto. Cuando
se empieza a utilizar la pauta musical apenas se usaba una línea coloreada, que
data del siglo IX. Dicha línea se colocaba sobre el texto del canto. La altura
estaba representada por la distancia de las notas en relación a la línea. Como
esto no era muy preciso, con el tiempo se fueron añadiendo más líneas hasta
configurar el pentagrama usamos hoy en día.
Entre finales del siglo X y principios del siglo XI Guido
D'Arezzo llevó a cabo
mejoras fundamentales para la escritura musical. Entre otros logros, se le
atribuye a este monje benedictino la invención de la pauta de cuatro líneas,
llamada tetragrama, a intervalos de tercera. Sus mejoras contribuyeron a
representar con más precisión la altura de las notas musicales, su duración y
el compás de la música, en la enseñanza de la música y en el canto gregoriano.
En el siglo XV se añadió una quinta línea y esta
configuración se ha venido utilizando hasta la actualidad. La pauta de cinco
líneas o pentagrama fue creado en Italia por Ugolino de Forlí. El uso de esta
pauta musical se generalizó en Francia en el siglo XVI y se asentó
definitivamente en toda Europa a partir del siglo XVII. Los términos para designar
esta pauta musical en algunas lenguas reflejan la importancia de las cinco
líneas, como por ejemplo el español «Pentagrama»
o el italiano «Pentagramma».
Cuando la melodía supera el ámbito
de once notas que cubre el pentagrama, las notas que quedan fuera se colocan
sobre o entre líneas adicionales, que son líneas que se dibujan por encima o
por debajo del pentagrama según sea necesario. El intervalo
entre las posiciones adyacentes pentagrama es un paso en la escala diatónica. No obstante, la altura
absoluta de cada línea está determinada por un símbolo de clave
colocada al principio del pentagrama. La clave identifica una línea en particular
como una nota específica y todas las demás notas se determinan en relación a
esa línea. Por ejemplo, la clave de sol indica que en la segunda línea se
sitúa la nota sol por encima
del do central. Una vez establecidas las alturas
por una clave, pueden ser modificadas mediante un cambio de clave o bien
mediante signos de alteración en las notas individuales. Un pentagrama
sin clave puede ser usado para representar un conjunto de sonidos percusivos;
cada línea suele representar un instrumento diferente.
En cierto modo, el pentagrama
es análogo a una gráfica matemática de altura musical
con respecto al tiempo. Las alturas de las notas están
determinadas por su posición vertical en el pentagrama y las notas que hay a la
izquierda se tocan antes que las notas a la derecha. No obstante, a diferencia
de un gráfico, el número de semitonos representados por un paso vertical de una
línea a un espacio adyacente depende de la clave; y el tiempo exacto del
comienzo de cada nota no es directamente proporcional a su posición horizontal,
sino que la duración exacta es codificada mediante el signo musical de figura
musical elegido para cada nota además del tempo.
Un signo de compás situado a la derecha de la clave
indica la relación entre el recuento de tiempo y las figuras musicales,
mientras que las barras de compás agrupan las notas del
pentagrama en compases.
Una «llave» se emplea para unir varios pentagramas que representan a un
solo instrumento, como un piano, órgano, arpa o marimba.
El sistema de dos o más
pentagramas, denominado Grand staff
en inglés, se utiliza en partituras escritas para instrumentos como el piano, el arpa, el órgano o la marimba. Para escribir la música
de piano
y arpa
se emplea un sistema de dos pentagramas que se representan unidos con una
llave. Lo anotado en el pentagrama superior, normalmente en clave de sol,
se tocará con la mano derecha; mientras que la música del pentagrama inferior
se toca con la mano izquierda y suele anotarse en clave de fa. El siguiente ejemplo es
una pauta de piano, también llamado endecagrama, en que cada pentagrama
contiene siete notas y un silencio.
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