La Fórmula 1, a menudo abreviada como F1 y
también denominada la «categoría reina del automovilismo» o «la máxima
categoría del automovilismo», es la competición de automovilismo
internacional más popular y prestigiosa.
A cada carrera se le denomina Gran Premio y el torneo
que las agrupa se denomina Campeonato Mundial de Fórmula 1. La entidad
que la dirige es la Federación Internacional del
Automóvil.
Los automóviles utilizados son monoplazas
con la última tecnología disponible, siempre limitadas por un reglamento
técnico; algunas de estas mejoras que fueron desarrolladas en la Fórmula 1
terminaron siendo utilizadas en automóviles
comerciales, como el freno de disco .
La mayoría de los circuitos de carreras donde se celebran
los Grandes Premios son autódromos, aunque también se utilizan circuitos callejeros y
anteriormente se utilizaron circuitos ruteros.
El inicio de la Fórmula 1 moderna se remonta al año 1950, en el que ya participaron escuderías
legendarias como Ferrari, Alfa Romeo
y Maserati.
Algunas escuderías han sido apartadas por otras nuevas que han conseguido
grandes éxitos, como McLaren, Williams, Lotus
y Renault,
que se han alzado varias veces con el Campeonato
Mundial de Constructores.
Las carreras de Gran Premio tienen sus raíces en las carreras
automovilísticas después de que los organizadores decidieron controlar sus
eventos prácticamente sin ninguna limitación. De 1927 a 1934, el número de
carreras consideradas con el rango de Gran Premio creció, pasando de cinco
eventos en 1927,
a nueve eventos en 1929,
y a dieciocho en 1934,
el máximo alcanzado antes de la Segunda Guerra Mundial.
En 1946,
inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, sólo hubo cuatro
carreras con rango de Grand Prix. Las reglas para el Campeonato Mundial de
Grand Prix ya habían sido establecidas antes de la Segunda Guerra Mundial, pero llevó varios
años más de espera su concreción, hasta que en 1947 la antigua AIACR se
reorganizó, pasándose a llamar la Federación Internacional de
Automovilismo, conocida por la sigla "FIA". Con sede
central en París,
al final de la temporada de 1949 anunció que para 1950 unirían varios Grandes
Premios nacionales para crear la Fórmula 1 con un Campeonato Mundial de Pilotos, aunque por
motivos económicos, en los años de 1952 y 1953 todavía se compitió con coches de Fórmula 2.
Se estableció un sistema de puntuación y se reconocieron un total de siete
carreras como aptas para el Campeonato del Mundo. La primera carrera del
Campeonato Mundial se llevó a cabo el 13 de mayo
en el circuito de Silverstone, en el Reino Unido.
El primer Gran Premio se realizó en 1950 en el circuito de Silverstone y fue ganado por
el italiano
Giuseppe
Farina, consiguiendo además el campeonato de 1950 tras vencer a su
compañero de equipo, el argentino Juan Manuel Fangio. Sin embargo, Fangio ganó el
título en 1951, 1954, 1955, 1956 y 1957. Su racha fue interrumpida debido al
bicampeonato del piloto de Ferrari Alberto Ascari. También esta época vio a
pilotos como el británico Stirling Moss
que aunque pudo competir con regularidad, nunca fue capaz de ganar el
Campeonato Mundial, y ahora está ampliamente considerado por los ingleses como
el conductor más grande que nunca ha ganado el título.
El periodo estuvo dominado por las escuderías dirigidas
por fabricantes de automóviles —Alfa Romeo, Ferrari, Maserati y Mercedes Benz—
todos los cuales habían competido antes de la guerra. En las primeras
temporadas se llegaron a utilizar coches previos a la Segunda Guerra Mundial
como el Alfa Romeo 159. Tenían motor frontal, de 1,5 litros de cilindrada
sobrealimentados
o de 4,5 litros de aspiración natural y neumáticos
con dibujo. Los campeonatos mundiales de 1952 y 1953 se realizaron con la normativa de la Fórmula 2,
con coches más pequeños y menos potentes, debido al escaso número de coches
disponibles de Fórmula 1.
Cuando se restableció el Campeonato Mundial de Fórmula 1, los motores estaban
limitados a 2,5 litros; en 1954, Mercedes-Benz
presentó el avanzado W196, que incluía innovaciones como distribución desmodrómica
e inyección de combustible, así como una carrocería
estilizada. Mercedes ganó el campeonato de conductores dos años consecutivos
1954 y 1955, antes de retirarse de todas las
competiciones automovilísticas, tras el desastre de Le Mans en 1955.
El primer gran desarrollo tecnológico
se produjo cuando la Cooper Car Company reintrodujo coches con motor central después de los pioneros Auto Union
de Ferdinand Porsche en los años 1930,
que evolucionaron desde los diseños de la empresa en la Fórmula 3.
El australiano
Jack Brabham,
campeón del mundo en 1959, 1960 y 1966, pronto demostró la superioridad del
nuevo diseño. En 1961, todos los competidores regulares habían cambiado a
coches con motor central.
El primer británico
campeón del mundo fue Mike Hawthorn, que condujo un Ferrari al título
en 1958. Sin embargo, cuando Colin Chapman
entró a la Fórmula 1 como diseñador de chasis y más tarde como fundador del Lotus Team, del fabricante Lotus Cars,
los británicos tuvieron muchas más victorias en la siguiente década. Entre Jim Clark,
Jackie
Stewart, John Surtees, Jack Brabham,
Graham Hill
y Denny Hulme,
conductores de equipos británicos y de la Mancomunidad Británica de Naciones,
ganaron doce campeonatos mundiales entre 1962 y 1973.
En 1962, Lotus presentó un coche con un
chasis monocasco
de aluminio
en lugar del tradicional chasis
tubular. Este resultó ser el mayor avance tecnológico desde la
introducción de los coches con motor central. En 1968, Lotus incluyó el logotipo
de Imperial Tobacco en sus automóviles,
introduciendo el patrocinio de marcas de tabaco
en este deporte.
La aerodinámica
adquirió lentamente importancia en el diseño de los coches a partir de la
aparición perfiles aerodinámicos a finales de los años 1960.
A finales de los años 1970, Lotus presentó una carrocería con efecto suelo,
que generaba una enorme fuerza de sustentación
negativa y permitía circular a mayores velocidades en las curvas (aunque el
concepto ya había sido utilizado en el Chaparral 2J
de Jim Hall, en 1970. Tan grandes eran las fuerzas
aerodinámicas que presionaban los coches a la pista, hasta 5 g, que fue necesario aumentar la rigidez
de los muelles de la suspensión, para que influyeran menos en
la altura del chasis respecto al suelo, dejando a la suspensión casi rígida.
Este aumento de rigidez de la suspensión hacía depender casi en exclusiva de
los neumáticos para amortiguar al chasis y al piloto respecto a las irregularidades
de la superficie del circuito
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