El EDÉN
es, según el relato bíblico del libro del Génesis, el lugar donde había puesto Dios al hombre después de haberlo creado a
partir del barro.
La palabra Edén se acostumbra a
emplear, en lenguaje coloquial, con el mismo significado que el vocablo Paraíso.
La Septuaginta tradujo la palabra hebrea correspondiente
a “jardín” gan mediante la palabra griega parádeisos, que a su vez viene del
término persa ''pardês'' que significa huerto, parque o jardín. En cambio
«Edén» es una palabra hebrea de origen sumerio "edin" que significa
"planicie", o "lugar plano más allá de las tierras
cultivadas". El uso de la palabra en el Génesis parece indicar más bien a
una región geográfica, mientras que el Paraíso se refiere al huerto "al
este" en esa región. Sin
embargo, después se le llama “el jardín de Edén”, y en textos posteriores se le
denomina “Edén, el jardín de Dios” y
“el jardín de Jehová”. A este
hecho se debe la asociación de la palabra española “paraíso” con el jardín de
Edén.
Es descrito como un parque en que los
árboles y las plantas de toda especie que embellecían el paisaje proveían
alimento en amplia variedad. También
que Dios puso ante Adán “todos los animales domésticos y... las criaturas
voladoras de los cielos y... toda bestia salvaje del campo”. Las aguas del río “que procedía de
Edén” regaban el suelo de Edén. El
hecho de que el hombre estaba desnudo permite suponer un clima templado y
agradable.
Anteriormente se propuso una relación
con el término sumerio "edin" que aparece en escritura cuneiforme y
significaría llanura no cultivada, pero ahora se prefiere su relación con una
raíz aramea que significa "bien regado, fructífero"
En la
Biblia se indica que el huerto o
jardín de Edén habría existido al oriente de
la región también llamada Edén, una región que se hallaría en el Cercano Oriente. Igualmente se dice en el Génesis, “un río salía
del Edén para regar el jardín, y desde allí se dividía, y se convertía en
cuatro cabezas, llamados: río Pisón, que se dice, rodeó toda la tierra de Havila
(Arabia); el río Gihón, que habría rodeado toda la tierra de Cus (Etiopía);
el río Hidekel (río Tigris); que iría al oriente de Asiria; y el río Éufrates. La situación de los dos primeros confundió
durante mucho tiempo a los estudiosos. Juris Zarins, de la Universidad del estado del Suroeste de
Missouri, cree que un río hoy llamado Karun, que nace en Irán y fluye hacia el Golfo Pérsico, es el
Gihón y que un lecho seco en el desierto de Arabia Saudí contuvo en su tiempo
las aguas del Pisón. Según este científico, el Edén se hallaba situado en la
confluencia de los cuatro ríos en la región del Golfo Pérsico. Esta era
un área que hace unos 32 000 años gozó de un clima saludable, pero que en el
15 000 a.C. se volvió árida, obligando a emigrar a los pastores y nómadas
que allí vivían. Alrededor del 6000 - 5000 a.C. el clima cambió de nuevo y
las áridas extensiones del este y del nordeste de Arabia Saudí y el suroeste de
Irán florecieron de nuevo. Zarins propone que los nómadas volvieron de nuevo y
a antiguos agricultores, antepasados Obeid de los sumerios. Al hacerse
sedentarios y sufrir el severo ajuste que ello supuso, es de suponer que
transmitieron la tradición de un paraíso perdido milenios antes, donde era
posible vivir de la tierra sin tener que cultivar la tierra.