La Carrera Panamericana, también llamada,
la Carrera the Carrera
en inglés, la Panamericana
o solamente la Pana,
es un evento deportivo de automovilismo tipo rally organizado
anualmente a través de la República Mexicana.
Su historia se divide en dos etapas, la antigua u original, que se efectuó de
1950 a 1954, y la moderna, que se organiza desde 1988 hasta esta fecha.
En la etapa actual la participación de modelos de automóviles se divide en 4
grupos y 9 categorías.
El piloto alemán Alfred
Neubauer llegó a considerar la Carrera como como una mezcla de las 24 Horas de Le Mans, la Mille Miglia,
el Gran Premio de Trípoli y el autódromo Nurburgring.
La prueba atrajo la participación de las principales marcas de autos deportivos
europeos como Ferrari,
Porsche,
Lancia,
Talbot,
Mercedes-Benz,
Pegaso y Alfa Romeo.
La Carrera Panamericana La carrera inicio su historia en
el año de 1950, ideada por el Gobierno Federal de esos tiempos, como un medio
de atracción hacia los turistas e inversionistas y se utilizó como ruta de la
misma la recientemente creada carretera panamericana.
La carrera que en ese año de 1950, sólo registró la
inscripción de automóviles fabricados por alguna de las grandes marcas
estadounidenses, en los años subsecuentes despertó el interés de las marcas
europeas que fabricaban automóviles deportivos y de gran turismo, convirtiendo pronto la
carrera en un escaparate en el que las marcas como Ferrari, Porsche, Mercedes
Benz y Lancia con sus pilotos de nivel mundial, se disputaron la gloria de
ganar cada una de las cinco carreras celebradas hasta 1954, año en que fue
celebrada la V carrera, ya que al año siguiente fue suspendida por los
accidentes mortales en ellas ocurridos y por el trágico accidente ocurrido en
las 24 Horas de Le Mans de 1955.
Fue hasta el año de 1988, cuando un grupo de promotores
entre los que destacan Pedro Dávila y Eduardo de León con el interés de revivir
la celebración de la Carrera Panamericana, convocó e invitó a las diferentes
agrupaciones automovilísticas del mundo para su celebración.
Reservando la competencia para automóviles fabricados
entre los años de 1940 y 1965, dependiendo de la categoría, pero permitiendo la
modernización de las unidades en los aspectos de suspensiones y seguridad.
La Primera Edición de la Carrera Panamericana en 1950,
que también era llamada como “Mexican Road Race” contó con 32 coches inscritos
y la victoria fue para un Oldsmobile y el primer participante inscrito fue el mexicano
José Antonio "el viejo" Solana, En esta ocasión la inscripción de las
marcas europeas fue casi nula, debido esto a que el reglamento de la prueba que
exigía una fabricación mínima de 500 unidades de los modelo inscritos y esto
favorecía claramente a las grandes marcas norteamericanas, siendo por tanto
honrosa la participación de un Alfa Romeo 2500 de seis cilindros en V piloteado
por Taruffi, que terminó en la cuarta posición absoluta.
En la salida de Ciudad Juárez, el 5 de mayo de 1950,
varios pilotos se mostraron inconformes, argumentando que si no descalificaba a
los Alfa Romeo tripulados por Piero Taruffi y Felice Bonetto, no correrían,
pues consideraban que contra esos autos no tendrían oportunidad. La protesta no
prosperó, dando inicio la competencia con el arranque del auto 1 de los
mexicanos Luis y Tomás Iglesias. La carrera constó de nueve etapas y seis
jornadas; finalizando el 10 de mayo en Tuxtla Gutiérrez. Durante la prueba,
resultó significativo el tiempo que realizó Fernando Razo Maciel entre México y
Puebla, seguido de Estrada Menocal, que hicieron el 1-2 en la etapa.
Uno de los accidentes mas aparatosos sucedió en la
entrada a Durango, cuando el auto 29 de los Hermanos Solana se impactó contra
un talud, como consecuencia de la rotura de la caja de velocidades. Minutos
después, el Cadillac 27 se impactó sobre el coche chocado de los Solana.
En 1951, los organizadores de la prueba permitieron a los
constructores realizar modificaciones en los chasis y motores de los coches de
serie, a condición que se mantuviera intacto el árbol de levas y así la Ferrari
tiene su primera participación con dos coupes 212 Export con motor V12 de 2.6
litros, destinados a las duplas Taruffi/Chinetti y Ascari/Volloresi, con los
cuales arrasa en la prueba logrando las dos primeras plazas, clasificándose en
tercer lugar el Chrysler de Sterling, equipado con un motor de ocho cilindros de
220CV.
Esta victoria italiana obliga a los organizadores a
clasificar en distintas categorías a los vehículos admitidos en la prueba, ya
que se consideró que la Ferrari había solo alargado su modelo 212 de solo dos
plazas para convertirlo en un coupé 2+2 y cumplir así con las especificaciones
que regían la carrera.
En 1952, en parte debido a la presión de los competidores estadounidenses,
se crearon dos categorías distintas, la Sport,
para automóviles deportivos de dos asientos, y la Turismo estándar, para automóviles turismo con al menos cuatro
asientos.
Este año las ocho etapas previstas, se realizaron en cinco días, siendo
suprimido el día de descanso que se realizaba en carreras anteriores.
Para este año, Ferrari diseñó un coche especifico para la
Panamericana, con el motor derivado del 340 América con nuevos árboles de levas
y válvulas más grandes, logrando una potencia de 280CV, alargó el chasis,
reforzó las suspensiones con un par de amortiguadores hidráulicos Houdaille del
tipo palanca en el tren trasero, con el eje fijado a su vez a ballestas y dobles
brazos en paralelos. Se adoptaron ruedas de 16 pulgadas para dejar espacio a
tambores de freno de mayor diámetro y se diseña un cambio de cinco velocidades
con una quinta sobre multiplicada, para obtener velocidades punta elevadas sin
dañar el motor en las largas rectas mexicanas. Pero la novedad más vistosa era
su espectacular carrocería, realizada por Vignale sobre diseño de Giovanni
Michelotti, se denominaba Ferrari 340 México, del cual se fabrican 3
cupes para Ascari/Farina, Villoresi/Cornacchia y Chinetti/Lucas y un roadster
para el americano Bill Spears. A esa importantísima participación de los
Ferraris oficiales, se sumaron un 250 MM y cinco 212, además de cuatro Lancia
Aurelia GT, formándose así una importante representación italiana.
Pero en Tuxtla Gutiérrez los Ferrari se toparon con el
escuadrón Mercedes Benz, con los nuevos prototipos 300SL, el famoso alas de
gaviota, dos coupés y un roadster, destinados a las duplas Kling/Klenk, y
Lang/Grupp los dos primeros y que llegaban con una estructura organizada de
manera casi militar y con un gran despliegue de hombres y medios de apoyo.
En la primera etapa se retiraba el Ferrari de Ascari,
pero Luigi Villoresi se adjudicó la segunda. En las dos etapas siguientes de
Puebla-Ciudad de México y Ciudad de México-León la carrera pareció ser la
repetición de la edición anterior, con el Ferrari de Villoresi como ganador de
ambas, desplazando a Bracco de la primera posición.
Lamentablemente, en la etapa siguiente también Villoresi
tuvo que abandonar con la caja de cambio destrozada, dejando a Bracco solo
defendiéndose del ataque Mercedes. En las últimas etapas los más veloces 300SL
sacaron todo su potencial, siendo Kling el ganador y Lang el segundo,
clasificándose tercero Chinetti con un Ferrari 340 México.
La Carrera Panamericana de 1953 se caracterizó por los
grandes accidentes. El Lancia de Bonetto chocaba contra un muro en el pueblo de
Silao Guanajuato, luego de haber brincado excesivamente rápido un vado que no
estaba debidamente señalizado, y falleció. Antonio Stagnoli y Giuseppe Scotuzzi
sufren un pinchazo en su Ferrari en la zona de Oaxaca, que les provoca una
espectacular salida que los obliga a abandonar. Pegaso participó en esa edición con un
coupé construido específicamente para la carrera, de portón trasero y barras
contra zopilotes en el parabrisas.
La carrera fue dominada en esta edición por Lancia con su
D24, un
vehículo especialmente diseñado para la Panamericana, cuyo motor de 6 cilindros
en V de 3096 cc, disponía de una potencia de 226CV con un peso total en su
conjunto de 760 kg,
con el cual consigue las tres primeras plazas de la prueba, ocupadas,
respectivamente, por el argentino Juan Manuel Fangio, aun sin haber ganado
ninguna etapa, y los Italianos Taruffi y Castellotti.
Para la carrera de 1954 los Ferrari sin una intervención
oficial de la fabrica, estaban confiados a equipos privados, ni siquiera en el
caso de Luigi Chinetti posteriormente fundador y dirigente de la NART y del
aficionado Franco Cornacchia, quienes fueron los primeros en inscribir sus
coches, 375MM y un 250 Monza, eran los del equipo oficial, que se quedaron en
Italia, porque Ferrari había vendió dos magníficos 375Plus a los
estadounidenses Erwin Goldschmidt y John Edgar y ellos se apresuraron a
inscribirlos en la prueba, confiando su pilotaje a Humberto Maglioli el primero
y a Chinetti con Shakspeare el segundo, quienes los conocían a la perfección
por haberlos piloteado exitosamente en Europa como parte de la Scuderia Ferrari,
uniéndose a ellos un tercer 375Plus, pilotado por Forbes-Robinson, un 750 Monza
del piloto español Alfonso de Portago y un Ferrari
212 Europa pilotado por Echeverria-Villegas. Pegaso participó en esta edición con una
barchetta touring apadrinada por Leónidas Trujillo, Presidente de la República
Dominicana, por lo que al coche se le bautizó como "el dominicano". Tenía
un motor 3.2 litros con compresor preparado para usar un tipo especial de
carburante del que se enviaron a México gran cantidad de bidones. Pero al
llegar allí se dieron cuenta que nadie se había molestado en leerse el
reglamento, que obligaba al uso de otro carburante muy distinto. Así pues, los
dos mecánicos de Pegaso tuvieron que cambiar los reglajes
del motor a contrarreloj.
Los 375 Plus parecía fabricado especialmente para la
Carrera Panamericana de 1954, ya que con su V12 de 4,5 litros que generaban 340
CV de potencia, lograba velocidades punta de hasta 300Km/h en las largas rectas
del norte del país. Vistosamente patrocinado por la empresa petrolera 1-2-3,
con unas letras en blanco que cubrían casi los laterales, el veterano Humberto
Maglioli se mantuvo en cabeza de la prueba desde el comienzo hasta el final,
sin que nadie lograra amenazarlo, estableciendo un nuevo record de la prueba en
más de 173 Km/h de media, siendo además, distinguido por ser el ganador de más
etapas de la carrera.
El Ferrari de Portago se retiró por avería mecánica, cuando
llevaba apenas recorridos 200 km, mientras que el Ferrari
375Plus pilotado por Robinson, sufría un tremendo accidente que le obligaba a
retirarse, igual suerte sufrió el 212 Europa pilotado por Echeverria.
Los pilotos de Pegaso, Joaquín Palacio y Celso Fernández,
habían llegado solo 4 días antes de la prueba pudiendo solo realizar, con un
Chevrolet, un entrenamiento de la primera etapa y en sentido inverso. Empezó la
carrera y el Pegaso no hizo un gran debut. Pero fue
remontando puestos hasta colocarse cuarto en la general y tercero en la tercera
etapa, tras los Ferrari
de P. Hill y Maglioli, comiéndole el terreno kilómetro a kilómetro. En la
cuarta etapa, la barchetta conducida por J. Palacio salió volando al final de
una recta coronada por una curva que no vio, por el revuelo de espectadores que
rodeaba un accidente en el mismo lugar ocurrido un momento antes. Iba a más de
210 km/h. Palacio se salvó de milagro, acabando colgado de un cactus, y el
coche quedó destrozado.
Después de los terribles accidentes sufridos por muchos
pilotos de renombre, algunos de los cuales encontraron la muerte, la Carrera
Panamericana fue cancelada, para sólo volver a ser reorganizada a partir
finales de la década de los 80's y toda la década de los 90's, con el formato
dedicado exclusivamente a vehículos clásicos, con modelos históricos
pertenecientes a aquella época.
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