Un ARMARIO no es bajo ningún concepto un
elemento de cocina, es un mueble cerrado por medio de puertas y en cuanto su
distribución interior puede haber estantes, colgadores para perchas, cajones,
etc.
Un armario, escaparateen Venezuela y Cuba, clóset en Hispanoamérica, placar o placard en Río de la Plata, es un mueble cerrado
por medio de puertas, en cuya distribución interior puede haber estantes,
colgadores para perchas y cajones, ideado para guardar cosas. Las puertas
pueden ser batientes o correderas,
utilizándose las segundas en lugares de paso estrecho, ya que necesitan menos
espacio.
El armario es propio de cualquier
estancia de la casa, adecuando su forma y dimensiones al uso al que va
destinado:
En los cuartos de
baño son pequeños y sirven para guardar productos cosméticos o
de higiene personal.
En empresas, talleres y laboratorios se
utiliza un armario ignífugo para proteger objetos y
productos ante un posible incendio.
El armario metálico se emplea generalmente en
la industria.
El armario empotrado es
el que tiene visible únicamente la parte frontal, estando el resto unido por
obra a las paredes o tabiques de la estancia en que se ubica. Los espacios
habilitados como vestidores suelen estar revestidos de armarios sin puertas.
El
armario es conocido al menos desde la época romana, según aparece en las
pinturas de Herculano. Aunque en un principio sólo servía para
contener armas,
según indica su nombre, pronto se utilizó para guardar todo tipo de objetos.
Los romanos destinaban este
mueble para encerrar los retratos de sus antepasados y los libros. Los primeros,
como estaban hechos de cera, tenían que estar encerrados para que con el aire y el
polvo no se echas en a perder. Estos armarios no se abrían más que los días
festivos y en algún acontecimiento célebre. Los que habían sido acusados de
algún delito, abrían también los armarios que contenían aquellos estimados
retratos cuando se había justificado su inocencia. Cicerón,
perorando por Sila,
lo dice claramente. Las bibliotecas de los romanos estaban compuestas de
armarios, en los que se ponían los volúmenes o rollos y se distinguían con
diversos números.
En la Edad Media,
con excepción de las iglesias y monasterios,
servía sólo para encerrar las armas y armaduras, pues los demás objetos se guardaban
en arcas o
en sencillos aparadores. Pero ya desde principios del siglo XV se
usaba el armario con el mismo fin que ahora y sus puertas se decoraban con
relieves cuando antes sólo llevaban pinturas. En los siglos XVI y XVII se
empleaban elegantes armarios de dos cuerpos y desde el siglo XVIII se
construyen armarios-vitrina y bibliotecas-vitrina como dignos muebles de salón y
de gabinete.