La fierecilla domada, también conocida como La doma de la bravía o La
doma de la furia es una de las obras más populares de William Shakespeare tanto dentro como fuera de
su país, como lo demuestra, por ejemplo, el hecho de que sea la quinta obra que
más veces ha sido traducida al español de entre las treinta y siete que se
conservan de su autor, únicamente precedida por Romeo y Julieta, Hamlet,
Macbeth
y El rey Lear,
y por delante de obras de la altura y la popularidad de El sueño de una noche de verano,
Julio César o incluso Otelo.
La obra se basa, en principio, en el carácter díscolo y malhumorado de
Catalina Minola, mujer que ahuyenta, no pocas veces, a golpes a cuantos
pretendientes se interesan por ella ante su padre. El asunto no tendría mayor
transcendencia si no fuese porque, según la costumbre, el padre de Catalina, el
rico Don Bautista Minola, se niega a entregar en matrimonio a su hija menor,
Blanca, hasta que no haya casado a la mayor; para desconsuelo de los ambiciosos
aspirantes a su mano, Hortensio, Gremio y Lucencio. La llegada a la ciudad de
Petruchio, un joven ambicioso y despreocupado y su disposición a cortejar a la
áspera Catalina proporcionan a los pretendientes de Blanca una esperanza para
la que unen sus esfuerzos a los del ya casi desesperado Bautista. Este planteamiento
inicial se desarrolla en forma de diversas situaciones de enredo y abundantes
diálogos ocurrentes en los que el ingenio verbal se convierte sin duda en la
más contundente de las armas, destacando sin duda el doble banquete nupcial con
que concluye la obra y que constituye todo un giro inesperado a la situación de
partida.
Aunque desde el punto de vista escénico esta obra, al igual que la mayoría
de las de Shakespeare,
no plantea excesivas dificultades, uno de los aspectos técnicos y más
destacados en ella es, sin lugar a dudas, su planteamiento inicial, pues La fierecilla domada no es sino una obra dentro de otra obra, en
inglés, una play-within-the-play.
Y es que la obra principal se presenta al público en realidad como una obra con
la que un señor y sus criados agasajan a su supuesto gran señor, que no es en
realidad sino un pobre borracho al que han recogido de la calle y a cuya costa
han decidido divertirse durante un tiempo. Este recurso técnico proporciona a
la obra gran dimensión metateatral y un indudable doble distanciamiento del
público.
Mucho se ha escrito acerca del origen del argumento de la obra, aunque lo
único en lo que la crítica autorizada parece estar de acuerdo es en el hecho de
que el argumento principal no es original de Shakespeare.
Lo cierto es que el esquema argumental básico de la obra se repite, con muy
pequeñas variaciones, en multitud de textos de tradición oral o escrita
diseminados por toda Europa, por Asia e incluso en la América precolombina. Uno
de los más conocidos de entre esos textos es el cuento Lo que sucedió a un mancebo que casó con una muchacha muy rebelde,
número treinta y cinco de entre los incluidos en el famoso El conde
Lucanor, de don Juan Manuel. No obstante, entre todos esos
relatos y el texto de Shakespeare existen diferencias fundamentales,
y no sólo en lo que concierne a su desenlace, que inducen a pensar que, si bien
es muy probable que el dramaturgo isabelino conociera el argumento a partir de
esa tradición, no se inspiró en ninguno de esos textos en concreto a la hora de
componer su obra. Por lo demás, llama la atención el hecho de que, si bien los
textos cuyo argumento se basa en la doma de una mujer bravía por parte de su
marido son abundantes en la literatura europea previa a la publicación de La fierecilla domada hacia 1590-1593,
con la aparición de la obra de Shakespeare no se vuelve a publicar ninguna obra
nueva en que éste sea el principal asunto de su argumento, de modo muy similar
a como ocurrió con las novelas de caballería y el Don Quijote de Miguel de Cervantes.
Al día siguiente se presentan en casa de Bautista el
falso Lucencio que no es más que el criado Tranio con un profesor de latín, el
verdadero Lucencio y Petruchio con un profesor de música, Hortensio disfrazado.
El falso Lucencio anuncia su interés por desposar a Blanca y Petruchio el suyo
por Catalina ante el asombro general.
El encuentro entre Petruchio y Catalina es un desastre,
ella se muestra muy arisca y él reacciona con gran ironía. Al final Petruchio
anuncia su boda para dentro de una semana y abandona Padua por motivos
personales.
Catalina llega a su nueva casa agotada del viaje mientras
Petruchio la sigue tratando con muchísima ironía. Cualquier excusa es buena
para no dejar comer ni dormir a Catalina y así "domarle" el carácter.
Cuando el verdadero Vincencio llega a Padua acompañado de
Petruchio y Catalina, se prende la mecha de la confusión y el lío ante tanto
cambio de identidades y tras algunos apuros todo se soluciona cuando el
verdadero Lucencio cuenta toda la verdad del asunto y anuncia además, que se ha
casado en secreto con Blanca. Todos se alegran y van al banquete donde
Lucencio, Hortensio ahora casado con una viuda tras abandonar su idea de
seguir cortejando a Blanca y Petruchio apuestan 100 coronas para ver quien
tiene la mujer más obediente de todas. Dicha apuesta la gana Petruchio al
quedar demostrada la obediencia de Catalina que ya no es la bravía que todos
creían.
Personajes
principales
Bautista. Padre de
Catalina y Blanca. Es un noble de Padua con bastante dinero.
Catalina. Hija mayor
de Bautista. Es bella, muy inteligente y tiene mucho carácter. Siente devoción
por fastidiar a los demás, sobre todo a Blanca. Es un personaje que evoluciona
de una forma exagerada, un cambio demasiado radical y en muy poco tiempo, como
para que se le considere un personaje redondo. Es un personaje estereotipado,
que tiene como función poner en relieve lo que quiere expresar el autor.
Blanca. Hija menor
de Bautista y la favorita. Ella es guapísima, dulce y tiene compostura. Es
pretendida por Lucencio, Hortensio y Gremio, y es el personaje central de la
acción secundaria. Pero el amor la hace cambiar y se vuelve hacia su padre y
enamorados.
Lucencio. Joven de
Pisa que va a Padua a ampliar sus estudios cuando ve a Blanca y se enamora. Intentará
enamorarla no comprarla y lo conseguirá. Para poder entrar en la casa se hará
pasar por profesor de latín.
Gremio. Personaje
mayor y secundario. Posee una pequeña fortuna. Da juego a la acción secundaria.
Hortensio. Amigo de
Petruchio. Es el último pretendiente de Blanca y este también se hace pasar por
maestro, de música en este caso. Al final acaba casándose con una viuda.
Petruchio. Es el
pretendiente de Catalina. Viene de Verona, donde acaba de morir su padre, quien
le ha dejado una pequeña herencia y llega a Padua con la intención de ganar
dinero. Personaje de carácter fuerte, es inteligente y muy bruto. Según lo que
dicen, es el profesor de la escuela donde se doman fieras.
Tranio, Biondelo. Criados de
Lucencio. Para que éste pueda entrar en casa de Bautista se cambian de papel:
Tranio pasará a ser Lucencio y Lucencio, Tranio.
Vicencio. Padre de
Lucencio. Es un hombre rico, que quiere mucho a su hijo.
Grumio, Curtis. Son los
criados de Petruchio. No demuestran mucha estima por su señor pero hacen todo
lo que les dice. También colaboran en el maltrato psicológico de Catalina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario