sábado, 31 de enero de 2015

RETÓRICA



La RETÓRICA es la disciplina transversal a distintos campos de conocimiento ciencia de la literatura, ciencia política, publicidad ,periodismo, ciencias de la educación, ciencias sociales, derecho, etc. que se ocupa de estudiar y de sistematizar procedimientos y técnicas de utilización del lenguaje, puestos al servicio de una finalidad persuasiva o estética, añadida a su finalidad comunicativa.

Históricamente, la retórica tiene su origen en la Grecia clásica, donde se entendía, en palabras de los tratadistas clásicos, como el ars bene dicendi, esto es, la técnica de expresarse de manera adecuada para lograr la persuasión del destinatario etimológicamente, la palabra es un helenismo que proviene del griego. 

La retórica se configura como un sistema de procesos y recursos que actúan en distintos niveles en la construcción de un discurso. Tales elementos están estrechamente relacionados entre sí y todos ellos repercuten en los distintos ámbitos discursivos.

En principio, la retórica se ocupó de la lengua hablada, pero su saber trascendió al discurso escrito e influyó poderosamente en la literatura cuando la palabra escrita ganó prestigio en el régimen imperial en Roma, si bien el discurso escrito suele considerarse como una transcripción limitada o imitación estrecha del discurso oral. En la actualidad, la retórica ha vivido un gran resurgimiento y sus enseñanzas se utilizan en publicidad, la academia, la política, así como en la defensa de puntos de vista durante los juicios civiles. Por otro lado, gracias a las nuevas tecnologías audiovisuales podemos hablar de una retórica de la imagen, ya que mediante una imagen o vídeo podemos hablar sobre algo utilizando figuras retóricas metáfora, metonimia, prosopopeya, personificación, etc.

La retórica ocupó un lugar importante en el sistema educativo antiguo y medieval, y hasta el romanticismo su significación fue crucial dentro de las disciplinas humanísticas.

Son tres procesos complementarios los que conformaban el aprendizaje de la retórica: el estudio de los preceptos, la imitación de modelos y la práctica personal.

Podemos conocer la retórica ateniense a través de los discursos que dejaron grandes oradores como Demóstenes, Lisias o Isócrates. Heródoto y Tucídides en sus obras sobre historia, además de sucesos, también escribieron discursos pronunciados por personajes históricos como Alcibíades, Jerjes o Pericles.

Desde el punto de vista teórico las fuentes más importantes son la Retórica a Alejandro escrita por Anaxímenes de Lámpsaco y la Retórica de Aristóteles. La primera obra consiste en una serie de preceptos sobre como hablar elocuentemente. La segunda obra tiene un planteamiento más filosófico. Frente a la Retórica a Alejandro que es de carácter práctico, la Retórica de Aristóteles es de carácter teórico.

En la Atenas Clásica no existe una distinción clara entre la retórica y la filosofía. Por este motivo, hay que tener muy en cuenta esta última disciplina. La tragedia y la comedia, muy ligadas a lo político, son también importantes para conocer la retórica en la Atenas Clásica.

La retórica nació en la antigua Grecia alrededor del año 485 a. C. en la ciudad siciliana de Siracusa, cuando Gelón y su sucesor Hierón I, expropiaron las tierras a sus ciudadanos para adjudicárselas a miembros de su ejército personal. Más tarde, con la llegada de la democracia y el derrocamiento de los tiranos, los perjudicados pretendieron recuperar sus propiedades, y esta situación provocó una serie de pleitos en los que se manifestó la importancia de la elocuencia o arte de hablar bien y persuasivamente para conseguir las recuperaciones pretendidas. Así pues, su origen no está vinculado a lo literario sino a lo judicial, y estrechamente relacionado con lo político: la palabra pública y libre se relaciona con la retórica.

PROVINCIA



Comúnmente, una PROVINCIA es una entidad sub nacional al Estado.

La palabra fue introducida por los romanos, quienes dividieron su Imperio romano en provincias. En latín, provincia se forma a partir de las voces pro «por» y vincia «victoria». En un principio, designaba a los territorios conquistados fuera de la Península Itálica.

En los países de lengua romance, como España, Italia y Francia, la palabra provincia se aplicó a unidades administrativas importantes solo inferiores a los reinos. En el Imperio español, correspondía a divisiones territoriales, que también solían llamarse corregimientos, por ser jurisdicciones de un corregidor. Luego de las reformas borbónicas, provincia correspondía a divisiones territoriales regidas por un gobernador-intendente, que también solían llamarse intendencias, por ser jurisdicción del gobernador-intendente.

Tras la Revolución francesa el término provincia cayó en desuso dentro de Francia.

En muchos países iberoamericanos se llamó a mediados del siglo XIX provincias a las unidades administrativas constituyentes de tales países hasta que, a fines del citado siglo XIX y por influjo de los Estados Unidos, las provincias pasaron a ser llamadas estados dentro de un régimen federal. Por ejemplo, el término provincia, como lo es en el empleo de la frase «provincia mexicana», incluye el significado de territorio dentro del país a excepción del de su capital, pero el término y su empleo se han vuelto desfavorecidos.

En los Países Bajos y Bélgica se mantiene la denominación de provincias para las unidades administrativas principales de tales estados.

En Bulgaria la palabra óblast suele ser sinónimo de provincia.

En Argentina se mantiene la denominación provincia para significar a todo estado federado constituyente de la República. En Canadá, uno de los estados más descentralizados del mundo, se sigue empleando la denominación provincia, tanto en inglés como en francés. En Chile se ha llamado y se llama provincia a una unidad administrativa que hasta la década de 1970 era directamente subordinada al estado central, desde los '70 gran parte de las provincias chilenas (en especial las centrales, dadas sus pequeñas dimensiones territoriales) fueron reunidas en regiones.

En Bolivia se denomina provincia a una unidad administrativa de tercer orden dentro de un departamento invirtiendo así la categorización preexistente mantenida en Argentina, esto es: hasta el presente en Bolivia las provincias suelen ser equiparables a los departamentos argentinos mientras que lo que en Bolivia el llamado departamento inversamente a lo común en los otros estados es una unidad administrativa superior a la de la provincia boliviana, teniendo un departamento boliviano más semejanzas con la categoría de provincia argentina o estado mexicano o brasileño, pero manteniendo los departamentos bolivianos y por ello las provincias en estos incluidas una subordinación al gobierno centralista.

Por extensión, aunque no se use el nombre de provincia, son traducidas con esta categoría las principales divisiones geográfico-políticas de países por lo general extensos, un ejemplo de ello: las vilayas o vilayatos de países con preponderancia de cultura musulmana suelen recibir en castellano el nombre de provincias.

PARANINFO



Un PARANINFO es el salón de actos de una Universidad donde tienen lugar acontecimientos importantes, como las ceremonias de investidura de cargos académicos u otros como la apertura del curso, conferencias, lecciones magistrales, etc.

Su nombre deriva de la persona que anunciaba el inicio del curso académico y que recibía el mismo apelativo. Etimológicamente, la palabra deriva de la yuxtaposición de dos palabras del idioma griego: 'al lado de', y 'novia'.

En Grecia el paraninfo era una especie de ministro que en las bodas presidía la función y arreglaba el festín. Estaba encargado especialmente de la guardia del lecho nupcial.

En Roma, se daba este nombre a cada uno de los tres mancebos que conducían a la novia a casa de su esposo. Uno de ellos iba delante con una antorcha en la mano y los otros dos sostenían a la desposada.

Entre los hebreos, el paraninfo era el amigo íntimo del esposo que hacía los honores de la boda y conducía a la esposa a casa del esposo.

Su significado más reciente ha sido el de padrino de bodas o, en términos generales, el que anunciaba alguna felicidad.

viernes, 30 de enero de 2015

PALESTINA



PALESTINA, desde un punto de vista geográfico, es el nombre que recibe el territorio comprendido aproximadamente entre el mar Mediterráneo y el valle del río Jordán de oeste a este, y entre el río Litani y el Néguev, sin incluir el Sinaí de norte a sur.
La región recibió este nombre durante la dominación del Imperio romano; concretamente a partir del año 135, tras la expulsión de los judíos después de la represión de la revuelta de Bar Kojba, con la fusión de la provincia romana de Judea y la provincia romana de Siria para formar la nueva provincia de Siria Palestina, con el fin de completar la disociación con Judea. Desde entonces, y hasta la creación del Estado de Israel y el establecimiento de la Autoridad Nacional Palestina en el siglo XX, la región fue casi siempre parte de algún reino o imperio mayor, y solo excepcionalmente constituyó por sí misma una unidad política independiente, como el Reino de Jerusalén durante las Cruzadas.
En Palestina se distinguen tres regiones geomorfológicas, de Oeste a Este: la llanura litoral mediterránea, la cordillera central y el valle del Jordán, la depresión más profunda de la Tierra. A estas tres regiones, hay que sumar la del desierto del Néguev, constituido por una planicie y montañas de naturaleza calcárea, situado al sur de la zona. Las regiones áridas ocupan más de la mitad del territorio.
Aun siendo desierto buena parte del territorio, en los valles abundan los lirios, y también los árboles como pinos, eucaliptos, olivos y acacias. Las retamas crecen esporádicamente en el desierto del Neguev.
La región de Palestina está situada entre los desiertos de África y Asia de una parte, y el mar Mediterráneo, cálido y húmedo, de la otra, lo que produce una encrucijada de influencias climáticas que han permitido distinguir hasta cuarenta tipos distintos de clima en tan reducida superficie. El régimen térmico varía notablemente con la altitud y la continentalidad, especialmente en invierno: de oeste a este se va pasando de un clima típico mediterráneo a uno continental. Las regiones montañosas suelen ser ventosas y muy frías, a veces con nevadas; el pico del monte Hermón está cubierto de nieve la mayor parte del año. Las zonas costeras tienen un típico clima mediterráneo con inviernos templados y húmedos y veranos muy calurosos y secos. En el extremo sur, en el golfo de Eilat, el clima es tropical seco.
En general se aprecia una estación seca entre abril y octubre y una lluviosa desde octubre-noviembre hasta abril; de mayo a septiembre, son raras las precipitaciones en Palestina; el mayor porcentaje de lluvias se alcanza entre mediados de enero y principios de marzo. La pluviosidad se incrementa de sur a norte y de este a oeste.
Palestina, cuna de civilizaciones y de religiones, encrucijada de caminos, es la Tierra Santa de cristianos, judíos y musulmanes. Históricamente ha sido una región de conflictos religiosos y territoriales que aún perduran de forma muy aguda en el llamado conflicto árabe-israelí.
La presencia humana en esta región data de miles de años. Se han encontrado restos de una primera migración procedente del norte de África de hace 90 000 años y de la cual probablemente no hubo descendientes vivos. Desde hace 40 000 años arribaron poblaciones diferentes que pasaron del África oriental al suroeste de Asia y migraron desde las costas del golfo Pérsico hacia el Medio Oriente.
Durante la Edad de Bronce y hacia el IV milenio a. C. ya había en la región ciudades como Jericó, Gezar, Megido y Lajich y áreas densamente pobladas. Se cultivaba el trigo, olivos, chufa, higos y uvas. Se han encontrado abundantes muestras de alfarería, metalurgia y evidencias claras de intensa domesticación de animales y desarrollo de la ganadería.
Hacia el 2000 a. C. la región fue ocupada por pueblos de lenguas semíticas. Está demostrado el origen común del idioma fenicio, las lenguas cananeas y el idioma hebreo, lo que sugiere que estas lenguas procedían de una corriente de población común, que conquistó la región; los fenicios establecieron sus ciudades y redes comerciales en la costa del mar Mediterráneo, en tanto los cananeos dominaron las ciudades antiguas y fundaron otras.
Desde el 1150 a. C., numerosos documentos egipcios se refieren a un pueblo vecino llamado peleset transliterado en los jeroglíficos comoprst durante la XII dinastía de Egipto. Se cree que la primera mención se encuentra en los textos del templo de Medinet Habu, que indica que un pueblo llamado peleset formaba parte de los pueblos del mar que invadieron Egipto durante el reinado de Ramsés III. Los asirios llamaban Palashtu o Pilistu a este mismo país. En el 800 a. C., el rey Adad-Nirari III en las tablas de Nimrud los menciona. Un siglo después también lo hizo Sargón II en sus Anales.
Los hebreos eran pastores y campesinos monoteístas, una parte de los cuales descendía de grupos de lengua semita que habían emigrado a Egipto, donde fueron esclavizados según relata la Biblia, y luego retornaron a Canaán. Algunos historiadores los identifican con los apiru, grupos nómadas marginales que surtían a los cuerpos mercenarios o de esclavos por todo el Creciente fértil.6 A partir del 1200 a. C. los hebreos comienzan a conquistar las ciudades cananeas y a derrocar a sus reyes, proceso que se culminó hacia el año 1000 a. C. con la toma de Jerusalén.
Por la misma época, hacia el 1200 a. C. la costa de esta región fue ocupada por los pelesets, también llamados filisteos, ‘pueblos del mar’, de cuyo nombre se deriva el de la región. Se establecieron en cinco ciudades-estado, entre las cuales estaban Gaza y Ascalón. La convivencia entre pelesets y hebreos se caracterizó por conflictos periódicos por el dominio del país, lo que obligó a los hebreos a unirse y formar un reino con Saúl.
La región se caracterizó por la diversidad étnica y por ser un lugar de paso entre África y Asia. Durante la mayor parte del tiempo la región perteneció a los distintos imperios que dominaban la zona, como el egipcio, asirio y persa.
El reino hebreo de David y Salomón se dividió en los reinos de Israel al norte y Judá al sur. El primero fue destruido por el imperio de Asiria en721 a. C. y el segundo por Nabucodonosor en 587 a. C., quien estableció la dominación de Babilonia en toda la región y deportó a parte de sus habitantes. Babilonia, fue conquistada por el Imperio persa en 539 a. C. El rey Ciro II el Grande y sus sucesores permitieron el retorno de los deportados y permitieron autonomía a sus habitantes hebreos; entre los que volvieron y los que estaban se produjeron roces, estableciéndose las autoridades de los samaritanos en Siquem, hoy Nablus y las autoridades judías en Jerusalén.
Alejandro Magno conquistó la región en 331 a. C. Durante el llamado período helenístico esta región estuvo bajo el dominio de sus sucesores, primero de los lágidas de Egipto hasta el 197 a. C., y luego de los seléucidas hasta el 142 a. C.
Los judíos se rebelaron en repetidas ocasiones, principalmente por motivos religiosos, encabezados por los macabeos o hasmoneos, y en algunos momentos consiguieron gobernar parte del país hasta el 63 a. C. En esa fecha Pompeyo ocupó Judea, conquistando Jerusalén al aprovechar las disputas entre saduceos y fariseos, y estableciendo la dominación romana, primero bajo reyes "autónomos" Herodes el Grande, y luego bajo la forma de provincia romana. La derrota de las rebeliones judías en los años 70 y 135 causaron grandes deportaciones de judíos, que dieron inicio a la Diáspora. Asimismo, tras la segunda de estas guerras la rebelión de Bar Kojba, Adriano eliminó la provincia romana de Judea, fusionándola con otras regiones en la provincia de Siria Palestina.
Al dividirse el Imperio romano, Palestina quedó bajo la dominación del Imperio de Oriente hasta el 636, cuando se produjo la conquista islámica de la región por los árabes. Estuvo sucesivamente bajo el dominio de la dinastía Omeya (661-750), el califato abasí y los turcos selyúcidas 1071.
Las Cruzadas fracasaron en establecer el dominio europeo duradero en "Tierra Santa". La Primera Cruzada logró derrotar a los selyúcidas en 1098, tras lo cual el califato fatimí ocupó Jerusalén. Los cruzados lograron tomar de nuevo la ciudad y establecieron allí el reino de Jerusalén del 15 de julio de 1099 al 2 de octubre de 1187 cuando la ciudad fue reconquistada por el sultán Saladino, que estableció la dinastía de los ayyubíes en Egipto y Siria; reemplazada por la dinastía de los mamelucos, también en Egipto, que dominó la región hasta 1516cuando fueron derrotados por los turcos otomanos dirigidos por Selim I.
La región de Palestina fue parte de la Siria otomana, bajo dominio del Imperio otomano durante cuatro siglos hasta la I Guerra Mundial. Desde los años 1880s el sur era parte del sanjak separado de Jerusalén, mientras el norte dependía del vilayato de Beirut y el este del río Jordán dependía del vilayato de Damasco.
En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña conquistó la región. Al finalizar la guerra 1918, Francia e Inglaterra se repartieron la zona que había administrado el Imperio otomano, Conferencia de San Remo y la Sociedad de Naciones creó el Mandato Británico de Palestina. Durante la guerra los británicos buscaron el apoyo del sionismo con la Declaración Balfour y en consecuencia favorecieron la creación en Palestina del "hogar nacional judío". De él quedó excluida la parte situada al este del río Jordán donde colocaron a uno de sus aliados hachemíes, Abdullah ibn Husayn, como emir de Transjordania. Aun así, la creciente inmigración judía provocó levantamientos de la población árabe, respondidos por los judíos, creciendo la violencia entre ambas comunidades.
Al fin en 1948 los británicos decidieron retirarse dejando el problema en manos de la ONU pues era un territorio bajo mandato internacional y la ONU acordó el reparto del Mandato Británico en dos Estados, uno judío y otro árabe, aproximadamente iguales en extensión, según resolución 181 de la Asamblea General de 1947. Tras la retirada británica, los judíos proclamaron la independencia del Estado de Israel en mayo de 1948, mientras que los árabes no aceptaron el reparto y declararon la guerra dos días después de la proclamación de la independencia del Estado judío. La guerra árabe-israelí de 1948, la primera de una serie de contiendas, culminó en un armisticio en 1949, que tuvo como consecuencia la ampliación del territorio de Israel y de Transjordania, que se anexionó Cisjordania. Por su parte, Egipto pasó a administrar la Franja de Gaza.
La reivindicación explícita de una nación palestina independiente data de principios del siglo XX, con la creación de periódicos y sociedades nacionalistas. Cabe destacar que, hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX, la reivindicación nacional palestina convivió en conflicto con la tendencia política baathista que reivindicaba a Palestina como la parte sur de la Gran Siria. Esta corriente fue perdiendo su influencia, hasta desaparecer por completo con la fundación de la OLP, en 1964.
En 1967, Israel respondió a los preparativos para la guerra total por parte de todos los países limítrofes, y lanzó un ataque preventivo contra Egipto, Siria y Jordania; lo que dio lugar a la Guerra de los Seis Días. El resultado de dicha guerra fue que Israel tomó el control de Cisjordania y Gaza, conquistó los Altos del Golán, la península del Sinaí y se anexionó Jerusalén Este incluida la Ciudad Vieja. Israel devolvió el Sinaí a Egipto tras los acuerdos de Camp David y se retiró unilateralmente de la Franja de Gaza en el verano de 2005.
A raíz de los Acuerdos de Oslo, en los Territorios Palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania se estableció la Autoridad Nacional Palestina, una administración autónoma palestina reconocida internacionalmente y que tiene el mandato de sentar las bases del futuro Estado palestino. El Gobierno de Israel está construyendo una barrera física en pos de la seguridad de sus ciudadanos, cuyo trazado ha sufrido varias denuncias ante el Tribunal Internacional de La Haya; asimismo, el Tribunal Supremo de Israel ha anulado diversas ampliaciones e introducido cambios en su trazado. Un informe de Naciones Unidas estima que dicha barrera redibujaría la línea de armisticio de 1948, la llamada Línea Verde, pudiendo llegar a aislar un 14,5 % del territorio Cijordania y alterando así la vida de cientos de miles de palestinos.