La Primera Intervención francesa en
México, también conocida como Guerra
de los Pasteles, fue el primer conflicto bélico entre México
y Francia.
Tuvo lugar del 16 de abril de 1838 al 9 de marzo
de 1839.
Las operaciones de la Guerra de los Pasteles se enmarcan
dentro de un intento francés de conseguir privilegios económicos en
Hispanoamérica. Previamente se habían producido bloqueos a Buenos Aires Argentina y
sobre Uruguay el 28 de marzo de 1837, bloqueo que se completó con la
organización de un ejército insurgente contra Uruguay, que junto con el bloqueo
marítimo acabó tomando la capital de Uruguay, el presidente de Uruguay renunció
y se fue a Buenos Aires. Como explicaba una carta del vicecónsul francés Aimé Roger al primer ministro de Francia, el objetivo de este primer bloqueo era "Infligir a la invencible Buenos Aires
un castigo ejemplar que será una lección saludable para todos los demás Estados
americanos, corresponde a Francia hacerse conocer si quiere que se la
respete".
En 1827, se había celebrado un convenio con Francia bajo el
nombre de Declaraciones Provisionales,
que sentaban las bases para el futuro arreglo de las relaciones entre ambos
países. A través del barón Deffaudis, embajador francés, los
comerciantes franceses avecindados en México enviaron una serie de
reclamaciones, que fueron recibidas en París
con alarma. Entre estas reclamaciones, se encontraba la del señor Remontel,
dueño de un restaurante de Tacubaya, donde algunos oficiales del presidente Santa Anna se habían comido en 1832 unos pasteles sin
pagar la cuenta posiblemente fue por daños al restaurante, por lo cual exigía
ser indemnizado con sesenta mil pesos.
Ese fue el motivo para que el pueblo mexicano identificase esta guerra con
Francia con el nombre de Guerra de los
Pasteles. Adicionalmente ese mismo año, un ciudadano francés fue
fusilado en Tampico,
acusado de piratería, lo que tensó aún más las relaciones entre los dos
países.
México había acabado en 1836 la guerra con Texas, y el 28 de
diciembre España reconoce finalmente la independencia de México, lo que
eliminaba el problema de atacar un territorio reclamado por un país amigo, y
llegado el año de 1838,
aún no se había podido concertar un tratado definitivo en virtud de que el
representante francés, el barón Deffaudis, no estaba de acuerdo con dos
artículos del convenio. En consecuencia Deffaudis abandonó su misión
diplomática en México y regresó a Francia, para volver al poco tiempo, en marzo
acompañado de diez barcos de guerra que apoyaban las reclamaciones de su
gobierno. Fondearon frente a la Isla de Sacrificios, Veracruz,
amenazando con invadir el territorio mexicano si México no cumplía las
condiciones que Deffaudis plasmó en un ultimátum,
que vencía el 15 de abril.
Desde uno de los barcos envió Deffaudis el ultimátum en
el que presentaba las reclamaciones de los súbditos franceses en México, por
los perjuicios sufridos en sus personas y propiedades durante los movimientos
revolucionarios ocurridos en el país.
Como el gobierno de Anastasio Bustamante se negara a tratar
con Deffaudis mientras hubiera fuerzas navales francesas frente a Veracruz, el
comandante de estas, almirante Bazoche, declaró bloqueados todos los puertos
del Golfo, incautó a las naves mercantes mexicanas,
comenzando un bloqueo que duraría ocho meses, desde el 16 de abril
de 1838,
fecha en que se rompieron las relaciones entre ambas naciones.
Al ver que México no cedía ante la presión de tener sus
dos principales fuentes de ingresos fiscales bloqueadas, Francia envió en
octubre veinte barcos más al mando del contraalmirante
Charles
Baudin, veterano de las guerras napoleónicas, con el carácter de
ministro plenipotenciario del gobierno francés, y se reunió en Xalapa con el ministro de Relaciones interiores
y exteriores de México, don Luis G. Cuevas para
efectuar negociaciones.
En el último proyecto de bases para el arreglo, el
plenipotenciario reclamaba del gobierno mexicano la celebración de un tratado
de amistad, comercio y navegación entre los dos países que concediera derechos
preferentes a los franceses.
Además, México debería pagar a Francia, en el término de
treinta días, la cantidad de 800 000 pesos que se aplicarían del modo
siguiente: 600.000 para la liquidación general de los daños sufridos por los
franceses y 200,000 como indemnización de los gastos de la flota francesa
anclada en la costa mexicana.
Como no fueron aceptadas tales demandas por el gobierno
mexicano, la flota francesa abrió fuego contra el fuerte de San Juan de Ulúa: Batalla de San Juan de Ulúa
y la ciudad de Veracruz el 27 de
noviembre de 1838, por lo que al día siguiente capitularon ambas entidades, comenzando la
guerra.
El gobierno de México reprobó ambas capitulaciones y
expidió un decreto el 30 de noviembre anunciando que se declaraba la
guerra al Rey de Francia, e inmediatamente pidió a Santa
Anna que se pusiera al frente de las tropas e iniciara la ofensiva contra los
franceses.
Santa Anna llegó a Veracruz y se dispuso a defender la
ciudad, enviando una comunicación a Baudin informándole que no habían sido
aprobadas las capitulaciones. En respuesta, el contraalmirante ordenó que una
columna de 1,000 hombres con artillería desembarcara con el propósito de
aprehender a Santa Anna, y el 4 de
diciembre consiguió desembarcar en Veracruz. Este, al darse cuenta
del desembarco, reunió algunas fuerzas y entabló la lucha sin resultados
definitivos para una u otra parte.
Ante esta situación, Baudin ordenó el embarco de sus
tropas, que fueron perseguidas por los mexicanos hasta el muelle, donde los
franceses, al disparar un cañón, pudieron detenerlos, resultando herido en una
pierna el propio Santa Anna.
Baudin ordenó a continuación que la artillería naval
hiciera fuego contra la ciudad, por lo que Santa Anna dispuso la evacuación del
puerto, retirándose hasta Pocitos,
a una legua de la ciudad.
El bloqueo dañaba seriamente la economía mexicana y hacía
al país dependiente del contrabando a través de Texas. No obstante, el
gobierno texano, temiendo que fueran incluidos en el bloqueo, organizó la
captura de los contrabandistas mexicanos, y el 6 de septiembre de 1837 negoció
con Francia, por medio de Estados Unidos para que estos enviaran un barco a
reforzar el bloqueo francés contra México, a cambio de que el bloqueo no
perjudicara los intereses de Texas. Tras esto, y como consecuencia de que
México no aceptaba las exigencias francesas, se enviaron 20 barcos más al mando
del contraalmirante Charles Baudin, que llegaron en octubre y exigieron a
México la compensación por los gastos del bloqueo.
Sin embargo, puesto que Francia había bloqueado a otros
países europeos el acceso a uno de los mercados más importantes de América, al
mes de haber iniciado los combates en tierra, con el propósito de mediar en el
conflicto, la marina británica destacó a la Flota de las Indias
Occidentales, logrando que Francia suspendiera su agresión. El mediador fue el
inglés Richard Pakenham, quien
consiguió reunir a los representantes mexicanos Guadalupe Victoria y Eduardo Gorostiza con el
contraalmirante Baudin. El 9 de marzo de 1839 se firmó un tratado
de paz, en el cual México se comprometía a pagar las indemnizaciones
seiscientos mil pesos en total, pero no así a mantener las garantías exigidas
para los extranjeros en el futuro. Francia retiró, a cambio, la flota invasora,
desistió de la indemnización por los gastos de guerra y el desconocimiento de
las Declaraciones Provisionales
de 1827, devolviendo además las naves incautadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario