Beato Tomás de Kempis O.S.A. (Kempen, 1380 - Zwolle, 30 de agosto
de 1471)
fue un fraile
católico
renacentista
del siglo XV,
autor de la Imitación de Cristo, una de las obras de
devoción
cristiana más conocida desde entonces, redactada para la vida espiritual de los
monjes
y frailes, que ha tenido una amplia difusión entre los miembros de la Iglesia católica; algunos importantes autores
de espiritualidad cristiana le han dado gran relieve, como Teresita de Lisieux, Bossuet
y Juan Bosco,
entre otros. Si bien la autoría de esta obra fue ampliamente contestada por
autores posteriores, en la actualidad se tiene como histórica su atribución a
Tomás de Kempis. La Iglesia Católica venera a este fraile como "Beato"mientras la Iglesia
anglicana lo considera santo.
Tomás, cuyo nombre era Thomas Hemerken, Thomas
Hämerken o Thomas van Kempen, nació en la ciudad de Kempen, al
noroeste de Colonia, Alemania
en 1380
y murió en Zwolle,
al noreste de Ámsterdam en 1471. Hijo de artesanos, su apellido paterno era Hemerken o Hamerlein, que en inglés es "little hammer" y en castellano "pequeño martillo". Su hermano
mayor, John, fue enviado por sus padres a estudiar a la ciudad holandesa
de Deventer cuando tenía doce años. En 1395 sería su turno y el
muchacho, que esperaba encontrar en Deventer a su hermano mayor, descubrió con
sorpresa que John se había unido a la orden monacal de los Agustinos.
Comenzó entonces sus estudios a los 13 años en un centro dirigido por una
asociación conocida como los Hermanos de la Vida Común
que practicaban lo que conocían como la "devoción moderna".
Llegó a ser un experto copista, una de las profesiones de la época previas a la
proliferación de la imprenta y en general del dominio de los monjes, con lo que
pudo sostenerse económicamente. La convivencia con la Asociación de los Hermanos de la Vida Común, hicieron que Tomás
siguiera los pasos de su hermano John hacia la vida religiosa y de esta manera
pidió ingresar en el Convento Agustino de Monte
Santa Inés (Agnettenberg) cerca de Zwolle. En
aquel lugar su hermano era ya el prior. Aunque fue acogido por la comunidad, no se le permitió
ir a Monte Santa Inés como esperaba, sino que se le pidió permanecer un tiempo
más en Deventer para terminar sus estudios. Deventer era por entonces el centro
más importante de espiritualidad en Holanda
y, según Vincent Scully, foco y centro del revivir del
fervor cristiano en los Países Bajos del siglo XIV
a la manera de "Los primeros cristianos de Jerusalén y Antioquía".
Tomás estaría en dicha ciudad por siete años, tiempo en el cual terminó sus
estudios de humanidades.
En Deventer, Tomás no sólo terminó sus estudios de
humanidades, sino que adquirió perfil como autor de grandes obras de devoción y
espiritualidad cristiana. Tras breve período en tal menester pidió a sus
superiores unirse al Convento de Agnettenberg, en Windesheim, donde estaba su
hermano. Dicho convento, que albergaría la rama clerical del movimiento conocido como Hermanos de la Vida Común, estaba aún
a medio edificar al llegar Tomás. Al encargársele la finalización, los trabajos
requirieron algunos años y, asimismo, el aplazamiento de su período de
noviciado hasta 1406.
Las obras del convento, ampliamente documentadas, fueron la única razón del
retraso, y no como algunos sugieren para objetar la autoría de sus obras
que Kempis fuera hombre de poca inteligencia. Antes bien, mereció ser ordenado sacerdote
en 1413
y sub-prior en 1429.
El Convento experimentó un período de dificultades debido al rechazo papal de
la elección de Rudolph von Diepholt como obispo de Utrecht;
en tal ocasión, los monjes fueron desterrados de Agnetenberg entre 1429 y 1432.
Pero en general la vida de Tomás transcurría plácidamente
entre sus ejercicios de ascesis y sus escritos devocionales, sus lecturas y su
actividad como copista. Copió la Biblia cuatro veces, una de ellas en cinco volúmenes que se
conservan en Darmstadt.
En su sabia enseñanza abundan las citas bíblicas y patrísticas.
Su dedicación a la enseñanza de novicios y jóvenes influye en el estilo
sencillo y pedagógico de su obra, por tanto siempre actual.
Tomás pertenece a esa escuela mística
que se difunde especialmente en el norte de Europa, de Suiza a Holanda.
Fue un seguidor de Geert Groote, Florentius Radewijns,
fundadores de los Hermanos de la Vida Común.
Sus escritos son de carácter devocional e incluyen meditaciones, cartas,
sermones, así como una Vida de Santa
Ludvina para ejemplo de virtud en la adversidad. Escribió asimismo las
biografías de Groote, Radewijns y nueve de sus compañeros. Todas sus obras, en
especial la Imitatio Christi,
están inspiradas por el espíritu ascético y místico que le inspira el amor a Cristo.
Existen suficientes testimonios históricos de la vida
espiritual de Tomás de Kempis que lo pusieron siempre como candidato a ser beatificado
por parte de la Iglesia Católica. La beatificación es la declaración oficial
que hace el Papa
sobre las virtudes cristianas excelentes de un cristiano. Sus restos fueron
trasladados del Claustro de Agnettenberg, destruido durante la Reforma Protestante, a la Iglesia de San Miguel
en Zwolle
en donde permanecen en la actualidad. El obispo de Colonia, Maximiliano Hendriken, fue el primero
en interesarse en la causa de beatificación del monje agustino, pero con el
paso de los siglos la causa cayó en el silencio. En la actualidad, en la
Iglesia Católica, su nombre es conocido como Beato Tomás de Kempis, escritor y su recuerdo se celebra el 30 de agosto.
Según muchas fuentes, la obra
principal de Tomás de Kempis, la Imitación de Cristo, ha sido el libro
católico más editado del mundo después de la Biblia. Fue escrito durante todo el tiempo de su vida y es muy posible que haya sido el
material con el cual el autor enseñaba a sus jóvenes pupilos en Monte Santa
Inés. La obra se divide en cuatro libros, así:
Libro I: Consejos útiles para
la vida espiritual.
Libro II: Exhortaciones a
vivir vida interior.
Libro III: De la consolación
interior.
Libro IV: Del Sacramento del
Altar.
Sin embargo, la autoría del
libro fue discutida por siglos. Si Tomás de Kempis escribía para sus pupilos,
es probable que no estuviese interesado en publicarlo. Estos serían tan solo
sus "apuntes de clase".
La primera publicación real del libro tuvo lugar en 1418 y apareció en forma
anónima.
Desde ese momento adquirió una gran popularidad que los siglos no menguarían.
En las innumerables copias que comenzaron a hacerse, se pusieron fortuitamente
autores diversos, todos personajes de gran talla espiritual, incluido su
hermano.
Pero la obra tendría que
luchar por siglos a causa de su autor. Dos siglos después de la muerte de Tomás
y aunque su nombre había vencido las suposiciones autoriales de los copistas,
un grupo de intelectuales puso en duda su autoría y se propusieron otros
nombres de la época. Acaso un hombre de virtudes tan humildes, silencioso en su
trato, desinteresado de las cosas del mundo, no podía ser concebido como el
cerebro de una obra de las proporciones de la Imitación de Cristo. La obra misma lo dice: "No son los discursos profundos los que
santifican a una persona, sino la vida virtuosa"
y más adelante: "Con lo cual debe
estar tan contento y alegre, que con tanto gusto quiere ser el más pequeño como
otro quisiera ser el más grande, y ocupar el último lugar tan satisfecho y
tranquilo como si el primero ocupase, y con tanto gusto ser despreciable y humilde,
sin fama alguna ni renombre, como si fuese el más grande y famoso del mundo".
Del autor de semejantes pensamientos no se podía entonces esperar a uno que
pusiera o se preocupara de poner su nombre en letras de oro. No era todavía la
edad del Derecho de Autor. La polémica atrajo estudiosos
de todo tipo que trataron de resolver la incógnita sobre el misterioso autor.
Las conclusiones del Siglo XX, los análisis del estilo literario y algunas
pruebas, dieron como resultado que la mayor de las probabilidades apuntan a
Tomás de Kempis como autor de la Imitación de Cristo. Según las observaciones
de V. Scully
en defensa de la autoría de Kempis se encuentran las siguientes pruebas:
Varias personalidades de la
época atestiguan que el libro es suyo, especialmente frailes de su mismo
Convento de Monte Santa Inés.
Se tiene un códice de 1441 firmado por Kempis y
que se conserva en la Biblioteca Real de Bruselas.
La identidad de estilo, según
argumenta Sir Francis Cruise.
En este sentido, el estudioso hizo una comparación con las demás obras de
Kempis y no encontró ningún elemento disonante, es decir, las obras son
completamente hermanas, hijas de un mismo autor.
La obra corresponde
auténticamente al ambiente místico del Convento de Monte Santa Inés sobre
Winddesheim.
Las fuentes a las que recurre
la Imitación de Cristo son la Biblia y los Padres de la
Iglesia, fuentes preferidas por Tomás de Kempis.
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