La cosmogonía egipcia esta entendida por La Enéada que significa "los nueve", la antigua
denominación en idioma griego de la palabra egipcia Pesedyet. La palabra
se usa para denominar al conjunto de nueve dioses que conformaban la cosmogonía
de Heliópolis,
creada por los sacerdotes de esta ciudad. Formaban parte de ella: Atum, Shu,
Tefnut,
Nut, Geb, Isis, Osiris, Neftis y Seth.
Los egipcios tuvieron una gran
tendencia a las agrupaciones familiares de sus dioses, primero por parejas,
representando la fuerza creadora mediante un principio femenino y otro
masculino. Tras la reunificación, cada ciudad luchaba por la preeminencia de su
dios, colocándolo a la cabeza de un mito de creación, a la cabeza de
agrupaciones familiares: las parejas pasaron a tríadas o grupos mayores, hasta
llegar a formar Enéadas, compuestas casi siempre por nueve divinidades
relacionadas entre sí. La más importante de todas estas cosmogonías era la más
antigua: la versión creada por los sacerdotes de Ra
de la ciudad de Heliópolis. Todas las cosmogonías locales eran aceptadas, y
todas tenían una base común:
El
Océano Primordial Nun, dónde se encuentra el potencial de vida y
de dónde nacerán los dioses en clara analogía con el Nilo como dador de vida.
La
Colina Primigenia, dónde se originó la vida, representada por las tierras que quedaban al
descubierto tras las crecidas, lugares fertilizados donde la vida resurgía
cíclicamente.
El
Sol, dios creador, causante del nacimiento y desarrollo de los seres vivos,
Los fenómenos naturales,
personificados en diversos dioses.
Para entender la cosmogonía,
es necesario hablar de Horus, el dios con forma de halcón, adorado en diversos
lugares y que se asimila al Sol a partir de Nagada II,
y es representado por el faraón, de tal modo que el nombre más antiguo del rey
sea precisamente el nombre de Horus, documentado desde el rey Horus
Escorpión hasta la conquista romana. La mayor influencia del clero
de Ra en Heliópolis hace que se confunda con el dios solar, tomando los
faraones el nombre de Sa-Ra "Hijo de Ra" desde la
dinastía V,
y la extendida devoción de los egipcios por Osiris hace que el rey se convierta
en él al morir.
En la Enéada podemos
distinguir tres principios que forman la creación en sí misma:
Principio creador: Vida
Cósmica: Atum-Ra, Shu, Tefnut.
Cosmos ordenado: Vida de la
Naturaleza: Geb, Nut.
Orden político: Vida del
Hombre: Osíris, Isis, Seth, Neftis, y Horus.
Cuando el mundo aún no
existía, todo estaba fundido en un océano caótico, Nun, donde se encontraba Atum el Sol
diluido, hasta que tomó conciencia de sí mismo y gritó, surgiendo Ra, cuyos
títulos hablan de su autosuficiencia: "El que se creó a sí mismo",
"El gran Él y Ella", y hace emerger una colina "La Colina
Primordial", la primera materia sólida dónde crea y coloca toda su obra:
crea el principio masculino y el femenino que para los egipcios son el símbolo
de la creación y la generación, formado por el aire, Shu, y la humedad, Tefnut,
antepasados del resto de los dioses. De esta primera pareja, nacen Nut "la
bóveda celeste", y Geb "la Tierra".
Ra había prohibido la unión de
Nut y Geb, por lo que les castigó por su desobediencia mandando a Shu que los
separara. De este modo, Geb tumbado, Nut arqueada sobre él y Shu entre ambos permiten
la aparición del espacio necesario para el mundo que conocemos con todos los
seres vivientes, incluida la humanidad que nace de las lágrimas de Atum.
También los maldijo ordenando que no nacieran hijos ningún mes del año, por lo
que Osiris, Isis, Seth y Neftis crecen dentro de ella e incluso Isis da a luz a
Horus en su vientre. El dios Thot intercedió por ellos y robó a la luna los cinco días epagómenos
añadidos al año para que los cinco nacieran:
Osíris, Rey del Más Allá.
Isis, Trono de Egipto.
Su hijo Horus, Rey de Egipto.
Seth, El caos, el desierto.
Neftis, la noche, la muerte. Seth y Neftis no
tuvieron hijos, pero ella concibió con Osiris a Anubis, encargado de acompañar
a los muertos al más allá.
En esta teoría no aparecen
dioses locales hasta el nacimiento de los hijos de Nut y Geb. Los dioses
cósmicos, Atum, Shu, Tefnut, Nut y Geb no tienen templos, ni fiestas, aunque
Nut y Geb son representados en tumbas y templos de otros dioses, mientras que
Osiris, Isis, Seth y Neftis tenían numerosos templos y se celebraban sus
fiestas durante los cinco días epagómenos,
al finalizar el año.
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