El Acorazado de bolsillo, pocket battleship en inglés,
cuirassé de poche en francés,
o Panzerschiff en alemán,
fue un tipo de acorazado
fuertemente blindado y artillado, que construyó la marina de Alemania
desde 1929
de acuerdo con las limitaciones impuestas por el tratado de Versalles. Le fue dado este
nombre por el resto de las marinas para destacar que, a pesar de ser unidades
de combate, sus características eran muy inferiores con un desplazamiento de
10.000 toneladas y cañones limitados a 280 mm.
Las nuevas naves, que pronto fueron conocidas como
"Acorazados de bolsillo", tenían un casco ensamblado íntegramente con
soldadura eléctrica, con lo que se ahorró el peso de los remaches y los
convirtió en las naves más caras de la Historia por tonelada. Como ejemplo, el
coste de la construcción del Graf Spee
fue de 82 millones de Reichsmarks. Los alemanes construyeron tres de estas naves
empleando la tecnología más avanzada del momento, de forma que podían huir
fácilmente de los acorazados y podían destruir también con facilidad a los cruceros
pesados capaces de darles alcance, con un armamento y protección
inferior a los acorazados de bolsillo: piezas de 203 frente a 280 mm Estas
naves se destinaron en la Segunda Guerra Mundial a la actividad
corsaria, destruyendo tráfico mercante aliado, aunque por poco tiempo al
incrementarse la velocidad de los acorazados aliados.
Tenían aproximadamente el desplazamiento de un crucero
pesado, pero disponían de mucho mejor blindaje, gran superioridad
artillera y una velocidad ligeramente inferior. La aparición de estos barcos
provocó que la marina francesa se embarcara en la construcción de los
acorazados de la clase Dunquerke
de 26.500 toneladas estándar y armados con 8 piezas de 13" 330 mm.
Fuera del ámbito de la marina, hoy en día se aplica la
expresión "Acorazado de bolsillo" a cualquier situación, país,
persona, animal, cosa, objeto o máquina teóricamente en desventaja, o de poco
rendimiento o aprovechamiento, que en la realidad sobrepasa sobradamente a
otros de sus características.
El Tratado de Versalles establecía
condiciones muy duras a Alemania en lo referente a sus Fuerzas Armadas.
Por ejemplo, establecía que no podía disponer de medios acorazados en el
Ejército de Tierra Reichswehr y limitaba sus efectivos a 100.000 hombres 15.000
oficiales y suboficiales y 85.000 soldados, prohibía la creación de una
aviación militar de cualquier tipo, y en el caso de la Armada vetaba la
construcción de submarinos, que casi habían llevado a la derrota al Reino Unido
en la Primera Guerra Mundial, y limitaba el
tamaño, por desplazamiento y artillería, de los nuevos barcos que podía
construir.
De acuerdo con los términos del Tratado de Versalles, los
buques de guerra que podían reemplazar a los viejos buques de combate que les
habían permitido conservar los Aliados, cuando éstos hubieran cumplido 20 años
de vida, no debían superar las 10.000 t de desplazamiento y constar como máximo
de un armamento de dos torres tipo hongo con tres cañones de 280 mm, 11 plg, de
calibre máximo, cada una.
En esas fechas, 1919, los acorazados más
modernos del resto de las marinas desplazaban alrededor de 30.000 toneladas y llevaban
cañones de 14” 356 mm, 15” 381 mm o 16” 406 mm; se intentaba con estas
condiciones que los mayores barcos que pudiera construir Alemania no superaran
las dimensiones de un crucero pesado o se limitaran a monitores
de defensa costera.
En 1928 llegó el momento de comenzar a reemplazar los antiguos
buques de combate y al almirante Zenker, comandante en jefe de la Reichsmarine,
se le propusieron varios proyectos. Los ingenieros navales alemanes estimaban
que con las limitaciones impuestas por los vencedores de la Primera Guerra
Mundial sólo podrían construirse las citadas unidades de defensa costera.
Sin embargo, se presentó un proyecto tecnológicamente revolucionario.
Los ingenieros alemanes, sin trabas económicas, decidieron ignorar todas las
ideas preconcebidas y se centraron en crear un nuevo tipo de nave que no tenía
nada que ver con las demás naves del mundo. La evolución de las técnicas
siderúrgicas y la revolución de los nuevos materiales y aleaciones descubiertos
en el breve periodo de 40 años lo permitió. Se tomaron como base únicamente las
restricciones del tratado: 10.000 toneladas, al final fueron 12.000, y cañones
de 280 mm para crear una nave corsaria destinada a atacar el tráfico mercante
enemigo. Finalmente se aprobó este proyecto; su desplazamiento era ligeramente
superior al máximo permitido pero este dato no fue conocido en su momento: se
eliminaban la mayor parte de los remaches sustituyéndolos por soldadura
eléctrica; se empleaban aleaciones ligeras en lugar de acero en varias zonas
del navío. Con el fin de aumentar la autonomía se reemplazaron las calderas y
turbinas vapor por motores diésel de dos tiempos que
proporcionaban alcances mucho mayores con pesos y potencias similares a las
turbinas.
La adopción de motores diésel, la primera nave de batalla
que los montaba, le permitía una autonomía de 20.000 millas, 3 veces más que la
de un acorazado y gracias a su escaso peso podía alcanzar teóricamente los 28
nudos de velocidad máxima, cuando los acorazados no alcanzaban más de 23 nudos.
Así, la nueva nave podía recorrer los mares sin grandes problemas de
abastecimiento gracias a su enorme autonomía atacando los convoyes enemigos.
Si se encontraba con un acorazado podía huir gracias a su superior velocidad, y
si se encontraba con un crucero, éste sería más veloz, pero la nave alemana no
tendría problemas en destruirlo gracias a sus 6 cañones de 280 mm en dos torres
triples y 6 de 152 mm en montajes sencillos, mientras todos los cruceros
montaban entre 8 y 9 cañones de 203 o 152 mm.
Descargados y sin pertrechar, los acorazados de bolsillo
tenían la siguiente distribución de masas: casco 30-32%, blindaje 20-23%,
armamento 22%, maquinaria 20-21%, masas varias 5%. Las líneas eran muy
estilizadas, con un largo castillo que terminaba tras la torre de popa.
El puente del acorazado de bolsillo Deutschland,
era distinto al de los otros acorazados de bolsillo alemanes. El primero de
esta clase, se ahorró una gran cantidad de tonelaje usando soldadura eléctrica
de profundidad en lugar de remaches. Las planchas remachadas, además del peso
adicional de miles de remaches, se colocaban solapando unas sobre otras por lo
que eran mayores que las planchas soldadas equivalentes, o se fijaban sobre una
estructura metálica de cuadernas, más densa. Poseía una propulsión de dos
hélices, y un único timón romboide en la línea de crujía.
En el momento de su botadura, el Deutschland sólo podía ser neutralizado por 3 naves aliadas: los
cruceros de batalla británicos Hood,
Renown y Repulse, mejor armados y más rápidos.
Ante aquella nave revolucionaria, la alarma cundió en las marinas aliadas.
Al Deutschland siguieron el Admiral Scheer y su gemelo
el Admiral Graf Spee. Con
estas tres naves, la marina alemana contaba con una escuadra capaz de
enfrentarse a convoyes
de la armada británica.
Kriegsmarine,
"Marina
de Guerra", es la designación usada para la marina de Alemania
entre 1935
y 1945,
durante el régimen nazi, sustituyendo al tradicional nombre de Reichsmarine, Marina Imperial. Estaba
compuesta por submarinos,
acorazados,
acorazados de bolsillo, cruceros, destructores, etc. También se utilizaron dos antiguos buques de la Primera Guerra Mundial como barcos de entrenamiento.
En lo referente a los
acorazados, cruceros y portaaviones, su programa de construcciones
navales, previsto para diez años PLAN-Z, se encuentra en sus comienzos. Dicho plan estaba
diseñado para que, al cabo de esos diez años, Alemania tuviera una flota muy
equilibrada de modernos navíos, capaz de representar dignamente los intereses
marítimos alemanes y revalorizar la alianza. A causa de las limitaciones impuestas
por el tratado de 1935,
era evidente que esta flota no estaba diseñada para hacer la guerra a Inglaterra.
Mediante el convenio naval germano
británico
del 18 de junio
de 1935,
los dos países
se habían puesto de acuerdo para que la flota alemana
no sobrepasara el 35% del tonelaje de la flota inglesa.
Esta proporción era aplicable en todas las categorías de buques; sólo los
submarinos podían alcanzar el 45%, y aún a partir de 1938, el 100%. Con la
firma de este tratado se pensó en una paz duradera. Con la firma de este
convenio, Alemania reconocía en parte la supremacía naval de Gran Bretaña.
Se alejaba en teoría de una carrera de armamentos navales como la que había tenido lugar antes de
la Primera Guerra Mundial.
En fecha tan lejana como es el
15 de julio
de 1935,
el almirante
Erich Raeder,
comandante en jefe de la Marina de guerra alemana, dirigió a sus oficiales una circular, en donde se lee:
"El
acuerdo ha nacido del deseo de evitar para siempre hasta la posibilidad de un
conflicto entre Alemania e Inglaterra"
Cuatro años después, todo había
cambiado. Los éxitos logrados en Austria y Checoslovaquia habían cegado a Hitler
hasta el punto de creer que Inglaterra asistiría "inactiva y silenciosa" a sus
planes expansionistas. Reunido con sus generales y almirantes, al exponer sus
planes expansionistas sobre Polonia el 22 de agosto de 1939 declaraba:
"La
situación de Inglaterra es actualmente muy precaria. Me parece excluida la
posibilidad de que un hombre de Estado británico cargue sobre sí la
responsabilidad, frente a tal situación, de comprometer a su país en una
guerra"
Típicamente la misión de los
acorazados de bolsillo consistía principalmente en actuar como corsario.
Apoyados por buques de abastecimiento, las órdenes eran hundir buques mercantes
británicos sin entrar en combate con fuerzas enemigas considerables, amenazando
de esta forma vitales líneas de suministro aliadas y distrayendo unidades
navales británicas de sus bases en otras partes del mundo. Como ejemplo el
acorazado Admiral Graf Spee:
Su primera misión consiste en
alcanzar el Atlántico sin dejarse ver, evitando a tiempo todo buque que pudiera
aparecer en el horizonte. Observará usted la misma actitud, incluso después de
una posible rotura de hostilidades entre Inglaterra y Alemania, en tanto no
reciba usted un telegrama ordenándole que comience sus operaciones.
Su misión consistirá, a partir
de entonces, en destruir por todos los medios los buques que aseguran el
abastecimiento del enemigo. Evitará usted todavía, en la medida de lo posible,
entrar en contacto con navíos militares adversarios. Aunque éstos últimos sean
inferiores a usted en potencia, no los atacará más que en caso de que sea
indispensable para proseguir su misión principal; la destrucción del comercio.
Cambiando frecuentemente de zona de operaciones, sembrará usted la
inquietud en el campo enemigo, dificultando, por consiguiente, la navegación,
aunque no obtenga ningún resultado directo. Acrecentará usted tal inquietud
trasladándose en ciertos momentos a regiones más alejadas…
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